Por: Enfermero Pinto

Director

El 5 de enero de 2001 se editó y envió a los contis del "glorioso 38", por primera vez La corredera del 38, como un medio para organizar un homenaje a nuestro compañero Mauricio Soto Gómez y a su señora. Desde entonces, nos hemos entusiasmado con este oficio que ha ocasionado, en veces, desde afanes periodísticos hasta desavenencias conyugales por el tiempo que absorbe y la dedicación que requiere cada número.

Sin embargo son muchas las satisfacciones que sentimos cuando en apartados rincones del país y del mundo, los contis leen los reportajes virtuales que muestran la faceta humana de los contis; los escritos de Jairo Cardona; las anécdotas de Carlos H. Gómez; el espléndido e interesante trabajo sobre los apodos de los oficiales de la Armada realizado por Ricardo García Bernal; las crónicas de Jairo Quiñones; las series golfísticas y poemas de Jorge Alberto Páez; las añoranzas de Gustavo Suárez; las veleidades santanderistas de Luis Enrique Torres; los recuerdos de Jorge Serpa; las memorias marineras del Papayo Rubiano-Groot; las notas alentadoras y de solidaridad de Chepe Calderón; los mensajes urticantes de Yesid Sarmiento; los apuntes juveniles de Iván Spicker; los textos de Sigifredo Velandia; los pataleos de Carlos Oramas; la prosa sentimental, marinera y mística de Eduardo Boada; los refritos y alegatos chicaneros de René Oviedo y otras colaboraciones de muchos correderos, que escriben para entretener, recordar y deleitar a los suscriptores, que han venido aumentando significativamente.

Pero el resultado más importante que hemos logrado es el de integrar a la familia naval. Muchos compañeros que por distintas razones estaban apartados y distantes, hoy disponen de este informativo virtual para reencontrarse y comunicarse de manera grata y regular. Es así como a través de La corredera del 38, tenemos noticia de lo que ocurre en el entorno de nuestra gran familia naval, a la cual pertenecimos (unos por poco y otros por mucho tiempo). Estamos despertando el deseo de transmitir la tradición a la generación siguiente, añadiendo nuestro aporte, nuestros recuerdos y nuestras vivencias. De ahí el colectivo deseo de comenzar la retrospectiva de nuestra propia historia, para facilitar a los marinos del mañana y a nuestros propios hijos, conocer los actos de aquellos que les precedieron en la vida soñando con el mar y amando la Patria.

Con el reportaje virtual que presentamos en el anterior número, dimos comienzo a una nueva sección, la cual continuaremos de manera permanente, para que los contis relaten a través de la "imaginación" de Plinio, experiencias y anécdotas de su vida en la Armada y en la vida civil. También se pretende mostrar la parte humana, graciosa y picante de aquellos momentos inolvidables, tan seductores de leer y placenteros de recordar.

Con el tiempo los escritos aquí publicados, aunque de momento puedan parecer frívolos, tirados de los cabellos o ladrilludos y son vistos como una mesa de entremeses, quizás serán recordados por los cientos de pensamientos y fragmentos autobiográficos que revelan instantes de una o varias épocas de nuestra gloriosa y querida Armada Nacional. Cada colaboración debe paladearse por el sabor, forma y consistencia propia de quien la escribe y aporta, haciendo un esfuerzo de memoria para contar las cosas que hace muchos años sucedieron, manteniendo un dialogo interminable, entre el presente que es individual y aislado con el pasado que es común y a todos nos une, como el "último poste".

Con la nueva modalidad de los reportajes virtuales, Plinio, el coordinador de La corredera del 38, entrevistó al Coronel IM José Ramón Calderón Zambrano CN 38-004, uno de los oficiales más connotados de la Infantería de Marina y muy apreciado por sus compañeros del "glorioso contingente 38", a quien con cariño le dicen Chepe, para que relate aspectos de su vida, obra y milagros.

El recluta Calderón

Chepe Calderón es el tercer hijo, nacido el 27 de enero de 1944, en Santana (Boyacá), del cristiano hogar que formaron el comerciante Carlos Alberto Calderón Reyes y María Josefa Zambrano de Calderón (bibliotecaria de la Luis Angel Arango), donde compartió infancia y juventud con sus hermanos Nohemí (enfermera de la Universidad Nacional), Rafael (Economista de la Universidad Jorge Tadeo Lozano) y Pepita.

Por las venas del Coronel IM Calderón Zambrano, corre sangre de prócer y de militar, pues su bisabuelo el General José Ramón Calderón Ramírez, formó parte del Ejército Patriota como oficial del Batallón Rifles, habiendo luchado en el Pantano de Vargas (25-07-1819) y en la Batalla de Boyacá (07-08-1819) y fue condecorado por el propio Libertador Simón Bolivar. Su tío, el General Rafael Antonio Calderón Reyes, fue Comandante de las FF.MM y Jefe de la Tercera Fuerza, aplicando el lema "Paz, Justicia y Libertad" en el gobierno militar del Teniente General Gustavo Rojas Pinilla, además fundó con los doctores Joaquín Molano Campuzano y Jaime Forero Valdez la Universidad Jorge Tadeo Lozano; y su primo, el también General José Ramón Calderón Molano, fue comandante de la FAC.

Los estudios primarios los hizo en el Colegio Washington School de Bogotá y se graduó de bachiller en el Colegio Simón Bolivar de Ubaté en 1963. Ingresó a la Escuela Naval de Cadetes en 1964, donde egresó de subteniente de IM en 1969. Luego de 33 años de servicio con el grado de Coronel se retiró de la Armada en abril de 1997. Actualmente reside en un hermoso apartamento en Bocagrande -Cartagena- desde donde divisa permanentemente el mar y comparte las caricias y pilatunas de sus tres nietos Laura Cristina, Santiago y Nicolás con Marie Laure, su adorable esposa francesa, quien le ha dado cierto acento franpañol al apodo de su marido al decirle "Chepeeé".

