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Atendiendo a su amable invitación, estoy procediendo a resumir mis experiencias como primer Comandante del Submarino Oceánico A.R.C. Tayrona, cargo el cual tuve el honor de desempeñar a partir del 18 de julio de 1.975 fecha en la que fue incorporado oficialmente a la Armada Nacional.
A finales de
año de 1.971 encontrándome adelantando el curso de Estado Mayor en la Escuela Superior de Guerra, fui
notificado por el mando naval que entraría a formar parte del grupo de Oficiales
y Suboficiales que integrarían las tripulaciones de
dos submarinos oceánicos
cuya construcción el gobierno colombiano estaba contratando con los Astilleros
Howalds Werke Deutshe Werft de la
República Federal Alemana. Para
este proyecto, la Armada había
preparado un plan muy completo el
cual cubría todas las actividades desde la selección de la gente, su preparación, entrenamiento y
en fin, todo aquello que fuese necesario durante el proceso para un feliz término y
cumplir a cabalidad el objetivo
propuesto. Gracias a la gestión adelantada por el Señor Almirante Jaime Parra Ramírez, entonces Embajador de Colombia en Perú, nuestro país consiguió que las
tripulaciones fueran entrenadas en
la Escuela de Submarinos del
país vecino, localizada en el
puerto de El Callao. Este generoso gesto de la marina peruana fue
fundamental para los
propósitos de la armada colombiana puesto que la
experiencia en el arma
submarina de los peruanos era
excelente.
Formé parte del primer grupo que viajó al Perú a principios de 1.972 y allí nos integramos con Oficiales y Suboficiales peruanos quienes, junto con nosotros, iniciamos un curso formal a fin de obtener el título de SUBMARINISTAS. La marina que encontramos allí nos causó muy buena impresión. Las instalaciones, los buques, la organización, la mística y el profesionalismo de la gente nos pareció, en un todo, excelente. En este primer grupo viajó también el entonces Capitán de Corbeta Carlos Enrique Ospina quien estaba nombrado como Comandante del A.R.C. “Pijao“. El curso era por parejo para todos como lo sería durante todo el entrenamiento hasta el final sin distingo de grados y de antigüedad. La marina peruana contaba con cuatro submarinos convencionales de los que utilizaron los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, actualizados totalmente y muy bien mantenidos. Allí tuvimos la oportunidad de hacer prácticas y entrenamiento. Las faenas eran duras. Los instructores además de ser muy capaces eran drásticos a morir y no dejaban pasar la más mínima falla.
Gracias a eso, los colombianos logramos adquirir una buena capacidad para afrontar lo que se nos venía por delante. El curso duró más o menos un año, lapso durante el cual algunos oficiales tuvimos la oportunidad de disparar un torpedo de ejercicio con relativo éxito. Al finalizar el curso y con la presencia de los altos mandos navales, nos impusieron el distintivo el cual ostentamos con orgullo durante muchos años. Después de la ceremonia y de una manera sorpresiva nos “emboscaron” y nos “salaron“, lanzándonos a las sucias y contaminadas aguas de la bahía del Callao. Mi flamante y nuevo uniforme blanco que reservé para esa fecha tan especial, quedó totalmente impregnado de fuel oil y por supuesto completamente inservible. Pero bueno, ese fue el pago por aquello tan hermoso, como lo que estábamos celebrando ese día. Terminado el curso en el Perú y casi de manera inmediata nos enviaron también por grupos hacia Alemania, más concretamente a la Ciudad de Kiel, al norte del país, donde quedaban los astilleros. También Perú había ordenado la construcción de dos submarinos similares a los nuestros.
Los primeros fuimos el
Capitán Ospina y yo. Allí nos estaban esperando los oficiales de la comisión
inspectora quienes tenían la función de interventoría puesto que la
construcción de los botes ya había
empezado. Al poco tiempo ya estábamos sentados en un aula iniciando un curso regular de guerra
antisubmarina con jóvenes oficiales de la Armada Alemana, en la Escuela que,
para este propósito, funciona en el puerto de Eckenforde aproximadamente a una hora de Kiel. Nos
encontramos entonces recibiendo un curso en idioma alemán casi desconocido para
nosotros. Para los profesores no
había diferencia entre alumnos. Por
lo tanto tuvimos que triplicar esfuerzos para poder entender, asimilar y
presentar las pruebas o exámenes que eran muy rigurosos. Por fortuna logramos
capear este temporal con éxito y aprobar el curso. Pero nos esperaba algo más
tenaz. Deberíamos pasar de inmediato a la Escuela de Submarinos de la Marina
Alemana, localizada en la Ciudad de
Neustad, también cerca de Kiel, a
iniciar otro curso regular con el mismo grupo de oficiales con quienes
adelantamos el curso anterior. Para esta época ya habían llegado otros Oficiales
y Suboficiales colombianos a integrarse con nosotros.
