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Desempeñó cargos que hacen honor a su nombre y al lugar que logró ocupar.

Comandante del ARC Antioquía, comandante de la base fluvial ARC Barranquilla , comandante de la base Naval ARC Bolivar, Director General de Marina, agregado naval de la embajada de Colombia en Washington, comandante de la Armada Nacional, gerente del Instituto de crédito territorial, hoy Inurbe, ministro de obras públicas, miembro de la junta militar de gobierno que sustituyó al depuesto general Gustavo Rojas Pinilla. Esta junta conocida popularmente con el nombre de los quíntuples, asumió el poder el 10 de mayo de 1957 y estaba constituida por los generales Gabriel París Gordillo, Rafael Navas Pardo, Luis Ernesto Ordóñez Castillo ,Deogracias Fonseca Espinoza y el contralmirante, Rubén Piedrahíta Arango de la Armada Nacional.

El 2 de mayo de 1958, en un plan que pretendía reponer en el poder al general Gustavo Rojas Pinilla, el coronel Fernando Forero, comandante de la policía militar ,hizo aprender a cuatro miembros de la junta militar de gobierno y conducirlos al cuartel Caldas.

El vice-Almirante Piedrahíta que había logrado escapar, dirigió desde el palacio de San Carlos la operación de rescate de sus compañeros de gobierno ejecutivo. Tras esta crisis, se acataron las órdenes de la Asamblea Nacional constituyente de corte dictatorial y se convocó a elecciones presidenciales. La junta militar entregó el poder el 7 de agosto de 1958 a Alberto Lleras Camargo, primer mandatario del frente nacional.

“RUBIO“ Como lo llamaban en casa cariñosamente, contrajo matrimonio en Cartagena, parroquia de Santa Cruz, en manga, con Dora Clement Plata, El 5 de agosto de 1945, de aquella unión nacieron Dora Lucía, Ilse Beatriz y Rosa María.

Murió en Bogotá el 2 de agosto de 1979.

El óleo del contralmirante Piedrahíta, es réplica del retrato que reposa en el museo nacional y fue pintado por el artista quiteño ,Marco Antonio Salas Yepes.

Tomado del libro “ La pinacoteca del Cabildo de Yarumal “ por Mauricio Restrepo Gil.

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TROZOS DE EVENTOS, PERSONAS Y OBJETOS

OLVIDADOS POR LA HISTORIA(2)

VALM (ra) Carlos Ospina Cubillos

Hace unos años, ya perdiéndose en nuestra memoria, por allá por los años de 1942 que un distinguido Teniente de Fragata llamado Jorge Pardo Montero, tuvo la iniciativa de empezar en nuestra Armada la especialidad de Bucería. Su proyecto lo apoyó en su experiencia en un curso que realizó en Estados Unidos y en unos equipos de bucería de origen desconocido que existían en una bodega de la Base Naval. La Armada apoyó el proyecto y así se dio el paso

para iniciar la valiosa e importante tarea del Buzo, en la defensa y desarrollo de nuestra Patria.

En este evento, hubo algo ya olvidado, casi increíble y que ojalá alguien logre aclarar con certeza y ello fue: Cual fue el origen de esas 5 escafandras y sus equipos de suministro de aire que se hallaron en la bodega y que aparentemente y por su diseño, al usarlas tenían más de cien años de construidas y de haberse remplazado ya por un modelo más seguro?

Parte de la respuesta o de su complique, sucedió hace algo más de 50 años, cuando en la Base Naval se vendió como chatarra una gran cantidad de elementos viejos y sin uso que habían sido dados de baja legalmente y que estaban medio abandonados en bodegas, entre ellos 5 escafandras y los restos inservibles de sus equipos de aire. Estos materiales que fueron usados por los primeros alumnos ,incluso oficiales que los recuerdan claramente ,habían sido desechados muy pronto pues se reconoció su peligro ya que su diseño, muy primitivo, era para ser usados sin el traje de caucho o sea el sistema de aire no era hermético y la escafandra dejaba que el aire inyectado desde la superficie escapara por abajo, esto obligaba a que el buzo debía permanecer derecho para mantener su vida. La gran cantidad de accidentes obligó a la empresa constructora en 1830 a diseñar un traje de caucho hermético con un cuello metálico que se asegurara a la escafandra por medio de una serie de tornillos o pernos que incluía el nuevo casco en su diseño. A partir de este momento las escafandra antiguas se clasificaban como “sin pernos” y las modernas como “con pernos”. Claramente las escafandras que usaron nuestros primero buzos en 1942 y de las cuales hoy se conserva una en el Museo Naval del Caribe y que luego fueron vendidas como chatarra son “sin pernos” como se ve en la fotografía o sea diseñadas y construidas antes de 1830. Este suceso nos deja un gran ejemplo: como unos valientes marinos, conociendo las limitaciones de unos antiguos equipos de buceo, los usaron para iniciar la primera etapa de la valiosa especialidad de bucería y que lo hicieron con tanto interés y cuidado, que a pesar de sus limitaciones de construcción no hubo graves accidentes y así se cumplió la meta institucional de iniciar esta nueva especialidad de bucería, que hoy es nuestro orgullo, a ellos no debemos olvidarlos.

En investigaciones posteriores sobre un Submarino (para sacar perlas) que negoció el General Tomas Cipriano de Mosquera en los años de 1850 encontré una carta en que le ofrece a un amigo en Bogotá el envío de unas “máquinas de buceo “para explorar la Laguna de Guatavita, aclarándole que las había probado en Panamá y que permitían a un hombre trabajar bajo el agua varias horas. Al respecto no se ha encontrado más información, pero sí deja una idea de la llegada de estos especiales equipos al país y de un posible destino futuro al área de la Marina. Aún tenemos mucho que investigar…….

Equipo de buceo completo para uso de las escafandras “sin pernos” o sea sin traje hermético y con pesados zapato con plomo.

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Escafandra “sin pernos“ usada por nuestros primeros buzos. No tenía sistema para asegurarse al traje del buzo o sea no era hermética.

Clara comparación entre los dos tipos de escafandras y el informe de la Casa Constructora (letra chica) en que a partir de 1837 las escafandras seria unidas al traje en forma hermética por medio de pernos.

