Instructivo virtual de CYBER-CORREDERA para fortalecer la cultura naval
Producción de Jorge Serpa Erazo
Por Capitán de Navío Luis Francisco Chacón Peña
Cartagena de indias, la ciudad amurallada que hoy vemos con la avenida
Santander descansando sobre la escollera, construida para proteger la
muralla de los embates del mar, esta escollera o fila de escollos unidos o casi
unidos los empezó a construir en 1765 el ingeniero militar teniente general
don Antonio de Arévalo; este había llegado a Cartagena en 1741 a
trabajar en la obra de las murallas a órdenes de los ingenieros Juan
Bautista Mac Evan y Lorenzo
de Solís. La construcción de murallas, castillos, baluartes, escolleras
tardaron casi 300 años y su precio fue tal que el rey Carlos III de España
manifestó que con ese costo las murallas debían llegar hasta las nubes y podían
verse desde España. El ingeniero militar teniente general Antonio de Arévalo trabajó
durante 50 años en las fortificaciones de Cartagena y prácticamente con el se
termina en 1798 la defensa física de la ciudad iniciada casi tres siglos antes
por Bautista Antonelli, cuando el rey
En cuanto a sus gobernantes a finales del siglo XVIII y principios del
siglo XIX, de 1789 a 1796 estuvo don José de Ezpeleta, casado con la dama
cubana doña María de la Paz Enrile, quien tuvo
la fama de ser la mujer más bella en estas latitudes; el virrey llegó a
Cartagena en el mismo año que estalló la revolución francesa; Durante su
mandato se fundó en 1795 el consulado de Cartagena, de esto don Eduardo Lemaitre dice: “Era esta una entidad con
funciones parecidas a las de las actuales Cámaras de Comercio.... y.... tenía
capacidad para dirimir, en proceso breve y sumario los pleitos que se suscitaban
entre comerciantes y la de promover obras de progreso como caminos, canales,
etc......los consulados eran entidades autónomas, integradas por los mismos
comerciantes, y estaban compuestas por un prior su presidente y varios cónsules
o vocales de la mesa directiva. El primer Prior fue don Tomas de Andrés Torres
a quien sucedió don José Ignacio de Pombo”. Don
José Ignacio de Pombo es quien crea la escuela de
pilotaje y matemáticas en el mismo sitio donde funciona el consulado, en la
calle del sargento mayor, cuyas actividades comenzaron en 1808, en ese año
regresa José Padilla como contramaestre del arsenal, después de permanecer
preso en Inglaterra desde 1805, luego de participar en la batalla de Trafalgar
como tripulante de la Armada española. Estamos con la escuela de pilotaje y
matemáticas; al venir la independencia de Cartagena en 1811, esta se convierte
en la Escuela de Náutica y Matemáticas, graduó sus oficiales a fines de 1812 y
luego desaparece en 1813 al morir su fundador don José Ignacio de Pombo.
Volvamos
a los gobernantes, los virreyes. Sucede a don José de Ezpeleta, don Pedro Mendinueta Muzquiz. Dentro de los
sucesos importantes de este gobernante está
la llegada del sabio alemán Alexander Von Humboldt a Cartagena en 1801, proveniente del Orinoco
después de un año de expedición. Fue huésped de don José Ignacio de Pombo especialmente en Turbaco,
desde allí realizó expediciones en los alrededores de Cartagena en busca de
especies botánicas. Su plan era llegar a Quito y de paso por Santa Fe de Bogotá
entrevistarse con el sabio José Celestino Mutis cuyos trabajos científicos
conocía. El sabio Mutis también era amigo de don José Ignacio de Pombo con quien mantenía correspondencia. Al virrey Mendinueta lo sucede don Antonio de Amar y Borbón el
penúltimo virrey de 1803 a 1810, a este le tocó asistir a los preludios de la
revolución de independencia, entre otras cosas manejar los asuntos de la
prisión de don Antonio Nariño en Cartagena en San José de Bocachica,
con grillos de 23 libras en los tobillos, luego los trasladaron a la
inquisición. Le correspondió también a Amar y Borbón lo acaecido en la capital
el 20 de julio de 1810 con lo del florero de Llorente. Fue traído en calidad de
preso a Cartagena al convento de la popa donde permaneció hasta su
deportación a La Habana.