Dos vecinos, Oscar Salazar y "El bongo" Cubillos, hermano del Vicealmirante Cubillos. Ellos en los años 61 y 62, cuando salían a vacaciones nos contaban lo maravilloso que la pasaban en la Armada, los viajes alrededor del mundo, en fin... fueron ellos unos verdaderos embajadores y tenían un gran espíritu marinero, por tanto, muchos del barrio los Alcázares como el Negro Ovalle y Rafael Bermúdez Mora, nos presentamos a la Armada -para aventurar- y yo me quedé, más de treinta y tres años. Es decir toda una vida.

No conocía el mar. Cuando llegué a la Escuela Naval lo busqué y me sentí engañado cuando vi la bahía. Quería encontrar un mar cinco con buques de guerra navegando, haciendo maniobras y hasta disparando, en fin algo distinto.

Cuando yo le hice el primer corte de cabello el 6 de enero del 64 se sintió trasquilado?

No, pero sentí que las orejas eran más grandes y la gorra me bailaba en la cabeza. Se me hincharon los ojos y mi cara se transformó en la de un verdadero recluta naval.

Como al segundo día de haber llegado a la Escuela Naval, me di cuenta que allí estaba de Guardiamarina Ignacio Rozo (hoy día es Vicealmirante), que estudió conmigo en el Colegio de Nemocón. Me sorprendí al verlo y, cuando pude, me le acerqué emocionado para saludarlo como compañero y amigo:

No me dejó continuar, cuando a grito limpio me increpó: -¡Recluta pecueco.. aquí yo no soy flaco... soy su Guardiamarina! ...al suelo y treinta de pecho...

Ese fue mi primer encuentro con un brigadier conocido y caníbal. Primero me sacó la greda, pero luego -para reparar esa embarrada- me dio consejos.

A los ocho días llegaron los cadetes antiguos, a eso de las 2300h. El cadete de tercer año Carlos Vila Lozano quien me vio de refilón, optó por clavarme el "chicharrón" de que le arreglara su laca. Me tocó cumplir esa orden y terminé mamado como a las 0200h; luego -cuando ya todo había terminado- me dijo: -búsqueme al recluta José Ramón Calderón que le traigo un encargo de Bogotá.

Fueron varios. El primer crucero, los juegos Interescuelas en Cartagena que los ganamos sobrados. Recuerdo mucho al brigadier Ivan Spicker campeón de pentatlon, quien puso a temblar a las otras escuelas al ganar la medalla de oro. La vida de la Escuela era muy movida…como los partidos de básquet en el Centenario.

De recluta recuerdo al comandante de mi compañía, la Bravo, al Teniente de Navío Luis Carlos Jaramillo Peña; nos exigía mucho, pero también estaba pendiente de todos nosotros. No permitía nada contra nosotros porque en realidad los del "glorioso 38" éramos buenos y teníamos fibra. De cadete de segundo año me acuerdo del Capitán de Corbeta Augusto Villafrade y del Teniente de Navío Fabio Garrido que cuidaba el equipo de básquetbol como un verdadero tesoro. De mi Capitán Eduardo Román Bazurto como CBC, las relaciones de batallón y sus cuentos, es un verdadero personaje por su temple. De cada uno de ellos aprendimos mucho. De los brigadieres caníbales recuerdo a Edgar Romero, al Chivo Salas y al Loco Uribe. Como "pulidos" al Mono Vásquez, a Oliveros, a Correa y a Justino Villalba. Como verracos a Oscar Barón, a Orlando García y al Mago Charry.

Al Maestro Luis Bernal en franquicias y en las aulas -él si era un caníbal total- pero también era mi llave. De las travesuras con los "encargos" como no voy a recordar al famoso Loro Indaburo, al Negro García y al mismo Mauricio. Fernando Lerzundy y Jorge Alberto Páez eran el alma y el cuerpo del equipo de básquetbol .

De Chile hay mucho que contar, como la famosa entrevista, en donde le preguntaron a Fernando Lersundy cual era el promedio de estatura del equipo y él contesto: “uno ochenta y pico”. En Chile la palabra "pico" es un sinónimo del miembro masculino. Se imaginan al publico soltando la risa y observándonos con respeto de la cintura para abajo?

Recuerdo al Gorilita Quintero, a Castorcito, al Chino Carlos Ariza, a Fabio García, a Kike Lequerica quien nos llevaba a su casa de Manga para almorzar; al famoso Pulpo Umaña y a muchos otros queridos compañeros; de todos ellos queda algo grato en la vida de uno. Yo tengo los mejores recuerdos y podría contar muchas cosas que han sucedido en treinta y tres años, como del Mono Ignacio Ochoa y de Mauricio Soto mis grandes compañeros y grandes amigos.

Noooo… yo no era caníbal…en realidad era una madre "putativa". Pero como bien dicen: “perro que ladra no muerde”; solo hacía mover a los reclutas, ellos se tendían, saltaban solitos, hacían pulgas, se colgaban de las ventanas y de los cañones como lo deben recordar, el entonces Maestro Bernal (hoy arrepentido y convertido en venerable pastor cristiano) y Mauricio Soto, quien para no perder la costumbre me motivaba... diciéndome: -Chepe hay mucho ruido en las aulas -entonces pasábamos por los salones donde estaban los reclutas. Primero yo los ponía a flexionar y luego -generosamente pero con tono de complicidad- a Mauricio le decía: -ya se los calenté... ahora siga usted".

Por físico "prusiano", porque llegué de primero en una vuelta a la isla y de premio me metieron al equipo de atletismo, con Geza.