HISTORIAS NAVALES OLVIDADAS: LA ESCUADRA DEL ALMIRANTE CERVERA

Tomado de Facebook – Grupo historias Navales olvidadas

Tal día como hoy, pero de 1898, a la salida de la bahía de Santiago de Cuba ―en el marco de la Guerra Hispano-Estadounidense― los estadounidenses hunden la escuadra de seis barcos mandada por el almirante Pascual Cervera. El enfrentamiento marítimo más relevante de la guerra Hispano-Cubano- Americana fue la batalla naval de Santiago de Cuba, acaecida el 3 de julio de 1898, a la salida de la bahía de Santiago, entre la flota española al mando del almirante Pascual Cervera y Topete, y la estadounidense dirigida por el almirante William Thomas Sampson. Estaba claro que las fuerzas navales estadounidenses eran superiores a las hispanas, a pesar de la inflamada retórica de políticos y periódicos españoles que hacían de la armada ibérica la mejor del mundo.

Antes de zarpar de Cádiz rumbo a Cuba, el Almirante Pascual Cervera le escribió una carta a su hermano en la que, entre otras cosas, le decía: "Vamos a un sacrificio tan estéril como inútil; y si en él muero, como parece seguro, cuida de mi mujer y de mis hijos.”. La escuadra española fue enviada a una guerra más que incierta por unos dirigentes políticos que conocían la superioridad del enemigo. .. Prefirieron sacrificar la flota a no enfrentarse a una población que había sido convencida del triunfo .por una prensa irresponsable y sensacionalista. Creía que el pueblo no habría permitido que el ejército no actuara ante un ataque contra el territorio nacional (Cuba, no era considerada una colonia, sino una provincia más del país)

A mediados de abril, el gobierno español había enviado otra escuadra, al mando del almirante Cervera, a defender las islas españolas del Caribe. Obligada a partir precipitadamente de la península, sin instrucciones precisas, y escasa de combustible que no logró comprar en ninguno de los puertos en que hizo escala, la flota se refugió en Santiago de Cuba para reponer carbón, víveres y aguada. Allí y ante la imposibilidad de acceder a la Bahía debido a las fortalezas defensivas españolas los estadounidenses optaron por bloquear la entrada al puerto con la escuadra del almirante Sampson. Cervera que nunca fue de la opinión del “más vale honra sin barcos…” quiso inutilizar sus buques y contribuir con su tripulación a la lucha por tierra, pero forzado por el gobierno se vio obligado a abandonar el puerto y

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enfrentarse a un enemigo contra el que poco podía hacer. EL Día 3 de julio perdía todos sus barcos en un combate desigual. Lo de los norteamericanos fue un simple ejercicio de tiro de barraca de feria

El 2 de julio de 1898, el capitán general español de la isla de Cuba, Ramón Blanco, ordenó desde La Habana al almirante Cervera que abandonara la bahía de Santiago de Cuba ante la inminente caída de la Plaza, rodeada por tropas norteamericanas y cubanas. Cervera sabía que iba al suicidio. Se enfrentarían, por España, el crucero acorazado Cristóbal Colón, los cruceros protegidos Infanta María Teresa (buque insignia donde navegaba Cervera), Vizcaya y Almirante Oquendo y los destructores Plutón y Furor; la escuadra de Estados Unidos la componían los modernos acorazados Iowa, Indiana y Oregón, el crucero acorazado Texas (similar al Maine), los cruceros protegidos Brooklyn y New York, el cañonero Ericsson y tres cruceros auxiliares, Gloucester, Resolute y Vixen.

A las 9:35h de la mañana del 3 de julio, el almirante Cervera dio la orden de partir y salió al frente de su escuadra a bordo del crucero Infanta María Teresa. El almirante Sampson estaba en tierra conferenciando con el general Shafter, comandante de todas las tropas terrestres de Estados Unidos, que asediaban Santiago de Cuba. Había ido en el crucero New York y regresó al final de la batalla, que fue dirigida por el comodoro Schley, a bordo del Brooklyn. Según órdenes de Cervera, los barcos españoles fueron saliendo por el estrecho canal de la bahía, en orden decreciente de tamaño y potencia de fuego. Todos siguieron la misma ruta: hacia el oeste, pegados a la costa para, en caso de desastre, embarrancar y salvar las tripulaciones que llegarían a la orilla.

Al salir del canal, Cervera enrumbó el Infanta María Teresa hacia el Brooklyn, que era el buque enemigo más cercano. Tal maniobra hizo que el comodoro Schley, a bordo del Brooklyn, diera la orden de dar media vuelta y alejarse para evitar un “espoloneamiento”; pero al ver que el Infanta María Teresa no intentaba esa estratagema, sino huir, ordenó regresar y en esa maniobra casi choca con el Texas. Entonces, la armada estadounidense rodeó al Infanta María Teresa y lo cañoneó a mansalva: toda la escuadra contra un solo buque. En ese tiempo, salieron de la bahía el Vizcaya y el Cristóbal Colón, que se alejaron intercambiando disparos a larga distancia. Le siguió el Almirante Oquendo que recibió la andanada de la flota americana.

Los últimos en salir fueron los destructores Furor y Plutón, que sufrieron importantes daños en poco tiempo; con su pequeña artillería poco pudieron hacer contra el enemigo. El Plutón se hundió rápidamente y el Furor presentó duro combate hasta que estalló sin dejar sobreviviente alguno. A bordo del Furor murió el capitán de navío Fernando Villaamil (oficial de mayor rango muerto en el combate), jefe de la escuadrilla de destructores e importante marino español (diseñador del primer destructor de la historia), héroe de la batalla. A Villaamil se le erigió un monumento, en 1911, por suscripción popular (encabezado por la entonces reina regente de España: María Cristina), en su natal Castropol. Tras liquidar los dos destructores hispanos, los buques americanos persiguieron al Vizcaya y lo acribillaron: luego fueron por el último buque que quedaba, el Cristóbal Colón que, al verse alcanzado, embarrancó para salvar a marineros y oficiales a bordo. Han pasado 4 horas y la escuadra española del Atlántico ha sido aniquilada.