La armada alemana contaba con unos submarinos muy similares a los nuestros pero de menor tonelaje. Sin embargo los equipos y sistemas eran bastante parecidos por lo que el entrenamiento orientado a tripular los buques nuestros se facilitó mucho. La Escuela tenía magnificas ayudas a la instrucción para todas las especialidades. Nos llamó mucho la atención una maqueta en madera del submarino construida escala uno a uno y que contenía todos los aparatos que existían a bordo en la realidad. Recibimos clases de buceo las cuales se consideraban necesarias pues los buques contaban con unos chalecos de escape en caso de emergencia y que para utilizarlos se requería conocer los principios fundamentales de buceo.
Hicimos varios cruceros de entrenamiento a bordo de sus submarinos en el mar del este. El invierno nos golpeó bastante fuerte pues a pesar de llevar el vestuario adecuado para ese clima no podíamos resistir el frío sobre todo cuando nos tocaba prestar guardia en el puente. Las guardias las prestábamos los oficiales como marineros rasos, especialmente en la máquinas. En algún crucero me correspondió hacer la guardia en el cuarto de motores en compañía de un marinero alemán alto y robusto de apellido Badecker. Nos tocaba vigilar todos los instrumentos, indicadores, achicar sentinas, echar aceite, limpiar el cuarto etc. Mi compañero mantenía debajo de la sentina su buena dotación de cerveza que apuraba constantemente y por lo tanto se mantenía siempre como decían nuestros tripulantes “en tres quince“. No obstante, éste hecho, el muchacho prestaba bien su servicio.
Como lo dije antes, tuvimos la oportunidad de embarcarnos varias veces lo cual contribuyó enormemente para obtener un excelente entrenamiento. En una de las salidas al mar, nuestro submarino navegando en inmersión se metió dentro de la red de un pesquero que andaba en faena por el área. El pesquero notó que algo, desde abajo, lo estaba jalando y dio la voz de alarma. El submarino salió a superficie totalmente cubierto por la red la cual hubo de ser cortada a punta de hacha. Por supuesto que la marina alemana tuvo que pagar los daños y entiendo que el comandante y algún otro oficial fueron sancionados. El curso transcurrió normalmente sin nada especial que resaltar. La preparación y el entrenamiento recibidos fueron excelentes en todo sentido. Terminado este ciclo nos trasladaron a Kiel para iniciar la última etapa del entrenamiento antes de recibir los submarinos.
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La construcción de los buques estaba en desarrollo. Empezamos entonces a recibir clases por parte de personal técnico del astillero dentro de las instalaciones del mismo. La instrucción teórica se combinaba con visita la los Submarinos y allí teníamos la oportunidad de observar los diferentes equipos y sistemas a medida que los iban instalando. Todo bajo un programa bien elaborado fuimos aprendiendo detalladamente los componentes de tal manera que el conocimiento adquirido fue realmente óptimo.
Cuando las unidades estuvieron listas para las pruebas de mar tripuladas por gente del astillero, nos embarcaban por turnos, con cartilla en mano, a fin de recalcar lo visto en las aulas y en el astillero ya viendo los equipos en operación. En algunas ocasiones y teniendo en cuenta que las aguas del mar del este era poco profundas, los submarinos debían viajar a Dinamarca con el objeto de realizar pruebas que requerían de una mayor profundidad. Con este propósito fueron varios los viajes que se hicieron al puerto de Skagen en ese país. Dentro del curso adelantado en el astillero, estaba contemplado visitar las fábricas de los equipos y sistemas que integrarían la estructura de los buques. Fue así como se dividieron en grupos los oficiales y suboficiales de acuerdo con sus especialidades.
De manera que junto al Capitán Ospina, los Segundos Comandantes y los Oficiales de Operaciones viajamos a la población de Gatwick (Inglaterra) a estudiar el equipo de navegación por satélite por un par de semanas y posteriormente a Hengello (Holanda) los equipos de control de tiro. Más o menos, con este plan de actividades, transcurrió el tiempo hasta el día en que se entregaron oficialmente a Colombia los buques y se izó por primera vez el pabellón nacional. Como lo comenté antes, el afirmado del pabellón en mi submarino se realizó el 18 de Julio de 1.975, fecha a partir de la cual fue tripulado totalmente por gente de nuestra Armada. La primera tripulación de Oficiales del A.R.C. “Tayrona” estaba constituida por:
Comandante Cap. de Frag. EDGAR GARAY RUBIO.
Segundo Comandante. Cap. de Corb. CESAR PERDOMO CH.