Cómo
describe la bahía de Cartagena a principios de siglo XIX Carl
August Gosselman teniente
de la Armada de su Real Majestad de Suecia: “Llegamos al hermoso y amplio
puerto, del que con mucha razón podemos decir que es uno de los más bellos del
mundo, con excepción de la popa todas sus playas son bajas, la isla de Tierra
Bomba presenta un aspecto agradable desde Bocachica,
con pequeños arbustos donde se encontraban diseminadas pequeñas chozas
indígenas, hacia el otro lado los grandes muros blanquigrises
de la fortaleza separan la ciudad de gran número de barcos de
guerra y mercantes que se encuentran
anclados en el puerto, al centro de este panorama la fortaleza de San
Lázaro-Castillo San
Rafael
Tono vino a este ambiente, nació en Cartagena de Levante España el 11 de
febrero de 1776, del hogar formado por don Manuel Tono y Geido
y doña María Llopiz y Fermento. El 9 de diciembre de
1791 en la Isla de León hoy ciudad San Fernando España, el capitán
general de la Real Armada y Director General de ella Don Luis de Córdova y
Córdova Laso de la Vega y Berastegui, asciende a
Rafael Tono a pilotín de número con destino al Departamento de Cartagena. Parte
el 2 de febrero de 1792, a bordo del bergantín Alerta en la expedición que
dirigía el Capitán de Navío de la Real Armada Española Don Francisco Fidalgo Comandante de la División de Bergantines
“Empresa” y “Alerta” para llevar a cabo la
rectificación del Atlas marítimo de la América Septentrional es decir la parte
noreste de Suramérica, con destino inicial la isla Trinidad de Barlovento, en
donde inician las operaciones en el mismo año de 1792. En el 93 cruzan por Cumaná, Barcelona, Guayra, y en
el mes de junio de 1794 arriban a Cartagena de Indias. En esta plaza establecen
el centro de operaciones desarrollando su labor hidrográfica por 18 años.
DESCENDENCIA
Rafael
Tono Llopiz contrae matrimonio el 30 de junio de
1803 con María Teresa Ramírez de Arellano en Cartagena
de Indias, cuyos hijos son los siguientes por orden de nacimiento: Manuel
Domingo, Ambrosio María de la Concepción, Ana Joaquina, Dolores Romana, Rafael
Dionisio y Antonio Teodoro único con descendencia, quien contrajo matrimonio en
1853 con Josefa Maciá Macaya,
hija de Pedro Maciá Domenech
y Catalina Macaya de la Esquina. Antonio Teodoro,
fue abogado egresado de la Universidad de Cartagena y su rector en
1881 y 1882; sus hijos fueron:
Teresa,
casada con Antonio Cowan, con descendencia.
Rafael,
casado con Juana González, sin descendencia.
Josefina,
casada con Eduardo Gutiérrez de Piñeres, con
descendencia.
Antonio,
casado con Catalina Stevenson, con descendencia.
Matilde,
casada con Ernesto Daniel Lemaitre, con descendencia.
Lucía,
soltera
Augusto,
casado con Rosa de la Espriella, con descendencia.
A
principios de 1810, Tono como el mismo escribe, es enviado a España una vez se
concluyeron los trabajos para los cuales se había proyectado la expedición. La
tierra donde arribó un joven de 18 años, donde había trabajado durante casi 20
años, ya contaba con 34 años, donde conoció el amor, donde contrajo matrimonio,
donde su esposa le había dado tres hijos y esperaba otro – Petrona Antonia -que naciera mientras estaba en Cádiz.
Estando en España hace lo que tiene que hacer y el 1º de noviembre de 1810 se
embarca para América a bordo del bergantín-goleta Palo-hincado buque correo,
zarpando el 7 del mismo mes, arribando a Cartagena el 3 de enero de 1811.
Desde el inicio de la independencia de Cartagena en 1811 continuó su
servicio a la naciente república a la cual sirvió hasta el final de sus días en
1854. El presidente de la Junta Suprema de Cartagena don José María García de
Toledo creó la Comandancia General de Marina el 17 de septiembre de 1810,
siendo su comandante el capitán de navío Juan Nepomuceno Eslava, hijo del
virrey Eslava, Tono quedó bajo las órdenes del comandante general de marina y
luego destinado a las órdenes del alférez de navío Matías Aldao
comandante de las fuerzas sutiles apostadas en Barranquilla, luego queda de
comandante de estas fuerzas por enfermedad de Aldao.
Fue comandante de la goleta Clara luego vino a ser Momposina,
del bergantín Independiente, comandante de la división formada por el bergantín
Independiente, las goletas Constitución, Momposina y
el pailebote Fogoso.