Paracaidista Grrr... Grrr...
Qué lo motivó para ingresar a la Infantería de Marina?

Mi capitán Urrea era el jefe del departamento de IM. En la Escuela Naval, él se encargó de motivarnos, entonces resolví cambiar de especialidad y nunca me ha pesado. En la IM me realicé como oficial, hice los cursos de paracaidista, lancero, hombre rana, demoliciones submarinas, inteligencia y ocupé todos los cargos de la Infantería de Marina, menos el de Comandante. También tuve que afrontar situaciones difíciles y muy duras como el terremoto de Tumaco; la muerte del coronel Persand; el rescate de las victimas del avión de Intercontinental en María La Baja, en fin, le puse el pecho y participé en varias operaciones de combate en los Montes de María, lo mismo que en el Putumayo y Caquetá.

El profesor Guillén, Mister May, el Teniente Fernando Gómez, el capitán Enciso. Todos ellos y otros más que se dedicaron a formar buenos cadetes.

Sin duda alguna al Teniente de Navío Luis Carlos Jaramillo Peña y al Capitán de Corbeta Enrique Román Bazurto.

Si, de la señorita San Andrés, la isleña Lilia Flórez y de la señorita Nariño, una linda pastusita llamada Liliana Márquez Z., hermana de Stella Márquez, quien fue reina de belleza de Colombia, virreina en el concurso de Miss Mundo y ahora vive en Manila, pués se casó con un filipino muy rico, dueño de un imperio azucarero de apellido Armenta.

Bueno varias veces estuve en la enfermería comprándole chocolates, pero afortunadamente no estuve enfermo. También fui a invocar los “espíritus” porque en 1970, las actividades esotéricas estuvieron de moda.

Sí, me encerraron por un día; todo por no dar una vuelta al siempre recordado y lamentado “último poste”, que me ordenó mi Alférez Rodríguez. Nunca se me olvidará esa tragedia personal. Pataleé y protesté para no entrar, pero el Capitán Héctor Calderón, Subdirector de la ENC y el Capitán IM Carlos Duque, me metieron -con honores- a físicos empujones, faltaron la banda de guerra y la policía militar naval. Más tarde Fabio García y el Mono Ochoa me llevaron gaseosa con arepa de huevo.

Indudablemente el que realizamos al Perú, en el año 1965, cuando desfilamos en Guayaquil, bailamos en Lima, salimos francos en Panamá y desenguayabamos en Cartagena. Rumbeamos con el Maestro Bernal y Mauricio Soto. Entonces estaba de moda “La bamba”.

El de Bogotá en 1965 como lo recordó Mauricio Soto en su reportaje, cuando la marina estrenó las gaitas y el de Guayaquil, también en el 65, con la inauguración de los Juegos Panamericanos. Y, en 1970, como oficial cuando desfilé de comandante del grupo de fuerzas especiales de la Armada Nacional en Bogotá.

No, no fui mamagallo. Durante la vida de escuela fui fusilero escolta. Como buen infante de marina me gustaba la obviamente infantería, el orden cerrado y el abierto, como la campaña en Coquitos, la cual terminó en una verdadera batalla a piedra, en el cementerio de Pasacaballos, donde el gorilín me rompió la cara.

Añoro de verdad el tiempo de escuela y lo recuerdo con nostalgia, pues es mi vida, son mis compañeros, mis superiores, mis amigos, todo lo que soy se lo debo a esa época. Pocos años más tarde conocí a Marie-Laure con quien me casé y tuve a mis adoradas hijas Carolina y Cristina; ahora tengo a mis idolatrados nietos Laura Cristina, Santiago y Nicolás. La familia creció con mis yernos el Teniente de Navío Ludwing Moog y el Oficial Mercante Fernando Molano, que son propias tropas. En esa época también conocí lo bueno -y lo malo-; lo bonito -y lo feo- de la vida, pero el resultado final es favorable.

Realmente el enfermero Pinto con La corredera del 38 de manera desinteresada y altruísta ha llenado un vacío y se ha lucido. En cada edición ha dejado un mensaje muy grande de integración, pero más aún, ha fortalecido el compañerismo y la mística. La corredera del 38 para mi, es el medio de comunicación y de unión entre todos los oficiales y cadetes (retirados y activos) más importante al servicio de la Armada Nacional.

Que no cambiemos; que sigamos con el mismo espíritu con que entramos a la Escuela Naval; que donde estemos hagamos Armada Nacional, hagamos Patria; que nos demos la mano y nos ayudemos todos. Que por intermedio del enfermero Pinto y de su ya famosa e imprescindible “Corredera del 38” nos sigamos comunicando para estar siempre unidos. Que no perdamos la mística naval. Que cuando suene el hermoso Himno de la Armada se nos hinche el corazón de orgullo y cantemos a viva voz: ”Viva Colombia, soy marinero...”.

Por: Jorge Serpa

Erazo CN 38-082

Pero si las virtudes de Betty eran notorias y relevantes había que temerle a su desenfrenada inclinación por las cosas del más allá. Le encantaba frecuentar pitonisas, clarividentes, espiritistas y hechiceras; además, poseía la sibilina facultad de poder leer las cartas en una vieja baraja que había heredado de su abuela, famosa arúspice y sibila, oriunda del Socorro, en donde, por muchos años practicó con éxito, entre sus amistades, el misterioso y arcano oficio de vidente o provicera, según me contaron algunas personas del lugar que la conocieron y le temieron.