En el puerto de Santiago tan solo permaneció el crucero Reina Mercedes, buque que no pertenecía a la escuadra de Cervera y que ya se encontraba allí cuando Cervera llegó. Al inicio del conflicto, el crucero “Reina Mercedes” había recalado en el puerto de Santiago de Cuba al tener las calderas en mal estado. El Gobierno presumió que allí sería más útil puesto que con su artillería y la columna de desembarco, podría prestar servicio como auxiliar lo que dotaría de algo más de fuerza a la mermada defensa de la plaza.

El «Reina Mercedes» fue hundido finalmente por su tripulación el 3 de julio de 1898 con el objetivo de taponar el canal de acceso tras el hundimiento de la escuadra del almirante Cervera. También fue sometido al bombardeo de los buques «Texas» y «Massachusetts». El plan no fraguó y la deriva lo llevó a hundirse a la playa. El crucero, construido en Cartagena para honrar a la Reina esposa de Alfonso XII, fue reflotado posteriormente por los norteamericanos y llegó a participar en la Segunda Guerra Mundial.

La escuadra española fue totalmente destruida, sufrió 371 muertos, 151 heridos y 1 670 prisioneros, entre ellos Cervera. Los norteamericanos tuvieron un muerto y dos heridos y como en España somos de aquella manera, al almirante Pascual Cervera y sus oficiales sobrevivientes se les formó un Consejo de Guerra, pero el clamor popular en España y en el exterior dieron como resultado el sobreseimiento de su causa y le fue restituido su honor de almirante. Quien suscribe puede dar fe de que a día de hoy por la Carretera Granma en dirección a las pequeñas playas de Daiquirí y Siboney, pueden verse los restos de los barcos encallados o hundidos de la flota de guerra española.

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William Thomas Sampson, Almirante de la escuadra norteamericana

El Almirante Oquendo destruido.

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CIDH: “SE DEBE REGLAMENTAR LA PROTESTA

SOCIAL”

Por: VALM (ra) Luis Alberto Ordóñez

El informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CICH, sorprendió a muchos y ha generado posiciones encontradas. Sin embargo, es el Estado colombiano el que debe tomar sus propias decisiones pues es el responsable de garantizar los derechos de todos los ciudadanos y las recomendaciones, en este caso, no son de obligatorio cumplimiento. El informe vale la pena leerlo completamente y retomar conceptos que en Colombia ni se pueden mencionar so pena de ser estigmatizado de enemigo de la protesta social, pero que la CIDH considera fundamentales para el buen ejercicio de esta.

La metodología utilizada por la CIDH de escuchar a todas las partes y consignar sus comentarios y quejas, antes de que se haya surtido el debido proceso y proferido un fallo, deja la sensación de que en Colombia se están cometiendo serios abusos y excesos contra la población civil. Sin embargo, también se mencionan los ataques y la violencia contra la Fuerza Pública, los daños a la infraestructura y las afectaciones por causa de los bloqueos. Pareciera que no quieren dejar a nadie sin escucharlo y que todas las quejas queden registradas; situación que en un país convencional sería lo lógico, pero en uno tan particular como el nuestro, podría considerarse que está siendo aprovechada por los interesados en desprestigiar al Estado y afectar la gobernabilidad utilizando las instancias internacionales que, en cortas visitas de tres días, difícilmente logran dimensionar el real problema que va mucho más allá de la expresión espontánea de algunos inconformes.

Con todo el respeto que se merece la CIDH, deben entender que Colombia es violento por naturaleza, desde el chofer de un vehículo de servicio público que se baja, cruceta en mano, a agredir a quien le pitó, o el ciclista que escupe al vehículo que lo sobrepasó muy cerca, pasando por quienes asesinan por un celular o se matan por un partido de fútbol, para llegar a las grandes ligas: las bandas armadas, las disidencias de las Farc o el ELN; organizaciones degradadas por el narcotráfico y las ansias de poder, al extremo que para ellos la vida no vale nada y les da lo mismo secuestrar, torturar o desmembrar a quien se les oponga o no les cumpla. Este no es un país fácil y los intereses van más allá, la delincuencia quiere generar desestabilización y hay políticos inescrupulosos que buscan sacar provecho del caos y el desorden; no de otra manera se entiende que marchas pacíficas, casi siempre, terminan en violencia. La autodenominada primera línea, los bloqueos y los sitios bautizados por sus gestores como de resistencia, van mucho más allá de lo que el sistema interamericano contempla como libre expresión de la población. Necesitamos una fuerza pública fortalecida y distinta a la de naciones convencionales donde el delito no tiene estas proporciones.

La realidad de Colombia en estos meses de protestas y con las múltiples consecuencias de los bloqueos y desmanes, generan preocupación, pues en Cali, por poner un ejemplo, se alcanzaron a tener altercados entre la ciudadanía desesperada por verse vulnerada, amenazada y sufriendo desabastecimiento. Poco faltó para una guerra urbana, hubo armas de lado y lado, violencia e irrespeto a la propiedad privada y a los mínimos principios de convivencia civilizada. ¿Que tal debilitar a la Policía Nacional o quitarla de un ministerio especializado como el de Defensa?

El gobierno nacional, aunque se demoró en reaccionar, logró imponer la autoridad a través de la Fuerza Pública y catalogar, como lo estipula el código penal, el bloqueo de vías como delito, porque los alcaldes de Bogotá, Medellín, y el peor de todos, Cali, no supieron controlar las situaciones y se les salió de las manos el orden público. La CICH no cuestiona estas actuaciones, pide no restringir de antemano y que esté tipificada debidamente la conducta como delito; ambos requisitos se cumplen con relación a los bloqueos, algo totalmente diferente a una afectación temporal a la movilidad por una marcha o plantón. Compete a los gobernantes generar las condiciones de seguridad y convivencia, cuando se habla de Estado todos están incluidos, para evitar que la comunidad cansada de tener que sufrir las consecuencias de la anarquía empiece a tomarse la justicia por sus manos, algo muy grave que no puede ocurrir; el monopolio de la fuerza es de la Nación.