Jefe Dept. Ingeniería. Cap. de Corb. GILBERTO RONCANCIO S.
Jefe Dept. Op. y Armas. Tte. de Nav. MIGUEL A CARO N.
Jefe Div. Electricidad. Tte. de Nav. CARLOS MARTINEZ M.
Jefe Div. Electrónica. Tte. de Nav. HECTOR PORRAS F.
Jefe Div. Comunicac. Tte. de Frag. FIDEL E AZULA A.
Antes del viaje a nuestro país, se programó un entrenamiento en puerto y en el mar, con el fin de prepararnos para emprender la navegación que culminaría con el arribo a Cartagena e incorporarnos a la Fuerza Naval del Atlántico. El plan viaje fue así: Kiel – El Ferrol; El Ferrol – Santa Cruz de Tenerife; Santa Cruz – San Juan de Puerto Rico; San Juan – Cartagena. Fue necesario llegar a un astillero en la Palmas de la Gran Canaria pues durante la travesía del Canal de la Mancha nos cogió un fuerte temporal que desprendió las tapas de los hidrófonos del sonar pasivo en la parte exterior del casco que requirió la reparación y cambio de algunos elementos para poder continuar con la navegación. Arribamos a Cartagena sin otra novedad. Allí ya se encontraba el A.R.C. “Pijao” el cual llegó unos meses antes.
Ya estaba constituida la “Flotilla de Submarinos” compuesta por los dos Submarinos Oceánicos, dos submarinos ligeros: el A.R.C. Intrépido y el A.R.C. Indomable, así como el Dique flotante A.R.C. “Jaime Arias”, que servía como buque nodriza de estos dos últimos. Las oficinas de la Flotilla estaban ubicadas provisionalmente en las antiguas instalaciones del taller de armamento y en la bodega grande, los “charriots” con los comandos submarinos que también formaban parte de la organización. Las oficinas de los submarinos oceánicos para atender los asuntos administrativos y logísticos funcionaban en unos contenedores que se ubicaron frente a los muelles principales. No había muelle para los submarinos oceánicos por lo cual debían abarloarse a los buques de superficie separados por un “camello” de madera construido para ese propósito. La Flotilla permaneció funcionando en esta forma por algún tiempo. Posteriormente se vio la necesidad de crear la Escuela de Submarinos con el fin de preparar tanto Oficiales como Suboficales y así alistar los relevos que obligatoriamente habría que hacer en un futuro. Esta Escuela empezó a funcionar en el “mezanine” del coliseo cubierto de la Base, lugar donde se adaptaron espacios para las aulas y alojamiento de los alumnos.
En los años 83/84 la Armada dispuso la construcción de las instalaciones modernas que hoy conocemos, donde se centralizarían todas las actividades concernientes a las necesidades de nuestra naciente Fuerza Submarina. Fue así como en el sector cercano al muelle de embarcaciones menores se construyó un edificio que contendría: la Escuela de Submarinos con sus aulas y espacio para las ayudas a la instrucción, alojamiento para Oficiales y Suboficiales, cámaras, cocinas, etc; así mismo, los muelles para los submarinos oceánicos, cargador de baterías, servicios de agua y energía eléctrica, taller de torpedos y en fin todo lo necesario para que la organización funcionara adecuadamente. A partir de nuestra llegada a Colombia y durante el tiempo que estuve abordo como Comandante, al buque le asignaron misiones de patrullaje tanto en el Atlántico como en el Pacífico, y participar en operaciones como la “UNITAS”, en las cuales tuvo una excelente actuación. Sobra decir que la tripulación del A.R.C. “Tayrona” se desempeño extraordinariamente. Aprendieron a operar el buque de manera altamente eficiente como los mejores.
Precisamente durante
uno de los patrullajes al Pacífico sufrí un accidente que me tuvo retirado del
servicio por lo menos tres meses. Saliendo del Canal de Panamá hacia el
Atlántico, luego del cruce del mismo sin complicaciones, nos alistamos para
entrar en inmersión una vez que el buque estuviera fuera del mar
territorial. Durante el
trayecto se adelantaron los pasos estipulados para preparar el submarino
incluyendo por supuesto el envío del mensaje al Comando de la Flotilla
anunciando la hora en que se iniciaría la inmersión y otros detalles que se incluyen en esta
clase de comunicaciones. Tal vez por razones meteorológicas se demoró un poco el
envío de dicho mensaje. Mientras
tanto el buque avanzaba hacia el punto señalado para la maniobra. De acuerdo al procedimiento bajaron
hacia el puesto central el oficial de guardia y el vigía quedando solo el
Comandante quien es el último en hacerlo antes de que el buque proceda a la
profundidades. Estando en esa
situación vi venir hacia el
submarino una ola gigantesca que empezó a cubrirlo totalmente.