Aún estaban frescas en mi memoria las escenas que ocurrieron dos años atrás con el Profesor Ben, un brujo que de buenas a primeras apareció un día en mi apartamento, promocionado por Betty y aceptado por otros residentes del edificio, con propósitos específicos para tres de las cinco familias que allí habitaban. En mi caso personal, el Profesor Ben llegó al recinto de mi biblioteca, con mi aprobación, por tener la fórmula mágica para adelgazar, sin tratamientos, sin dietas, sin ejercicios, en una palabra sin sacrificios. En efecto, Betty me había convencido que ella sabía de un nigromántico, con poderes extranaturales, oriundo del departamento del Chocó que, usando recónditas facultades de las cuales estaba dotado, podía reducir mi peso en poco tiempo. La verdad sea revelada, una de las batallas que había venido perdiendo en la vida era contra la obesidad. Con el paso de los años, mi abdomen había aumentado a causa del mayor apetito, la actividad sedentaria y una vida disipada, donde el alcohol constituía el mayor ingrediente. Entonces la aparición del Profesor Ben, era una alternativa atractiva, que nunca había explorado en mi largo y difícil empeño por reducir las medidas de volumen y de peso.

El aquelarre se llevó a efecto un sábado en horas de la mañana, como se dijo atrás, en la biblioteca de mi residencia. Allí encontré al Profesor Ben, un hombre corpulento de raza negra, pero el tono de su piel lo era en grado superlativo, ataviado con un vestido color beige, estilo safari de manga corta, quien ostentaba variedad de anillos, pulseras y collares, no sé si de oro o imitación; a sus pies reposaba un maletín, de los que usaban los médicos cuando atendían a domicilio. Después del saludo de rigor, nos dijo a Betty y a mí, que su método era único, efectivo y corto. Después de las explicaciones preliminares, de referir algunas experiencias y recalcar sobre sus extraños pero efectivos poderes, ordenó de modo imperativo salir a Betty del recinto y cerró la puerta con seguro. Acto seguido, con el tono de voz que usan los conspiradores, me dijo:

Docto.. Jorge... a mí me contrataron para otra cosa. Resulta que... su mujer sabe que usted tiene una amante y ella quiere que yo se la ahuyente. Pero de ninguna manera lo voy a hacer. Por el contrario, voy a ponerlo a usted en tratamiento para atraerle más mujeres, para que tenga hasta un harén... Por favor, desnúdese de la cintura para arriba, cierre los ojos y coloque los brazos en cruz.

Seguidamente empezó a rociar sobre mi cuerpo una especie de agua perfumada y a recitar una retahíla de palabras o frases incomprensibles, propias de un dialecto indígena, mientras daba vueltas en mi rededor. Tocaba mis hombros con las puntas de los dedos y refregaba mi espalda con la palma de sus manos. Era todo un rito pagano, que solo había presenciado en películas de espanto o brujería. Después me solicitó orinar en un pequeño frasco y traer todas mis lociones y aguas de colonia, a las cuales, agregó una sustancia extraña que cambió de inmediato el color de las fragancias sin modificar el aroma. Para terminar, buscó una de las materas que adornaban la sala y enterró con sus manos el recipiente con la muestra de orina. Antes de partir para otro de los apartamentos y después de recibir el valor de sus onerosos honorarios, le entregó a Betty unas esencias para sahumerios, los que se debían realizar dos veces al día, mañana y tarde, cumpliendo determinado patrón y recitando una letanía que dejó en una hoja fotocopiada.

Me enteré por María, la portera, que en el mismo edificio, las esposas de dos de mis vecinos padecían de los mismos temores que afectaban a Betty y habían contratado al Profesor Ben para los mismos propósitos y menesteres. En el apartamento 302, residía el capitán de fragata Alfredo Mayorga, retirado de la Armada Nacional, quien después se vinculó a la Flota Mercante como capitán de altura, para luego desempeñar un cargo administrativo en Bogotá. En el apartamento 402, vivía el doctor Eduardo Castañeda, médico ginecólogo de la Clínica de Marly. El capitán Mayorga, el doctor Castañeda y yo estábamos acusados de lo mismo: de ser infieles, de tener amante. María, la persona más enterada de lo que ocurría en cada uno de los apartamentos, me comentó sobre las inquietudes de las tres señoras y de la terapia que estaban empleando, por cuanto ahora, todo el edificio, desde los garajes hasta la terraza, estaban fuertemente aromatizados con los olores que expelían los sahumerios que en los tres apartamentos religiosamente, a mañana y tarde, quemaban.

Ciertamente, para entonces, mantenía una incipiente relación con Martha, una hermosa abogada, que trabajaba en una firma de auditores. Esos amores profanos, en ningún momento pusieron en peligro la estabilidad de mi matrimonio. Ella sabía todo sobre mí y nuestros encuentros solo se efectuaban furtivamente, en restaurantes que no ofrecían ningún riesgo y en los moteles aledaños al aeropuerto. Solo en una ocasión que tuve que viajar a Cartagena, por asuntos de trabajo a un congreso, viajé con ella y pasamos un fin de semana, disfrutando de los placeres mundanos. Betty sabía algo de esos amoríos. Ignoro cómo se enteró, pero esa fue la razón para contactar al Profesor Ben. La infidelidad del capitán Mayorga, era conocida por todos los residentes del edificio, puesto que lo veíamos utilizar el teléfono de la portería con mucha frecuencia, a diferentes horas, hablando afectuosa y plácidamente por largo tiempo, en voz baja; además cuando lo encontrábamos pegado del teléfono, nos saludaba guiñando el ojo, insinuando, de esa manera, pasáramos de largo, sin estrechar su mano. Del doctor Castañeda, solo sospechaba su mujer, quien hizo extensivo su secreto a las otras dos señoras. Después me enteré que tenía amores con una estudiante de medicina. Entonces las tres damas, acudieron a la brujería, recurrieron al Profesor Ben.