Es necesario reglamentar la protesta social, expresa la CIDH en varios puntos de su informe y menciona la necesidad de una ley estatutaria. También dice que se promueva el diálogo en primera instancia y que los bloqueos se pueden prohibir, no a priori, pero sí basándose en normas estipuladas, como ya se mencionó. Se podría interpretar que antes de acudir a vías de hecho, los manifestantes deberían agotar la expresión de sus necesidades dialogando con las instancias correspondientes. La Constitución da las herramientas necesarias como son el derecho de petición, los cabildos abiertos, la iniciativa legislativa, la tutela, entre otras. Agotadas estas instancias, lógicas y en mi opinión necesarias, queda la protesta social como la última opción, y no la primera, pero siendo esta de todas maneras pacífica, ordenada y que afecte lo menos posible a terceros no participantes en ella. Los bloqueos, como se han dado en el país, distan mucho del ideario del sistema interamericano de derechos humano. Aquí lo que han buscado los violentos es sitiar ciudades y extorsionar al gobierno afectando la economía y generando la sensación de incapacidad del Estado. Eso es bastante distinto a hacerse escuchar y al espíritu de protesta social como expresión democrática y derecho ciudadano.

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TENEMOS QUE ATERRIZAR

Capitán de Navío Jorge Enrique Quintero Ruiz

Son ya muchos, tal vez demasiados, los correos que han venido circulando por las redes, así como los artículos de diferentes escritores hablando sobre el tema de la situación del país.

Es por ello que resulta un tanto difícil tener que empezar a aceptar que todo esto se encontraba represado y en mora de explotar desde hace mucho tiempo, y que por causa de un resentimiento revanchista de un candidato que no ganó la batalla, y que juró públicamente que no iba a dejar gobernar durante estos cuatro años, la situación ha ido en crecimiento exponencial sin que nada ni nadie la pueda al fin terminar, o por lo menos, quitarle la fuerza que se ha venido incrementando.

Este resentimiento con sabor a venganza, ha generado caos y violencia, terror e inseguridad, miedo e intranquilidad, y a su vez, es el triste resultado de una larga trayectoria de corrupción en todos los campos, político, militar, clerical, social; de haberse enquistado la falta de ética y moral, de honestidad y rectitud; del incumplimiento por parte de mentirosas promesas politiqueras y por eso podemos ver como cada día aparecen más y más bandidos oportunistas, que hacen y deshacen sin tener quien, en la realidad, los sancionen o cuestionen. Es el resultado de haber perdido una justicia que otrora podíamos, en cierta manera, darnos el lujo de decir que nos sentíamos orgullosos de ella, y por esa misma causa, ver como muchos políticos y personas de cuello blanco han venido actuando con impunidad en, no solo despilfarrar los dineros del estado, sino apropiarse de ellos sin que para ello exista una verdadera corrección del camino por esa pérdida de justicia y valores, qué a causa de ello, es muy difícil que ella los llame a pagar o a responder por sus desafueros.

Y ese precisamente es uno de los detonantes del problema que ha venido generando el caos y la violencia de hoy, y muy bien aprovechado por los oportunistas, políticos, empresarios, militares, cleros, y otros, quienes quieren pescar en rio revuelto; por esa juventud qué despertó a tantas mentiras y engaños, a tantas promesas incumplidas, a tanta corrupción. Y esa explosión, tal vez muy justa, está siendo aprovechada y direccionada por quienes nosotros con justa razón rechazamos, los socialistas, los comunistas, los zurdos, la guerrilla, para obtener y lograr lo qué por otros medios, las armas, no pudieron. Esta es su gran oportunidad. Y si se olvidan de ello, recordemos lo que se planeó inicialmente en el Foto de Sao Paulo, y que lo han venido reafirmado en los diferentes foros desarrollados por ellos en forman sucesivas.

Y eso hace que sea desconcertante sentir y apreciar que hoy todo es diferente. Se nota que ese pasado de paz y orden relativo, se ha perdido, y que ojalá que no sea del todo, y que es muy posible que no se vuelva a encauzar por ese ayer del respeto que se sentía hacia la ley, la justicia y el orden, y hacia quienes tienen el deber de hacerla cumplir, su Policía.

Lo que sucede hoy, como ya se expresó, es el resultado de lo que con el tiempo se ha venido enquistando, y que hoy revienta como el volcán que después de aguantar tanta presión, explota y arrasa con lo que encuentra en su camino. Y ha explotado precisamente por ello, por la pérdida de valores morales. Valores que en nuestra época se cimentaron por una estricta educación y por unas cátedras hoy olvidadas, la Cívica, El Carreño y el Catecismo del Padre Astete, qué de una u otra manera, ayudaron a sentar unas buenas bases en la formación moral de quienes las estudiamos.

Ante esto, y lo que falta, debemos preguntarnos, ¿en qué momento se perdió el rumbo de las generaciones venideras? ¿Sería por la laxitud de los padres venideros de esa época al no volver a emplear los métodos arcaicos, pero efectivos si lo analizamos bien, de corregir con tanta rigidez y que en su momento se nos aplicó, aduciendo que ese método llevaría a nuestros niños o adolescentes de hoy a una situación traumática de su personalidad? Si eso fuese así, no hubiésemos sido los hombres educados y profesionales que somos hoy (bueno…, no todos, como la regla lo exige).

Es muy posible que esos que se salieron de la regla, sean los causantes de este cambio. Es posible que muchos de ellos, por el hambre del dinero fácil o la corrupción o la influencia exterior o la mala educación familiar, hayan virado su rumbo y contaminado a un ya muy grande número de personas que han venido ayudando a que el país entre en caos con la violencia que estamos viendo y viviendo. Al respecto alguien acertadamente expresó: “Colombia es un bello país que debe ser examinado por un grupo de psicoanalistas”. Y es cierto. Y eso se debe a que el colombiano es muy bueno, muy piloso, muy echado pa´lante, muy trabajador, muy emprendedor, pero también es muy salvaje, muy guache, muy intolerante, muy intransigente, y muy amigo de la trampa y el engaño, como si todo esto fuera una verraquera en su modo de actuar. ¿Qué nos ha pasado? ¿o qué nos está pasando?