Mi reacción inmediata fue tratar de cerrar la escotilla principal para lo cual la tomé con la mano izquierda y halarla hacia mí, mientras, con la mano derecha, me agarré para sostenerme. El esfuerzo fue tal que, además de soportar el peso de la escotilla, la inclinación del buque hacia la maniobra más difícil. Mientras tanto, el agua entraba a bordo en grandes cantidades hasta que al fin la pude cerrar con gran esfuerzo. El tirón fue tan fuerte que el brazo izquierdo se me zafó totalmente del hombro y, por supuesto, el dolor terrible. Al llegar al puesto central, los oficiales me miraron absortos al ver la palidez de mi rostro seguramente causada por el intenso dolor y el brazo suelto y tan alargado que casi tocaba el piso con la mano. Me acompañaron al camarote y el enfermero, suboficial tercero Dionisio Rodríguez, me mantuvo dopado durante toda la noche a punta de morfina, pues era la única manera de calmar el dolor.
Para ese entonces se encontraba como Segundo Comandante el Capitán de Fragata Mario Aranguren puesto que el Capitán Cesar Perdomo había sido destinado por el mando a otro cargo. El Capitán Aranguren continuó con el buque hasta Cartagena donde me estaban esperando para llevarme al hospital y arreglar mi brazo. Durante el tiempo subsiguiente no ocurrió nada especial que valga la pena comentar hasta cuando la Armada me llamó a efectuar el curso de altos estudios durante el año de 1.980. Seguramente en este breve relato se me habrán quedado algunos detalles que contarles. Pero pienso que lo mas importante está aquí y con ello creo que he cumplido con los amigos de la Cyber-corredera quienes tuvieron esta especial deferencia para conmigo.
Edgar Garay Rubio CN
21-038
HISTORIAS DE UN OFICIAL INGENIERO
Yo me encontraba de guardia, era un viernes y mi compañero (mariachi) en su grado, salía franco con su pistola Beretta que la recibió como premio el día de su grado de Teniente de Corbeta, al darme cuenta le dije: ¿Cómo se le ocurre salir con la pistola? El me contestó: no joda negro, que para eso la tengo asegurada. Estábamos solos en la cámara del buque, frente a frente y nada más como dice la canción, para comprobar su afirmación, oprimió el gatillo; el disparo salió por en medio de los dos, se incrustó en la cubierta superior y rebotó; Aún no sé su trayectoria, si también por el medio de los dos o qué sé yo, pero la verdad terminó
Jimeno Manrique
Medina
CN
35-044
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incrustada en el mueble de color caoba de la radiola, eso fue lo que observamos, sin pensar que fácilmente ha podido quedar en el cerebro de él y la Armada habría perdido un futuro vicealmirante o en mi cerebro y no estaría contándoles este episodio.
Estoy seguro que las oraciones de mi mamá evitaron que uno de los dos cantara la estrofa del himno del compañero; "a ti te toco lo siento yace a mi lado sangriento como un pedazo de mí"; Al ver el sacabocado que el proyectil dejó en la radiola, lo único que se nos ocurrió fue ponerle un long play de la época encima, para evitar el pánico, y por qué no decirlo, el respectivo "preguntado, contestado, leída la aprobó". El señor jefe de guardia un Teniente de Navío al instante entró a la cámara y nos preguntó cómo agüevado: ¿suiches ustedes oyeron un disparo?. Al unísono contestamos: ¿diispaaarooo... mi teniente? -Seguramente fue en el muelle- entonces el jefe de guardia salió con paso acelerado a buscar el origen del disparo y por los resultados creo que nunca logró, con su investigación exhaustiva, descubrir el origen del mismo.
Señores correderos, los dos mariachis nos la ingeniamos para buscar un carpintero de la Base que durante el fin de semana arreglara el mueble de la radiola y la dejó mejor que de fábrica, tan perfecta que, hasta sus últimos días, rumbo al cementerio, en su última singladura del poderoso ARC "20 de Julio", nadie notó el remiendo del carpintero, así que parte sin novedad.
De este poderoso susto salí rumbo a los Estados Unidos a traer el "ARC Boyacá", un sonar con buque 100% antisubmarino y con un "team" muy selecto de oficiales (el único tegua era yo), pues los otros oficiales eran en su gran mayoría egresados de Monterrey, California, tanto que al llegar a Cartagena, con todas las autoridades y familiares en el muelle, el señor ingeniero jefe, lógicamente de Monterrey, inició el conteo regresivo en inglés, para meter en línea la turbina de gas (generador auxiliar) desde Ten hasta zero. Aquí se oyó un ruido raro y el buque se apagó. El generador auxiliar con su turbina de gas nunca entró en línea, ni después de traer un técnico especial de la solar (fábrica del generador y turbina). El calor era algo así como infernal y las familias a pesar de recibir los respectivos regalos fueron desfilando muy pronto a tierra.