No alcanzaron a pasar tres semanas cuando Martha apareció en mi oficina. Me habló con toda franqueza del amor que me profesaba y de lo mal que se sentía al ser considerada -la otra-, siempre "pasajera en el baúl de mi automóvil" y de su despreciable condición de amante sin ninguna clase de expectativa decente. Perentoriamente me exigió una definición: acababa mi matrimonio y me quedaba con ella o todo se terminaba entre los dos. Desde luego, como ocurre en estos casos, le solicité un plazo para tomar la decisión. Le expliqué -acabar un matrimonio de la noche a la mañana- es difícil, más cuando hay un hijo. -Le agregué -esas no eran las reglas que habíamos establecido- Me argumentó -ese no podía ser su futuro, quería formar un hogar y tener hijos. Martha tenía razón. No podía sacrificar sus aspiraciones en aras de mantener un pecado. Extrañamente, en esa ocasión, Martha fue inflexible y decidida. No cedió y el romance terminó en ese instante amigablemente. Así, en medio de sus lágrimas que de algún modo me afectaron, nos despedimos, luego de haber compartido un último almuerzo, un último trago y un último beso.

Al cabo de una semana, en el garaje, me encontré con el capitán Mayorga. Su rostro tenía el semblante de una persona afligida por la amargura y desconsuelo. No le pregunté sobre sus desdichas, pero nunca imaginé que tal postración obedecía al final de su idilio extramatrimonial. Pocos minutos después, María me relató los últimos acontecimientos del apartamento 302; la amante del Capitán le había dejado por otro y el viejo lobo de mar, se había entregado a la pena y al licor. Días más tarde, la misma fuente me informó lo que le ocurrió al doctor Eduardo Castañeda; su mujer lo había pillado, en un restaurante cercano a la clínica, cogido de la mano de su alumna. En ese lugar e instante, para Castañeda y su amada discípula todo acabó.

En la siguiente reunión de los residentes del edificio "Altos del Castillo", programada en el apartamento 402 de la familia Castañeda, para atender los asuntos administrativos y domésticos del inmueble, al concluir los puntos del orden del día, las señoras quedaron en la sala y los señores pasamos al estudio, donde apuramos un whisky ofrecido por los dueños de casa. Allí, luego de conversar trivialidades salió a colación el Profesor Ben, el verdadero culpable que puso punto final a nuestras aventuras amorosas. Cautelosamente en ningún momento señalé la participación principal de Betty en este complot. En los tres casos el brujo había obrado con la misma estrategia. La misma historia, con algunas ligeras variaciones, permitió el acceso del nefasto Profesor al edificio Altos del Castillo. Para el capitán Mayorga, la venta rápida de un negocio que lo estaba llevando a la ruina; para el doctor Castañeda, la pronta definición jurídica a su favor de un pleito que llevaba varios años estancado, causándole graves perjuicios pecuniarios; y para mí, el tratamiento para adelgazar. Una mujer supersticiosa, un brujo taimado, tres incautos y pérfidos maridos y tres amores perdidos. Fue entonces, cuando una frase pronunciada por mi abuelo, con alguna frecuencia, tuvo real vigencia:

Tal como lo habíamos acordado, a la mañana siguiente, tan pronto como amaneció, buscamos afanosamente los frascos con las muestras de orina que el Profesor Ben había enterrado en sendas materas, en cada uno de los tres apartamentos. El capitán Mayorga y yo coincidimos en la portería y arrojamos contra un poste, al unísono, aquellos frascos que además de contener los meados de dos incautos adúlteros, eran el instrumento maldito de una superchería. El doctor Castañeda, más pragmático y menos partidario de participar en un exorcismo colectivo, arrojó sus embotellados orines al cesto de la basura. En los apartamentos 202, 302 y 402 del edificio Altos del Castillo todo volvió a la rutina normal. Pero todo no concluyó allí, seis meses más tarde, en horas de la madrugada, un automóvil que transitaba a gran velocidad se estrelló contra el poste y su conductor murió en el acto. ¿Ese fue otro acto endemoniado del Profesor Ben? ¡ Nunca se sabrá!

Nota: Lo relatado en el anterior artículo, como todo texto novelesco, pertenece a la ficción e imaginación del autor y los nombres son ficticios. Cualquier similitud o parecido con la realidad es pura y neta coincidencia.

Leyendo la prensa deportiva nacional, se encuentra el mal momento que vive el fútbol bogotano, y muy especialmente por los lados de “Millonarios”, un equipo cuya hinchada vive del recuerdo y de echarle el agua sucia a otros. Sin embargo para muchos de los hinchas pensantes de Millos, su eterna y postrante crisis de los últimos tiempos les ha servido para reconsiderar positivamente su amor por el “equipo azul”, color que no está de moda ni en deportes ni en política.

En una carta enviada por algún aficionado al Editor de “El Tiempo” se analiza en forma muy agradable y modesta, la crisis de Millonarios y algunos de los motivos por los cuales es bueno ser hincha del equipo Embajador (¿?):

1. Ahorras dinero en boletas y pasajes pues ya no vas al estadio ni necesitas viajar a otras ciudades o al extranjero a hacerle barra, pues el equipo está en el fondo de la tabla, lejos de los hoctogonales y muchísimo más de cualquier final o campeonato.

2. No tienes que hacer cálculos complicados para saber cuantas victorias se tienen ya que la mayoría son derrotas y afianzas el pensamiento de Maturana: “perdiendo se aprende”, por lo cual te consideras doctor en la materia.

3. Tienes siempre nuevos jugadores para idolatrar y hasta se anhela el retorno de Arnoldo Iguarán para ver si puede “sacar el equipo de la olla”, o el “enésimo” entrenador que reemplazará al que acaban de sacar por rosquero y malo.

4. Tienes siempre nuevos jugadores para insultar, ya que las nuevas contrataciones están en edad “geriátrica” y a punto de la jubilación. Además el árbitro estaba cargado y le puso la roja a un alumno del “gamín” Ramírez que le echó la madre por no pitar un penalti inexistente.