Ya no respetamos la autoridad. Ya la autoridad no se hace respetar. Ya la autoridad es cuestionada porque hace y no hace. Ya nuestras Fuerzas Militares y de Policía no son tratadas con el decoro, el respeto, a sabiendas que están para poner orden, proteger ese orden y proteger al ciudadano, y salvaguardar las instituciones. Es una incongruencia total. Se les rinden honores, se vitorean, se les aplaude, se les condecora; para luego, cuando deben salir a cumplir con su deber por que la situación así lo exige, son vituperadas, maltratadas, apedreadas, cuestionadas, y condenadas por quienes las han exaltado y por quienes les exigen el cumplimiento de ese deber para lo que fueron creadas. Es algo absurdo e ilógico. Es algo incongruente. Es por ello que debemos ser analizados psicológicamente por nuestro actuar, pensar y obrar. ¿Qué no son todos? A Dios gracias es así.

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todas las instalaciones están listas, el personal seleccionado fue el que tenía las mejores capacidades y competencias para dirigir el proceso de adaptación a la vida naval militar (…) siéntanse tranquilos que vamos a cuidar de sus hijos como si fueran nuestros hijos” expresó.

Esta primera etapa será de adaptación a la vida naval militar. Los jóvenes estarán durante siete días adelantando actividades de inducción y cumpliendo el protocolo de bioseguridad para la prevención de la COVID-19. Luego iniciarán las actividades académicas y de instrucción naval militar como Aspirantes.

“Tengo muchas ganas de aprender, vengo muy motivado, quisiera fortalecer mis habilidades para servir a la Patria, luchar por la democracia y la libertad de mi país” expresó el Aspirante Nayib Enrique Carrasquilla Ruiz, de Cartagena. Por su parte, la Aspirante Aura Cristina Cortez Aguirre, de Sincelejo, manifestó que su “motivación principal es tener el honor de servir a la Patria y de representar a Colombia”.

Este es un paso importante en el desarrollo profesional de estos jóvenes, que encuentran en la Armada de Colombia su proyecto de vida, una decisión que es respaldada por sus familias, como es el caso de Emiro Galeano Ríos, de Barranquilla, quien considera que acompañar a su hijo en esta oportunidad, “es un orgullo, porque nosotros como padres debemos apoyar los sueños de los hijos y el sueño de él es este”.

La Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padilla” reafirma su compromiso en la formación integral de los hombres y mujeres de mar para proteger el azul de la bandera. Durante estos primeros meses los jóvenes recibirán las herramientas necesarias para poder asumir su rol como Cadetes, luego de la ceremonia de entrega de armas y juramento a la bandera.

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OBITUARIOS

CN JORGE HUMBERTO LARA HERRERA QEPD

Por: Almirante(ra) Manuel Avendaño Galvis

PALABRAS DE DESPEDIDA

Parroquia Santa María del Mar, Cartagena, Junio 24 de 2021 Familias Lara Díaz, Lara Benedetti, Amigos todos:

Muy difícil expresar nuestros sentimientos en circunstancias como las que vivimos en este momento; hace unos pocos días despedimos con mucha tristeza y aflicción a Inesita de Lara q.e.p.d. su queridísima esposa, hoy despedimos a su amado esposo, un amigo muy querido que ha emprendido el viaje al infinito reino de los cielos. Que conmovedor es ver desvanecer físicamente a los amigos sin poder remediarlo, y más aún, cuando se tejieron, en el curso de más de 60 años, lazos de amistad que echaron perdurables raíces en nuestros corazones.

Apreciada familia Lara Díaz, María Isabel, Ana María. Reciban de mi parte y de mi familia los sentimientos de hondo pesar por el sensible fallecimiento de tu padre y abuelo, mi gran amigo y de todos, el Capitán JORGE HUMBERTO LARA HERRERA. Sí, el Inolvidable “Conejito”, como le decíamos afectuosamente, compañero de muchas singladuras en nuestra profesión de oficiales navales. Para mí resulta fácil evocar sus notables virtudes. Una persona honorable, integra, discreta, poseedora de un gran sentido de responsabilidad, de ética y lealtad a toda prueba, metódico, firme en sus convicciones y creencias, de aquilatados principios, que enmarcaron y guiaron su

itinerario tanto en la vida personal como profesional.

Por méritos académicos, cuando era cadete en la Escuela Naval de Cadetes, fue seleccionado, junto con otros guardiamarinas, para completar los estudios en la Escuela de Ingenieros de la Armada Inglesa donde permaneció por 18 meses.

Con el trascurrir de los años fue adquiriendo experiencia en todo tipo de plantas de propulsión de los buques de línea y auxiliares; recuerdo con claridad el sobresaliente desempeño demostrado como Jefe del departamento de Ingeniería del Destructor “Almirante Padilla” donde, en las dos ocasiones que compartimos responsabilidades acordes a la especialidad de cada uno, su competencia y liderazgo fueron determinantes para el destacado funcionamiento del buque. Su calificada competencia otorgaba tranquilidad y seguridad al Comandante en el buque en donde estuviera embarcado.

Precisamente por los méritos acumulados como ingeniero en varios buques de guerra e instalaciones de tierra, fue escogido para adelantar una maestría en “Ingeniería Mecánica”, en la Escuela Naval de Postgrado de la Armada de los Estados Unidos, en Monterrey, california. Todo ese conocimiento, práctica, experiencia adquirida sumada a la admirable capacidad de trabajo, le proporcionaron la idoneidad requerida para presidir la Comisión Inspectora, durante la construcción y puesta en servicio de las Fragatas Misileras, en Alemania, uno de los proyectos más importantes para la renovación de la flota de superficie de la Armada y para la defensa y soberanía del país. Proyecto al que le entregó todo su potencial profesional y la grandeza de su corazón. Su orgullo institucional, ya en situación de retiro, era verlas zarpar y regresar seguras a puerto.

Su hoja de servicios reseña sus destacas ejecutorias, su dimensión humana y dirá también que sirvió a la patria y a la Armada Nacional, con honradez, sin reservas, con mística y lealtad absoluta.