Integraba la tripulación un teniente de corbeta (mariachi él), dominaba el inglés pues me había servido de traductor en una base naval americana, donde nos tocó aterrizar por mal tiempo en el viaje a los Estados Unidos, pero estaba muy caído con el señor comandante, porque el único cañón de proa del buque se encontraba fuera de servicio y al teniente no se le veía verraquera para ponerlo en servicio; por tal motivo, el comandante decía: -ese muergano no ascenderá a teniente de fragata-. La noche de un jueves, me encontraba de guardia y calentamos calderas para hacer zarpe en seco al amanecer del viernes. Como a las 23:30 llegó el teniente y me preguntó porqué estábamos con las calderas prendidas. Le dije: so pendejo, nos declaró la guerra un país vecino y mañana zarpamos al teatro de operaciones. Aquí se pellizcó y me dijo: mi teniente, donde estará el teléfono del Oso Ardila? Un suboficial que se las sabia todas en cañones de 3.50" y salió acelerado a buscarlo a su casa; el trabajo fue tan arduo y eficiente que a las 07:00 a.m. se oyó por el altoparlante: -cañón de proa en servicio- Le conté mi mentirita piadosa al señor comandante y él dijo: -ese muérgano no es tan conchudo- Así empezó a reivindicarse este mariachi, pero algo que no olvido fue su voz entrecortada de alegría el día del open house, al ser llamado a almirante, cuando me dijo: -mi capitán, parte de este triunfo se lo debo a usted- ¿Que bonito, no?
A bordo del mismo buque el señor ingeniero jefe prestó guardia de mar. Antes del zarpe a su primera operación UNITAS, el generador de babor nos trasnochó seis semanas para quitarle una vibración que tenía, propia de un potro cerrero. No fue posible solucionarlo y zarpamos con el problemita. Al salir por Bocachica se inició el ejercicio antisubmarino, ocho unidades de guerra entre americanos, venezolanos y los dos destructores colombianos; el sonar con buque (El Boyacá) empezó a lucirse con tres ataques exitosos al submarino, se imaginan ustedes la felicidad del señor comandante.? El ingeniero jefe y yo estábamos en la cámara del buque alistando unos ejercicios de control de averías cuando se oyó de repente un tremendo estruendo muy raro y el buque se apagó al instante. El señor comandante pensó: -mierda, me colisioné con el submarino- El ingeniero jefe y yo pensamos: -mierda, nos jodimos- Cuando salimos, corriendo a mil, al cuarto de máquinas, les cuento que por primera vez vi blancos a todos los tripulantes de ingeniería, incluido el oficial de guardia que era tan negro como yo, pero salían por la escotilla diciendo: -eso allá estalló-
En un arranque, yo creo que de locura, bajamos al cuarto de máquinas y el ingeniero jefe le jaló la camisa al jefe de electricidad, en medio de la confusión, entonces llamamos a calderas de donde nos contestaron: -quietos en sus puestos, que pronto les enviamos la luz-
Al jefe de máquinas, un poco tatareto, que estaba en la planta baja le dije: -pilas mi jefe, vamos a arrancar el turbo de estribor- Pues ya se sabía que el del problema era el de babor. -Claro mi teniente- me contesta -el vacío del condensador del turbo ya cayó por los 15" y por debajo de 10", imposible que gire la turbina por no tener descarga de vapor. Empezamos la maniobra y en la mitad de la misma me dice el jefe de máquinas: -mi, mi, teniente, no podemos. Le grité so &*ç¿%&?... será que nó somos capaces? ...No joda, carajo!!! Con tan tremendo grito y piropo, el jefe reaccionó, le dio bomba manual con más seguridad, tal que alcanzó la presión del aceite, entonces cuando le abrí la válvula de vapor, el turbo arrancó. El jefe de electricidad que estaba frente al tablero gracias a la acción amable del ingeniero jefe, cumplió la orden de éste y lo metió en línea. Así las cosas ya no estábamos a la deriva, en estos momentos nos hizo mucha, pero mucha falta, la famosa turbina de gas del generador auxiliar ya mencionada.
