A LA MEMORIA DE MI QUERIDA TATA
 

en el segundo aniversario de su partida

Beatriz Rueda de Ochoa


 Hoy 31 de Mayo de 2006, se cumplen dos largos años de la Partida a su Hogar Celestial, de nuestra querida “Tata”.

 

Mi amada “Tata”,  no ha fallecido...

su cuerpo descansa,

su alma esta con Dios,

su corazón con nosotros.


Goza de Eternidad porque vivió intensamente, compartiendo su belleza interior con transparencia; con actitud positiva, espontaneidad y alegría.

 

Mi “Tata” escribió una frase profunda que cumplió como su filosofía, que dice:

 

“Al final, cuando nuestra vida llegue a la hora serena del ocaso,

nuestro único equipaje será simplemente

las huellas del amor que sobre la tierra hemos dejado”.

 

Le damos, una vez mas, gracias por todo cuanto nos brindo y por habernos legado su Sentimiento Espiritual y el rumbo que nos conducirá a nuestro reencuentro en la Resurrección Eterna.

 

La vida ha continuado como élla quisiera.  Estoy feliz y orgulloso de los hijos y de mi familia, quienes me han dado comprensión y apoyo.  Carolina y Luis Felipe,  profesionales ejemplares y responsables me han cubierto con su amor y han asumido con entereza sus funciones en nuestro “equipo de trabajo”.  Hijos maravillosos, dinámicos, positivos, creadores de esperanza y que han respondido a las enseñanzas y guías de su inolvidable mamá.

 

“Tata”, cumpliste tu misión y el propósito de hacer aquello para lo que Dios te creo.  En nuestro reencuentro podré darte el “parte” positivo que querías.  Seguiré construyendo un mundo nuevo,  que será grato para ti, en ese, tu otro paraíso sin mi.

 

LUIS IGNACIO OCHOA A.