Con Inesita, el lucero que alumbró el sendero de su vida, junto con sus adoradas hijas María Isabel y Ana María, formaron un amigable y hermoso hogar muy cercano a nuestros afectos, bendecido con la llegada de sus nietas Isabela, Camila y Sabina. Fue Jorge un consagrado esposo, padre, abuelo y miembro de familia a quien amó con inmensa ternura. Inesita y Jorge fueron luz de su morada, dos personas muy admiradas que nacieron para amarse el uno para el otro. Amigos entrañables que nos acompañaron gran parte de nuestras vidas, y que los vamos a extrañar porque su memoria será inmortal. Sentimos mucho su partida y acompañamos de corazón y alma, en este triste momento, a sus hijas, nietas, familiares y allegados.

Hasta un nuevo encuentro ilustre amigo, viajas en paz con la satisfacción que se siente cuando se cumple la misión terrenal que nuestro Dios nos encomienda; tu alma y la de Inesita ya se acompañan en la casa del buen Dios donde gozan de las delicias del cielo, allí volverán a repasar los acontecimientos

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que dieron sentido a su bendecida y feliz unión matrimonial; con certeza, seguirán mediando y velando por sus heredades y amigos.

Para la familia Lara Díaz, paz y consuelo, rogándole extender estos sentimientos a los demás miembros de su apreciada la familia y allegados.

Conejito, salúdame a Inesita y al amor de mi vida

A todos los presentes, gracias por su amable y solidario acompañamiento.

CN HERNÁN GALVIS RUBIO QEPD

Por CALM(ra) Luis Carlos Jaramillo Peña

No trataré de describir un resumen biográfico de Hernán, bastaría decir que si en alguna oportunidad, me preguntaran quien sería mi personaje inolvidable, no tendría duda alguna en decir su nombre, por todo lo que logró hacer y por la forma en que lo hizo, siempre soñando con lo imposible, siempre reintentando lograr lo aparentemente perdido y siempre sonriendo sin importar los reveces. Fue un soñador, un gran soñador, un luchador, pero ante todo, un gran realizador.

En estas líneas, solo quisiera recordar a quien no solo fue mi gran amigo, sino quien, a pesar de nuestros temperamentos quizás antagónicos, pudimos ser complementarios, para terminar convirtiéndonos en verdaderos hermanos, hermanos del alma.

La primera vez que me encontré con Hernán, siendo niños, fue jugando futbol. En ese tiempo en Bogotá los niños podíamos salir de casa sin peligro y conformábamos los equipos de la cuadra, Competíamos contra otros similares generalmente en los amplios prados de la Ciudad Universitaria. Teniendo en cuenta que le ganamos ampliamente en forma repetida al equipo de Hernán, pues nuestro equipo lo habíamos reforzado con el hijo del zapatero y el del carpintero jugadores mucho mejores que nosotros, tanto que llegaron a ser profesionales, recibimos un desafío inusual. Una competencia de natación. El lugar escogido, un pozo en la montaña, arriba de una bolera el “Tout Va Bien”. Actualmente avenida de Chile con carrera séptima. Lógico que, para esta competencia, no contábamos con autorización de nuestros padres. Al llegar al sitio, resultó que para competir en esas heladas aguas, en calzoncillos pues no podíamos sacar de nuestras casas un vestido de baño y supongo por ser los únicos que sabíamos nadar, fuimos escogidos por nuestros equipos para realizar la competencia, que nadie sabe quién ganó.

En 1949 cuando entré a la Escuela Militar, Hernán salió de ella y por tanto no nos encontramos, pero en 1952 cuando solicité y obtuve mi traslado a la Escuela Naval, para mi sorpresa encuentro a Hernán dirigiéndonos una perorata e informándonos que con Gonzalo Parra Santos y Germán Gómez French, se incorporaban a nuestro contingente, serían nuestros comandantes de curso y por tanto deberíamos acatar sus ordenes pues no solo eran cadetes antiguos, sino además santandereanos. Veíamos por primera vez el extraño uniforme de flano, pantalón y gorra marinera.

Algunos días más tarde, nos encontramos y recordamos nuestra competencia en natación y allí iniciamos lo que se transformaría en gran amistad. Descubrimos que nuestras madres eran amigas al vivir en Facatativá, pueblo al que nuestras familias maternas, habían tenido que trasladarse temporalmente, desde Bogotá por la crisis económica del año treinta, cuando perdieron sus bienes de fortuna.

En nuestras primeras vacaciones, conocí personalmente a Doña Titina su madre, quien al enviudar contrajo un segundo matrimonio con Don Roberto Martínez, persona muy amable. Doña Titina mujer encantadora, llena de anécdotas y de una chispa que hacía reír a carcajadas, me acogió como un hijo y

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me dio el mismo trato que le daba a Hernán; consentidora pero muy estricta. Sus hermanas veían en Hernán no solo el hermano menor, sino también a un ser muy especial al que adoraban. De paso le enseñaron desde chiquito a bailar, cualidad en la que Hernán nos llevaba gran ventaja. Robertico su hermano menor era para entonces un agraciado y juicioso niñito que con el transcurrir de los tiempos también fue cadete naval y hoy en día, un profesional muy destacado y exitoso.

Nuestra permanencia en la Escuela Naval, fue placentera. Pudimos combinar su dureza con momentos de mucha alegría y satisfacción, para convertirla en increíble aventura. Con Jesús Armando Gonzalez, conformamos un trio maravilloso, que nos la gozábamos con cualquier episodio de los tantos que la vida austera de la Escuela, ofrece a los cadetes. Nuestro compañero Eduardo Noguera, nos bautizó peyorativamente “la compañía de Jesús”. Hernán siempre soñador, gustaba de identificar las constelaciones y las principales estrellas, que las despejadas y claras noches cartageneras invitaban a hacerlo. En estos ratos daba vuelo a su gran imaginación. Era un soñador.