Limitamos el confort, sacrificamos aire acondicionado y seguimos la operación sin que el jefe de la operación Unitas, un almirante americano, se informara de semejante percance (el señor comandante del buque no le pudo informar por estar sin fluido eléctrico). Cuando pasamos el canal de Panamá con un solo turbo, allí pedimos una inspección técnica para evaluar los daños y determinar la posible causa de la vibración, por fortuna se logró localizar una inmensa fisura en el cuerpo de la etapa de alta de la turbina; este detalle evitó que nos despellejaran los ingenieros de la flota y, por que no decirlo, evitamos el preguntado, contestado, leída, la aprobó. Al llegar a Buenaventura en el cóctel de despedida a los americanos, el almirante gringo, le dice a nuestro comandante: -capitán, si algún día tengo que ir a la guerra, su buque y tripulación será el primer invitado- Ante semejante reconocimiento a un Capitán de Fragata comandante de buque, le confieso que nos faltó noche para celebrarlo.
De regreso en Panamá mi sobrino teniente de corbeta me dice: -tío, tengo unas viejas en un carro "gran torino" último modelo, me están invitando a un cafecito en su casa, yo lo invito- Después de pasar revista al departamento de ingeniería del alistamiento para zarpe a las 18:00 horas, le pedí permiso al señor oficial de guardia, uno de los duros del TEM Monterrey, quien llegó también a Comandante Armada, le informé: -todo está listo para el zarpe a las 18:00 horas. Regresamos con el sobrino a las 17:20 horas. Oh sorpresa tan tremenda y berraca ver el muelle de su buque vacío, amigos correderos. Adelantaron el zarpe 11/2 hora, me buscaron por el navy change, por la base y lógicamente no me encontraron. Yo estaba tomando café en la ciudad. El culillo fue grande, le pedí a las dos amigas del "gran torino", tratáramos de llegar a la esclusa de Miraflores y después de mil intentos llegamos al costado opuesto donde el "ARC Boyacá" ya casi salía al lago Gatun. Un guardia informó que un oficial decía ser de ese buque, entonces me esperaron y sin despedirme de las tales amigas salí como un cohete, llegué al buque después de subir por la escala de gato. El señor comandante muy disgustado me esperaba en la cámara. Empecé pidiendo excusas por tremenda embarrada justificando el cambio de hora de zarpe, le expliqué que había pasado revista del alistamiento y que tenía permiso del oficial de guardia. Yo creo que se acordó de la maniobra del turbo y me dijo con voz amistosa: pase al cuarto de máquinas a recibirle la guarida al ingeniero jefe que le está prestando su guardia de servicios especiales. Entendemos ahora por qué el ingeniero jefe presto guardia de mar?.
Al restablecer el apagón le decía al ingeniero jefe: -en todo momento dependemos del acople flexible de la bomba de condensado del turbo que está en servicio, si éste falla nos apagamos y del moco llegaremos a Cartagena, maniobra de remolque que absolutamente nadie, pero nadie, podrá borrarla de su hoja de vida en la carrera naval; pues bien, parece un cuento de Condorito, al llegar al muelle el señor comandante dice: -terminado con las máquinas el bendito acople inició tremendo ruido, se dañó y el buque se apagó, situación que solo demoró pocos minutos mientras instalábamos la boa para conectarnos a tierra. Que estrella tan grande la de el señor comandante y de paso la de nosotros los ingenieros.
El señor comandante del buque haciendo uso de sus dotes, heredadas de su hermano famoso pintor diseñó en un cartoncito una medalla y en ceremonia especial condecoró al turbo con su respectiva firma como capitán de fragata del "ARC Boyacá". Esta condecoración da tema para otro recuento seguramente en el futuro.
En
nuestro caso, la reacción ciudadana, no ha sido en términos generales, la de
rechazar el hecho. Por lo contrario, creo que una importante parte de la
población lo ha aceptado sin mayores reparos, pues lo han asimilado al
descubrimiento de una guaca que por no tener valor histórico, ni dueño
demostrable, nadie ha sido afectado. Adicionalmente juristas y profesionales del Derecho
sostienen que por no estar el hecho tipificado en el Código Penal, no existe
delito alguno, lo que en mi parecer, es tesis cierta pero consecuencia lógica que un delito que se
origina por la guerra y como consecuencia de esta, no tiene por qué estar dentro
de los articulados de los Códigos Penales de la Justicia Ordinaria, pues esta no
está diseñada para tratar los delitos de guerra. Para ello, debe estar
simplemente la Justicia Penal Militar; pero como en Colombia nuestras Cortes y
nuestros políticos ingenua o premeditadamente durante los últimos tiempos se han
dedicado a combatir y a intrometerse en todo lo que suene a castrense, han creado
un verdadero caos al debilitar los reglamentos y códigos militares y a las
entidades competentes para su aplicación. En
estas condiciones cuando ya prácticamente no existe fuero y cuando los
organismos de control del Estado sistemáticamente tratan de asumir las
investigaciones y los juicios de lo que sería en cualquier otra latitud de
estricta incumbencia de la organización militar, en Colombia ya no se tiene
claridad alguna al respecto. Por eso no podemos extrañarnos que los militares
juremos ante la bandera que si es del caso ofrendaremos la vida por defenderla y
la Corte conceptúe que el delito de cobardía no existe cuando la vida esté en
peligro y tantas otras cosas contrarias a la naturaleza de la milicia bien
conocidas que se han sucedido en el afán de demostrar que los militares están
sometidos al poder civil, como si esta consideración no hubiera sido constante y
característica histórica de nuestra Institución. La
información de prensa en este hecho, ha sido orientada a presentar el caso como
ejecutado por soldados rasos, ignorando los cuadros de mando posiblemente en
razón al grado de los Oficiales pues extrañamente, ni siquiera los han nombrado.