El 26 de noviembre de 1812 concurrió a la acción de Zapote
para recuperar la fortaleza cuya operación era comandada por el coronel Miguel Carabaño logrando al final el objetivo. Estando Cartagena
sitiada por el general don Pablo Morillo era comandante de la división
sutil apostada en la ciénaga de Tesca el 15 de agosto
de 1815....... Si a los seres humanos en general nos acompañan las
dificultades, a los héroes se les incrementan muchísimo y no solo la dificultad
en si, sino el dolor indescriptible. A fines de noviembre de 1815 Cartagena no
podía resistir más el sitio de acuerdo con lo que nos relata don Eduardo Lemaitre, “ la peste y el hambre hacían estragos
espantosos, cerca de 300 personas morían diariamente. ¿Qué hacer? ¿Rendirse?
¿Suicidarse? ¿Emigrar?”. El 5 de diciembre de 1815 Tono fue a despedirse
de su familia por que debía emigrar de Cartagena, pero al abordar el bote cayó
preso salvándose de ser fusilado con los mártires de Cartagena por gracia de
Dios, su hijo Rafael Dionisio tenía solo dos meses de nacido. Dura en prisión
cerca de dos años, su familia se encuentra en el abandono, a causa de esto su
hijo Rafael Dionisio y su esposa María Teresa fallecen. Sale a trabajar
en el Caribe nivela su situación económica y en 1822 se une de nuevo a la causa
de la libertad de la república por la cual ha luchado y estuvo en prisión. El
28 de junio de 1822 es nombrado director y maestro principal de la Escuela
Náutica. Además de su conocimiento de las artes del mar, su
preocupación por la logística la deja notar en una carta de fecha octubre
de 1822 dirigida al Capitán de Navío Don Rafael Del Castillo y Rada cuyo
párrafo dice: “ El hombre más patriota y de los más bellos sentimientos,
es incapaz de moverse si está desfallecido”.
El
10 de enero de 1823 se desempeña en la mayoría general-Jefe de Estado Mayor -
de la escuadra de operaciones sobre el Zulia, que comanda el general José
Padilla, es decir es el segundo al mando de la escuadra que va a triunfar bajo
el mando del general Padilla en la batalla del Lago de Maracaibo el 24 de
julio de 1823. Después de Maracaibo Tono Continúa en la Escuela Náutica y el
Depósito Hidrográfico hasta su retiro en 1835 a los 59 años. Estando retirado
del servicio es llamado por el gobierno en 1841 a los 65 años, para someter a
la flota federal a la cual derrota y por esta acción es ascendido a general de
marina, luego se desempeña como comandante general de la Tercera Brigada del la
División del ejercito Constitucional del norte mandado por el general Mosquera.
El 31 de diciembre de 1854 a los 78 años fallece en Cartagena.
Entre
sus descendientes está don Daniel Lemaitre
Tono, compositor del himno de la Armada Nacional y del himno de Cartagena.
Algunos de los retoños no están anotados en el árbol genealógico, ahora
tienen una buena tarea para completarlo y añadirles lo que haga falta. Para
quien desee escudriñar la historia el 29 de septiembre de 1824 fue ascendido a
Alférez de Fragata Antonio Tono y el 15 de junio de 1841 el Alférez 1º de
infantería de Marina José Antonio Tono se le declara la antigüedad en esa
fecha, no están en el árbol genealógico y fueron oficiales de la República, de
acuerdo con El Archivo General de la Nación.
La
Armada Nacional, conmemora la memoria de Rafael Tono y como héroe nacional ha
bautizado dos buques con su nombre. En 1994 sus restos fueron trasladados al
mausoleo de la Escuela Naval de Cadetes Almirante Padilla con presencia de sus
ilustres descendientes y de los señores oficiales, suboficiales,
guardiamarinas, cadetes y personal civil de la guarnición. Rafael Tono durante
60 años desarrolló su existencia en la amable Cartagena de Indias, hoy a los
210 años de su arribo recordamos su memoria como héroe naval y prócer de
la independencia.
Bogotá,
D. C., diciembre de 2004
A los
marinos de Colombia se dedica este resumen. Los PAÑOLES DE LA
HISTORIA, son un homenaje al pasado que como el mar, es
infinito e inescrutable, pretendiendo rememorar la historia,
convirtiendo la pluma en espada, los argumentos en un cañón y la verdad en
un acorazado.
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