5. Todos los lunes por la mañana tus colegas en el trabajo y tus amigos de otras divisas están deseosos por saludarte y preguntarte los resultados del último partido que “desconocen. ¿Son sinceros o te están “mamando gallo”?.

6. Tienes siempre la disculpa de algún lesionado que habría cambiado la historia del partido, o que algún nuevo pariente de la negramenta actual llegue como miembro y vital refuerzo, o que vuelvan los inmejorables tiempos de Rodríguez Gacha cuando todo era “bacano y legal”.

7. Se goza de buena memoria: recuerdas hechos sobresalientes que ocurrieron hace muchisísimos años, pues ya estás como los viejitos que tienen más pasado que futuro.

8. Desde antes de la mitad del campeonato te vuelves un excelente y práctico miembro de familia, pues puedes salir a pasear tranquilo con ellos todo el domingo sin estar pendiente de los resultados de los partidos que asumes y normalmente son adversos.

9. Hay tiempo y deseos de cultivar otros intereses aparte del fútbol, por ejemplo el tejo que te puede traer mayores satisfacciones y estar más acorde con tu “nacionalismo criollo”.

10. Te puede traer grandes ventajas económicas pues como regularmente caminas cabizbajo, es muy probable que encuentres plata tirada en el piso, de donde también puedes recoger tu moral ante un fugaz triunfo.

11. Ser hincha de Millos ayuda a que tu fe crezca, ya que todos los domingos con gran fervor y ruego interior le pides a Dios un milagrito.

12. Se te facilita, con ejemplos prácticos, la crianza de tus hijos ya que desde pequeños aprenden lo que es perder y “no aceptar perder”. A pesar de que casi nunca ganas les inculcas un complejo de “superioridad” (¿?).

13. Si invitas a tus amigos hinchas del mismo “glorioso equipo” a ver por T.V. un partido en tu residencia, sabes que apenas termine se irán aburridos y no tendrás que derrochar en comida y bebidas.

14. Ser de Millonarios te hace solidario, ya que aprendes a compartir las penas (a escondidas y con soberbia) con otros hinchas de tu misma divisa y siempre tendrás otro equipo del que puedas rajar sin darte cuenta de la triste realidad actual...

Yo quiero también ser solidario y comparto con ustedes, inmejorables y ejemplares caballeros, estos momentos difíciles, deseándoles con toda sinceridad que este nuevo año todo les funcione bien, tal y como lo merecen tan nobles aficionados ¡Feliz Navidad y Venturoso Año Nuevo! (Ojalá consigan el entrenador que se merecen para que los llene de gloria y una nómina que sienta verdadero orgullo y “verraquera” de pertenecer a tan benemérita y tradicional institución).

-Se espera respuesta de los adoloridos-

Trinquete Romántico

POESÍA MARINERA

Ecos en la distancia

Si pudiera volar... seria gaviota

si pudiera sentir... seria sentimiento

si pudiera navegar... seria velero

si pudiera creer... seria verdad

si pudiera ser grande... seria mar

Anónimo

Un marino

Cuando todo se ha conjugado en un espacio de agua salada

cuando las olas te acarician, mas no te golpean

cuando te sientes parte del cardumen

cuando penetra en tu corazón la marea

cuando la luna forma parte de tu color de piel

cuando el alma se regocija con el ocaso

cuando logras escuchar las historias del viento de la mañana

cuando sabes leer la escritura eterna de las olas

cuando tus ojos descansan en el horizonte

cuando escuchas al delfín y la yubarta

cuando encuentras la paz anhelada

entonces... habrás empezado a entender qué es un marino

Anónimo

MAMPARO INFORMATIVO ESPECIAL

Inicialmente al llegar a la ENC (ENAP) me correspondió el número 58; la numeración era corrida.- Luego iniciaron ponerle el número del Contingente seguido por el corrido en orden alfabético; nos correspondía el No. 13 (el anterior de Uribe Peláez, Cediel, etc. era el 12), pero "Lord Popa" (que era el dueño de la Corredera) resolvió y convenció al Comando que éramos el 14 y por consiguiente me correspondió el No. 14-004.-

Luego hubo un curso especial de Administración (dos Caleños, dos Barranquilleros y el Marinero Trinito "Torres" que debía salir antes que los dos contingentes anotados; de este solo se graduó Trinito (q.e.p.d.) y por este lado podríamos también ser la Promoción XIV.- En consecuencia somos el Contingente 13 Promoción XIV y mi número repito 14-004.- Como se sabe, el Sr. Almirante Parra no le dejó poner a la Fragata Brión el número 13 que le correspondía, sino 14, pues el día 13, con la Orden de Operaciones Nº 13 se les ahogó en Corea un tripulante (Padilla 11, Tono 12 y Brion 14).- El Hotel Tequendama no tiene piso 13.- Los aviones gringos de SUMA no tienen fila 13.- 2).

Después de degustar ese par de sonetos uno de los cuales, merecí, ya puedes continuar con tu serie golfística. Ja ja ja... te saqué la piedra, pero valió la pena, porque entre otras cosas, lo común que tenemos con el golf son las "putteadas". Nuevamente quiero solicitar tu ayuda para conseguir, a través de tu hermano Gustavo, en El Espectador, un soneto que me gustaría conocieran todos los lectores y se llama así:

Un fuerte abrazo. Si decides escribir en verso tu cartilla de golf, allí estaré, pero mientras ello ocurre seguiré deleitándome con las recomendaciones del manual muy creativo por cierto, de mi capitán Tarcisio (No hace falta citar el apellido, como nunca hizo falta citar los de mi teniente Vitelmo y mi teniente Saturnino)

Un cordial saludo y mis felicitaciones por la excelente entrevista virtual que le hizo al señor Comandante de la Armada. Entre las cosas interesantes que encontré fue el hecho de que el señor Almirante haya sido estudiante del Liceo de la Salle, del cual también me siento orgulloso de haber estudiado toda mi primaria y el bachillerato hasta mi ingreso a la Escuela Naval. Debo confesar que después de 26 años de haber pisado la ENAP por primera vez, al fin vine a saber de donde venía la frase "...recluta usted cree que este es el colegio del hermano Clavo...?" Nunca es tarde para aprender algo nuevo.