Adicionalmente quizás, el alto prestigio que en el momento goza la Institución
Militar y el aprecio creciente para con nuestros soldados han sido motivos
coadyuvantes en este comportamiento de los medios de comunicación. Sin embargo,
personalmente creo, que el hecho corresponde a una situación muy delicada, pues
es una conducta que de por sí, esta claramente establecida y castigada en el
Reglamento de Régimen Disciplinario para las Fuerzas Militares, con unos
agravantes muy complicados, como es el hecho de que para esta acción se pusieron
de acuerdo los Oficiales y los Suboficiales con los soldados lo que corresponde
a una actitud inconcebible y
vergonzosa. De quien vino la idea?. Muy difícilmente creo que pudiera ser de
los subalternos. En todo caso, los grados de responsabilidad, no son los mismos
y quienes ejercían el mando, están en una situación mucho más comprometida que
la tropa. Las
informaciones de prensa posteriores, dan cuenta de la situación caótica y de
indisciplina que dentro de las unidades comprometidas se presentara una vez se
repartieron el botín cuando los soldados se negaban a prestar los servicios de
vigilancia o pagaban elevadas sumas para no cocinar o prestar servicios de
rutina. Que hubiera sucedido si en ese momento se presenta una acción de la
guerrilla o tienen contacto directo con ella? La prensa también registra cómo
uno de los soldados cuando notó el
extravío de su equipo en donde llevaba la parte del botín que le había
correspondido, estuvo a punto de causar un gravísimo accidente al quitar el
pasador de seguridad a una granada dentro de un avión militar en pleno vuelo. Un
caso tan grave como este pasó
inadvertido en su momento? Qué procedimientos se llevaron a cabo cuando la tropa
arribó a las instalaciones del Ejército en Popayán? La tropa fue revisada al
incorporarse así fuera en transito a esta nueva unidad? Cuanto tiempo
transcurrió para que las evasiones, las compras extravagantes y los excesos en
uso de franquicia fueran notados? No
deja de llamar la atención la información de prensa, afirmando que estas tropas
al parecer llevaban prolongado tiempo sin relevo en el área de operaciones y sin
ser debidamente aprovisionadas. Es esto cierto? En
forma desprevenida parece ser evidente que los escalones de mando superiores no
tenían y no ejercieron un control cercano sobre las tropas envueltas en el
problema.. Las investigaciones que actualmente, se adelantan deben dejar
aclarada la situación. De todas maneras es claro, que las Fuerzas Militares,
perdieron dos Compañías, completas con el costo de entrenamiento, tiempo etc.
que demandará el remplazarlas y la oportunidad de haber tenido un éxito
inconmensurable, si las tropas como han debido hacerlo, en lugar de repartirse
el dinero lo entregan. Las
Fuerzas Militares deberán tomar medidas para evitar que un caso como este pueda
volver a sucederse, pues ya de seguro la posición de la opinión pública no será
la misma y las consecuencias negativas contra la Institución serán gravísimas.
Con la
seguridad que quienes cometieron semejante acción responderán por ello en
proporción adecuada a su grado de responsabilidad, no cabe más que reiterar
nuestra confianza en la Institución Militar y en sus mandos.
Art. 699 del
Código Civil Colombiano. La invención o hallazgo es una especie
de ocupación por la cual, el que encuentra una cosa inanimada, que no pertenece
a nadie, adquiere su domino apoderándose de ella.
Si esta usanza, fuera
común y aceptable en tiempos antiguos pues con ella no solo se remuneraba a las
tropas sino que constituía la base fundamental para estimular el ímpetu y
levantar la moral y el deseo de continuar la campaña, hoy en día no lo es, aún
cuando no quiera decir que no sucede, basta recordar cómo durante la Segunda
Guerra Mundial los nazis, se dedicaron minuciosamente a saquear tesoros
artísticos en los países ocupados y fue practica común dejar en la miseria a los
judíos. Igualmente fue bárbara la ocupación de Alemania, en especial por las
tropas rusas, en donde el saqueo, la violación y el abuso con la población
civil, fueron ejecutados sin control ni mucho menos con piedad para con el
pueblo derrotado. Sin ir más lejos, acaba de suceder en la invasión a Irak
cuando en varios casos han encontrado militares y periodistas, tratando de
introducir de regreso a los Estados Unidos, piezas correspondientes a los
valiosísimos tesoros de antigüedades
que fueron saqueados de los
museos de Bagdad y de otras
ciudades ocupadas..