Los deportes náuticos especialmente las velas, eran nuestro mayor pasatiempo. En alguna oportunidad, tuvimos por primera vez la posibilidad de competir en unas regatas en balleneras. Hernán se proclamó Patrón, pues un año más de escuela para algo tenía que servir. Estudiamos el recorrido cuya línea de partida estaba entre una boya frente al Club de pesca y una señal en tierra en la Base Naval. Hernán determinó que la mejor forma de salir sería pegándonos a la Base para luego sobre la línea virar y coger mejor el viento. Así lo intentamos, pero el viraje resultó un fracaso y terminamos en la dársena del astillero de la Base. En la segunda regata, nuevamente intentamos la misma salida. Esta vez el viraje no fue tan malo, pero quedamos rezagados. En la tercera y última Hernán no dio su brazo a torcer y nuevamente lo intentamos, esta vez con éxito y logramos un honroso segundo puesto. Creo que fue la primera vez que vi en Hernán su constancia y su tenacidad para alcanzar sus objetivos y también que la navegación a vela sería su pasión, por lo que siempre tuvo su velero.

Formamos parte de la primera banda de guerra que se conformó en la Escuela, bajo la dirección del inolvidable teniente Guillermo Fonseca Truque. También integramos el equipo de tiro de la Escuela y participamos en torneos nacionales. Cuando llegó el tiempo de escoger especialización, recibimos del Teniente de Navío administrador, Torres Contreras, una charla sobre la importancia de la Logística en la guerra. Hernán, nada aficionado a las matemáticas y a las ciencias exactas de inmediato me comentó, seré oficial de Administración y esa fue su especialidad.

De Oficiales, Hernán en su primer traslado fue destinado al “Sancho Jimeno” un petrolero en el cual pudo cumplir con sus deseos de navegar. Durante su carrera fue oficial de planta en Buena ventura en Puerto Leguizamo y en Bogotá, pero la mayor parte de su vida transcurrió en Cartagena, la ciudad que tanto amó y en donde conformó con su esposa Cecilia Franco Porras, un bellísimo hogar adornado por sus hijos Luis Eduardo, Cristina Rosa, Gabriel y María Cecilia, numerosos nietos y bisnietos que no me atrevo a nombrar por su nombre, para no correr el riesgo de omitir alguno, que él no me perdonaría, pues a todos los quiso por igual. Nuestras familias también fuimos muy unidas.

El Fondo Rotatorio, sería su gran Escuela y su gran realización. Tenía muy claro la vocación de servicio y en esos puestos se dedicó con vida y corazón a servir a las unidades a flote y a todos los usuarios. Las puertas de su oficina siempre estaban abiertas y atendía con cortesía y esmero desde el almirante hasta el grumete y a sus familias. Le correspondió también ser miembro de la Junta Directiva de Conastil, cuando el IFI, había tomado el control por mayoría accionaria. Hernán fue un defensor incansable de los derechos de la Armada.

Siendo Capitán de Navío, concluyó que ya su tarea en la Armada, había terminado y solicitó el retiro. En respuesta el mando consideró que antes de retirarse, era merecedor de un estímulo y lo nombrarían Agregado Naval en el Perú. Hernán agradeció el ofrecimiento, pero no lo aceptó, pese a que los amigos le insistimos que lo hiciera pues bien conocíamos de su estrechez económica y una comisión en el exterior, le sería muy beneficiosa. Así era Hernán, de convicciones firmes, había tomado una decisión y eso era.

Ya en la vida civil, Hernán empezó a trabajar con alguna compañía, pero esto no era su propósito. Sería independiente y crearía su propia empresa. Cartagena como puerto, estaba de hecho ligada estrechamente al comercio exterior. Ese sería su campo. Ya había experimentado en una marranera, cultivos de ají, piscicultura y no sé en cuantas cosas, pero en todas había trabajado con dedicación y optimismo para encontrar que ese no era el camino. Con una secretaria y un mensajero, inició una nueva empresa “Aduanas Gama”. Trabajó día y noche, sin descanso, pero sin quejas. Vio que por fin había encontrado su destino y terminó consolidando una gran empresa, la que hoy con numerosos empleados, es una de las más importantes del país.

En otro aspecto que Hernán mostró tino excepcional, fue en la finca raíz. Cuando el Centro de Cartagena y mas tarde Getsemaní, eran zonas muy deprimidas, Hernán vio que las zonas tendrían un prospero futuro y así invirtió unos muy pocos pesos para adquirir propiedades que por estar en mal estado no tenían mayor valor comercial. Hernán se convirtió en arquitecto y con papel y lápiz, dibujaba la visión que tenía para mejorarlas. También ejercía como carpintero y por poco también en albañil, pero lo cierto es que, a su manera, mejoraba los bienes para venderlos con utilidad para adquirir otros. Si Hernán hubiera tenido un capital al menos mediano, hubiera terminado remodelando muy importantes sectores de la ciudad.

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Como hemos visto Hernán tuvo muchas facetas, pero creo le faltaba una, producto de su constante lectura, la de “anacoreta”. Sucedió que, en unas Navidades, la familia Galvis, resolvió hacer una gran reunión en Bucaramanga. Hernán viajó con Ceci y en ese paseo un día fueron a parar a Barichara. Estando sentados en una banca frente a la Iglesia, tomando un descanso en la jornada, Hernán, esta vez muy serio, raro en él, se volteó y le dijo a Ceci: Acá nos quedamos. Esta inesperada decisión que parecía una broma, era una realidad. Hernán se quedó en Barichara. Caminando el pueblo, en uno o dos días encontró una casa en mal estado, la compró y se quedó a vivir solo, en un pueblo, lejos de la familia, de todos y de todo. Varias veces lo visité. La casita había tenido una transformación similar a las que hacía en Cartagena, siguiendo el mismo procedimiento, él diseñaba y ejecutaba para convertirla en una casa confortable. Terminada la casa, adquirió una finquita, montó una carpintería en la que las utilidades que producía en su totalidad las destinaban para beneficio de un ancianato. Mas tarde adquirió una segunda finca y sembró café. Cumplido el ciclo bíblico anacoreta, de los cuarenta días y cuarenta noches de meditación en el desierto, Hernán decidió regresar a Cartagena, pero no para vivir en la ciudad, sino esta vez en una cómoda finca al norte de Cartagena, con carpintería incluida, siguiendo sus ideas de arquitecto, pero ya realizada por profesionales, eso sí bajo su estricta dirección. Allí compartí con él unos pocos, pero muy gratos días, quedando con el compromiso de volver, pero la epidemia lo impidió.