Después de una muy grata permanencia en la Escuela Naval "Almirante Padilla", como Decano de Ingeniería y luego como Decano Académico, el mando naval me ha destinado a la Fuerza Naval del Caribe como Ingeniero de la Fuerza, traslado muy importante entre la comunidad de Ingenieros y el cual recibiré el día lunes 16 de diciembre. Me reemplaza en la Decanatura Académica el señor CF Carlos Hugo Mejía.

Aprovecho para informarle mi e-mail en atenta solicitud de que me siga llegando la Corredera del 38, ya que se ha vuelto el medio de difusión más apetecido para todo marino colombiano. Desde mi nuevo cargo esteré a las órdenes de todos los suscriptores de La corredera del 38.

Por último deseo comunicarle al selecto grupo de lectores que el pasado 6 de diciembre en el Club de Ingenieros de la ciudad de Bogotá la Asociación Colombiana de Facultades de Ingeniería (ACOFI), en su sesión anual de premiación, entregó el premio ACOFI 2002, en segundo lugar, a la Escuela Naval por el trabajo "Sistematización y Desarrollo del Canal de Pruebas de la Escuela Naval Almirante Padilla", el cual fue presentado por los señores TN Carlos Garcés y TN Carlos Mojica, bajo la Dirección del suscrito. Atentamente,
CN Luis A. Ordóñez CN 73-012 -Ingeniero FNC-

OBITUARIOS

ARMANDO ALVARADO

El 11 de diciembre falleció en Sogamoso el señor Armado Alvarado, ilustre hijo de Boyacá, quien fundó la ciudadela industrial de Sogamoso y fue alcalde de este importante municipio. Armando era el padre del Capitán de Navío Ricardo Alvarado Reyes, integrante del contingente 39. Nuestras sentidas condolencias a Ricardo y a su distinguida familia.

PAÑOL DE CURIOSIDADES

Por: Juancho Rubio

Corresponsal desde "El bosque"

REALIDAD QUE NO ES VIRTUAL

El rico vive del pobre.
El policía cuida a los dos.
El ciudadano común se cuida de los tres.
El trabajador mantiene a los cuatro.
El vago come de los cinco.
El comerciante desnuda a los seis.
El abogado enreda a los siete.
El cantinero emborracha a los ocho.
El cura absuelve a los nueve.
El medico mata a los diez.
El sepulturero entierra a los once.

ZAFARRANCHO GRÁFICO

Contis del 37, 38 y 39

En Cartagena, el pasado 29 de diciembre, Chepe Calderón CN 38-004 y señora Marie Laure, ofrecieron una opípara y animada cena para celebrar el fin de año a la cual fueron invitados el Comandante de la ARC Valm Mauricio Soto CN 38-019 y señora Carmencita, el Calm Fabio Garrido CN 39-022 y señora Elvirita y Gustavo Ramírez CN 37-050.

Economía informal

Un paparazzi de Melgar capta con teleobjetivo el instante en el cual el "Pollo" y CN Ricardo García, vinculado formalmente a la economía del rebusque, transporta un bulto de espinacas y suelta una carcajada para hacerse acreedor a una buena propina. Esta es una prueba para reajustar los sueldos de retiro.

El pasado 6 de diciembre fueron despedidos el conti Carlos Umaña Caicedo CN 38-024 y su esposa Beatriz, quienes fijarán su residencia en la ciudad de Barranquilla, por nuestro tambor Mayor y Vate aún Mayor Jorge Alberto Páez Escobar CN 37-042 y su Sargento Mayor Rebeca de Páez. A la reunión fue invitado el conti Guillermo A. Rincón Bastos CN ??? y señora Vera de Rincón. Actualmente Carlos Umaña se desempeña como Oficial Supervisor del puerto de Barranquilla. Felicitaciones en su nueva residencia y éxitos en sus importantes actividades marineras.

El pasado 18 de diciembre, viajó a Miami, el conti Sigifredo Velandia Rocha CN 38-053, con el propósito de visitar y acompañar a su hermano Leonel, quien se encuentra muy delicado de salud. El capi Velandia regresará a Bogotá el 16 de enero. Para los amigos y compañeros residentes en Miami que deseen hablar con Sigifredo, el teléfono donde lo pueden localizar es (305) 388-6279.

Con motivo de su nuevo estado civil, envidiable desde todo punto de vista, pero confuso desde la óptica racional, el Capi y Mono Carlos Prieto Ávila CN 34-034, además del amor en todos los tiempos..., se ha entregado de cuerpo y alma al estudio disipado de la historia, a la meditación desmedida como budista incipiente y a la práctica desenfrenada del Reiki.

El inquieto mono y capitán, convertido ahora en historiador, budista y reikista, desde hace meses está chicaneando con algunos escritos sobre diversos temas. En los dos años que lleva en el cyberespacio La corredera del 38, los contis solo han leído de su autoría, una carta al náufrago Róbinson, reivindicando al General Santander. Sus frustrados lectores, no le han leído nada sobre Padilla o sobre otros temas, con los que acostumbra a despertar el apetito dialéctico de sus impacientes, escépticos y descrestados interlocutores.

Edgar Spicker CN 35-062 ha expresado a varios contis la necesidad de reducir a 15 renglones la edición de La corredera del 38, por cuanto la extensión del informativo es larga y "ladrilluda" de leer. Tan apropiada e interesante propuesta será debatida y tenida en cuenta por quienes trabajan en esta quijotesca labor, para evitarle molestias y darle gusto a tan apreciado e importante suscriptor.

Nota de la dirección: favor enviar con anticipación, vía e-mail, letra minúscula, tipo arial, tamaño 10, los eventos, actos y novedades sociales de todos los contis de cualquier contingente o grado (matrimonios, grados, fallecimientos, nacimientos, ascensos, nombramientos, viajes, cumpleaños, etc.) con la respectiva fecha para su publicación oportuna. corredera38@hotmail.com

RECOMENDACION Para una mejor recepción de La corredera del 38, se recomienda bajar de internet Microsoft Outlook Express que pone en su escritorio el mundo de la comunicación en línea. Tanto si desea intercambiar correo electrónico con sus colaboradores o amigos como si quiere unirse a grupos de noticias para compartir ideas e información

Para utilizar con eficiencia el tiempo que está conectado, puede descargar mensajes o grupos de noticias completos para no tener que estar conectado al para leerlos. También puede descargar únicamente encabezados de mensajes para verlos sin conexión y después marcar los encabezados de los mensajes que desee leer; después, la próxima vez que se conecte, Outlook Express descargará el texto de dichos mensajes. También puede redactar mensajes sin conexión y enviarlos la próxima vez que vuelva a conectarse.

Deseo agradecer en compañía de Sandra y mis hijos, el divulgar amablemente nuestro ascenso al grado de capitanes de navío. Continúo esta singladura sin igual desde la jefatura de la Casa Militar donde siempre estaré atento a servir a nuestra gran familia naval. Felicitaciones por este maravilloso instrumento de información.

Manuel Mogollón CN 35-???

Mi querido corredero y suboficial Aldana:
Gracias en nombre de Betty, de mis hijos Giorgio, Mónica, Camilo y en el mío propio, por todos los buenos ratos que nos hiciste pasar con tus acertadas ediciones de la "Corredera del 38".
¡F E L I Z N A V I D A D! CORREDERO Y AMIGO.
Jorge Enrique Quintero Ruiz CN 38-049
Aclaración:

Estimado enfermero Pinto Director

Aprecio altamente sus mejores intenciones al participarme de los boletines e informes de su prestigioso y cibernético periódico "La corredera del 38", quisiera leerlos todos pero, infortunadamente, la mayoría llegan abortados. Supongo que el portal de mi correo no tiene la suficiente capacidad para recibir mensajes de un gran numero de bits. Pienso que esa pueda ser la razón. Un saludo cordial con espíritu navideño para todos los contis del 38, 39, 40, 37 y, por supuesto, los inolvidables del 36.

Ing. Absalón Cagua Baquero - CN 36-054

Estimados Contis:
Estando en estas festividades quiero compartir con todos ustedes el mascarón de proa y desearles a todos una muy feliz navidad y un próspero año 2003.

Carlos A. Piñeros Schuster CN 42-110

MANTENIMIENTO DE LAS TRADICIONES

Muchas gracias y felicitaciones por tan excelente forma de comunicación y mantenimiento de las tradiciones.
Juan Manuel Soltau Ospina CN 84-113

Aprovecho la ocasión para manifestar mis felicitaciones por este gran lazo de unión entre todos los ex-alumnos de la Escuela Naval Almirante Padilla, que además desde la distancia, sirve para estar al día de los acontecimientos. Deseo solicitar al Enfermero Pinto se le transmita esta publicación a mi padre el Capitán de Navío (r) Jorge Alfonso Guerrero Echeverry agradeciendo de antemano y de nuevo felicitándolos por tan excelente publicación.

Jorge Alfonso Guerrero Daza CN 84-059 Comandante Guardacostas del Amazonas (nueva unidad de la ARC)

Reciba un afectuoso saludo y mis más sinceras felicitaciones, que quiero hacer extensiva a toda la directiva de La corredera del 38, por tan excelente publicación, de antemano les agradezco me sigan enviando tan interesante y amena publicación a mi nueva dirección de correo electrónico.

Por otro lado, quiero solicitarles tomen nota de mi cambio de correo. Nos trasladamos a vivir a USA, desde hace aproximadamente 3 meses. No quisiera perderme de nuestra revista .... hace falta en el corazón !!!!.... nada que hacer... gracias a que los sabios de los contis, anteriores al nuestro, supieron hacer su labor.... " El amor con sangre entra...." palabras viejas pero sabias, verdad?

La corredera del 38

Director: Enfermero Pinto (exterminador de ladillas, ahora con Loción N° 25, para la PUVE)

Subdirector: Bóxer (encargado del pañol de deportes)

Editor: Suboficial Aldana (in charge of languages room)

Coordinador: Plinio (peluqueada al aire libre)

Redactor: Marinero Humberto Paipa Pongutá (Jefe de Transportes)

Impresores: "Bailabien" y "El Mudo" (expertos en peto y ragoüt)

Diagramadora: Norma (lavandera con 100-60-100)

Corresponsales desde El Bosque: Juancho Rubio y Esther Altamar (descuentos y precios especiales con VIAGRA)

Publicaciones: Restrepo (esperando gratificación desde hace 35 años)

Corrector: Viejito Aponte (Alfa está Bravo con Zulú porque Charles no le dio Whisky)

La corredera del 38- E-mail: corredera38@hotmail.com Suscripción gratuita Derechos Reservados. Se invita a divulgar la información aquí contenida, citando la fuente.
Si usted no desea seguir recibiendo este informativo virtual, por favor infórmelo vía e-mail