¡Adiós mi gran amigo, mi hermano del alma. Seguro te fuiste riendo ¡

~~~ooo~~~

La partida en Cartagena de este gran amigo deja en toda la Familia Naval una profunda tristeza, en especial a sus compañeros de grado del Contingente 21 -1956, de la Escuela Naval de Cadetes, donde iniciamos nuestra vida marinera. Todos nosotros te seguiremos recordando Hernán.

Almirante(ra) Edgar Garay, Vicealmirante(ra) Carlos Ospina, Contralmirante(ra) Luis Carlos Jaramillo, Contralmirante(ra) German Rodriguez, Coronel(ra) Luis Cipagauta, Capitán de Navío(ra) Hernando Sandino, Capitán de Fragata(ra) José Vicente Yunda, Capitán de Corbeta(ra) Luis Carlos Castro, Teniente de Fragata(ra) Eutiquio Delgado, Teniente de Fragata(ra) Pedro Carreño .

Con gran cariño nosotros, nuestras esposas y familiares expresamos una sentida condolencia a su esposa doña Cecilia Franco de Galvis y a sus hijos Luis Eduardo, Cristina Rosa, Gabriel, María Cecilia y demás familiares.

CC HERNANDO SANDINO CUELLAR QEPD

La Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro

de las Fuerzas Militares ACORE

Lamenta el fallecimiento del señor Capitán de Corbeta (ARC)

HERNANDO SANDINO CUELLAR

Curso Contingente 21 Escuela Naval Cartagena - Año 1956

Presenta a su LINA MARÍA QUIROGA TOVAR, a sus hijos

Capitán de Navío RAFAEL HERNANDO SANDINO

QUIROGA, WALTER SANDINO QUIROGA, y Capitán De Corbeta AUGUSTO CESAR SANDINO QUIROGA, y demás familiares y amigos, la más sentida manifestación de condolencias e invita a sus Exequias el Domingo 18 de Julio a las 2:00 pm en la Catedral Castrense Jesucristo Redentor (cantón norte).

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TEIM CRISTIAN RANGEL HERNÁNDEZ QEPD

Situación operacional BFIM32 para hoy 21 de julio de 2021, de acuerdo a la siguiente descripción.

▶QUIÉN:

TECIM Rangel Hernández Cristian

▶QUÉ:

Muerte en combate

▶CUÁNDO:

0955R, 21 de julio de 2021

▶DÓNDE:

Área general Puerto Cachicamo, municipio San José del Guaviare (Guaviare), coordenadas N 02° 20' 10" W 073° 19' 49"

▶HECHOS:

BFIM32 - ECFP 32-8 en desarrollo operación fluvial sector medio Guayabero, entra en combate con estructura GAOr Jorge Briceño Suárez, escuchándose una explosión, posterior a ello un disparo al parecer de francotirador, el cual impacta al señor TECIM Rangel Hernández Cristian a la altura de la cabeza, unidad maniobra para prestar los primeros auxilios al Oficial, quien desafortunadamente fallece

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50 AÑOS DE ACTIVIDAD

Quiero compartir con mis Compañeros de Curso y del Mar el haber podido representar con orgullo nuestra Profesión de Marinos en Tierra Firme.

Acabo de cumplir 50 años de Actividad Aseguradora con mucho Éxito y dejando muy en alto a nuestra Gloriosa Armada Nacional y por ende a Nuestra Amada Escuela Naval de Cadetes, donde siendo su Director el Señor Almirante William Porras fui ascendido a Tercer Oficial Mercante.

Gracias por todo el Apoyo y las Enseñanzas que recibí de todos mis Profesores, los Señores Oficiales Navales y Mercantes, mis Guardiamarinas, Brigadieres, Cadetes Antiguos y de mis Compañeros de Curso el Contingente 38 Naval para ayudarme a ser un buen hombre de Mar.

Bendiciones para todos y muchísimas gracias.

Rene de Jesús Oviedo Zapata

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ZAFARRANCHO GRÁFICO

ALMUERZO EN EL VALLE DEL CAUCA

Almuerzo de amigos en la casa Joaquín Abello en Jamundí Valle del Cauca: Luis Bernardo Castro Villegas, Joaquín Abello y Jesús Morales Rivera.

FOTO HISTÓRICA

Buenas tardes. Aquí les envío una foto que encontré de los contingentes Naval 35 y Mercante 12. Esa foto fue tomada en el Coliseo de la Escuela cuando funcionaba en Bocagrande.

Atte.

Carlos Manuel Verhelst Berrocal

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MATROMINIO HERNANDO Y MARIALE

El pasado 16.07.2021 contrajeron matrimonio en Bogotá, María Alexandra Otero Chalela y Hernando Andrés Wills Romero, hijo del Sr. Almirante (ra) Hernando Wills Vélez y Ana Margarita Romero y nieto del Almirante (ra) Edgar Romero Vásquez.

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DESFILES DEL 20 DE JULIO - AYER Y HOY

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DESFILE DEL 20 DE JULIO DEL 2021 POR LA PARTE AMURALLADA

DE CARTAGENA

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26 DE JUNIO – ANIVERSARIO FRAGATA ARC “INDEPENDIENTE”

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MASCARÓN DE PROA

Cutty Sark – Nannie la parte más reconocible de este barco, su brazo extendido señalando el camino para generaciones de marineros y visitantes. Pero ¿por qué se le llama Nannie y cuál es la historia detrás del trozo de cuerda que cuelga de su mano?

El nombre del barco proviene de la famosa obra de Robert Burns, “Tam O'Shanter” (1791), en cuya lengua vernácula, los escoceses de las tierras bajas, también llamados Lallans, significa "camiseta corta" que pertenecía a la bella bruja Nannie. En consecuencia, el barco tiene una dama, la niñera, como su mascarón de proa vestida con una camisa corta y una cuerda en su mano izquierda extendida (en lugar de la cola del caballo de Tam, que solo podía agarrar mientras lo perseguía). Por eso los portugueses la llamaron, cuando navegaba bajo su bandera a partir de 1895, en continuación de la tradición Pequeña Camisola ("camiseta pequeña") en lugar de su nombre oficial “Ferreira” (y más tarde “Maria do Amparo”).

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