Luis Carlos Jaramillo Peña CN
21-070
EJERCICIO PARA REFLEXIONAR
Artículo 700 del Código Civil Colombiano. El descubrimiento de un tesoro es una especie de invención o hallazgo. Se llama tesoro la moneda o joya u otros efectos preciosos que, elaborados por el hombre, han estado largo tiempo sepultados o escondidos sin que haya memoria ni indicio de su dueño.
Articulo 701 del Código Civil Colombiano. El tesoro hallado en terreno ajeno se dividirá por partes iguales entre el dueño del terreno y la persona que haya hecho el descubrimiento. Pero esta ultima no tendrá derecho a su porción, sino cuando el descubrimiento sea fortuito, o cuando se haya buscado el tesoro con permiso del dueño del terreno.
En los demás casos o cuando sea una misma persona el dueño del terreno y el descubridor, pertenecerá todo el tesoro al dueño del terreno. En otra oportunidad, hablaremos del tema desde el punto de vista penal y disciplinario...y usted, que opina?
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En ceremonia militar realizada en el campo de paradas de la Escuela Naval de Cadetes, el día de sus 192 años, se hizo un homenaje póstumo a los 13 Infantes de Marina, caídos en combate, en la vía al Carmen de Bolívar- Zambrano el pasado 24 de junio. El señor Comandante de la Armada entregó a los familiares de los infantes fallecidos la medalla al “Valor” de la Armada Nacional y condecoro con la misma, a los Suboficiales e Infantes de Marina que estuvieron en esta valerosa acción. Así mismo también fueron Condecorados con la medalla de “Servicios Distinguidos de la Escuela Naval”, el Almirante (r) Holdan Delgado V y los Almirantes Manuel Rincón, Alberto Rojas, Fernando Yance.
El Almirante Soto resalto la labor de la Escuela Naval de Cadetes como símbolo de las generaciones de colombianos que con orgullo y patriotismo han prestado un servicio a la Nación. En sus 192 años la Escuela Naval ha graduado 3.578 oficiales, hoy día tiene 381 cadetes, de los cuales 39 son mujeres. cuyo Brigadier Mayor de Batallón es la mujer la guardiamarina Edelyne Paola Cordero y el mejor cadete del semestre es otra mujer.
El ponqué de los 192 años fue partido por la señora del director de la Escuela Luz Helena García, el Almirante Rafael Grau A, como el oficial egresado más antiguo en la celebración del aniversario y una cadete de primer año. Actualmente el Director de la Escuela Naval es el Contralmirante Alfonso Díaz Gutiérrez de Piñeres, sinceras felicitaciones buen tiempo, buena mar.
CYBER-HUMOR
NAVAL
Por: Boxer
Durante la
época de los apagones en Bogotá en un ascensor del
Ministerio de Defensa violaron a una secretaria. En
su declaración sobre los hechos, informó al
fiscal que en el ascensor, además de
ella, había tres oficiales (un almirante, un capitán de fragata
y un teniente de navío). Cuando el fiscal le
preguntó, de quién sospechaba, ella sin dudar dijo que del
almirante.
Al solicitárle que
concretara su respuesta, ella explicó: -Con seguridad fue el
almirante porque a mí me tocó hacer todo y él no hizo nada-
Un general, al ver la nómina de los sueldos de todos los
soldados, dice al cabo pagador:
¿Y quién es ese Total que gana más que yo? En medio del combate,
un infante de marina le pregunta al general: Señor, deseo
hacerle una pregunta. |
Trinquete
romántico
CYBER-POESÍA MARINERA
CAPITÁN DE LOS
SUEÑOS
Christian Schrader Valencia
CN
42-035
Levemos anclas en las naves del ensueño
A
navegar por siete mares y mil mundos
En
cálidas arenas quisiera ser el dueño
De
timoneles viejos y pensares más profundos
...
!A
bogar¡ a bogar la fantasía
que
las estrellas guían nuestro rumbo
colores listos hay en la paleta mía
para pintar de nuevo, a este mundo.
..
El
viento por la popa está llegando
Y la
fuerza de la vida retomamos
sigamos pues en sueños navegando
en
esta realidad que tanto amamos...
Gigantes y cíclopes ya vemos
cercanos detrás de aquellos montes
Desplegad las velas y agitad los remos
poned
la proa hacia nuevos horizontes.
..
No
quisiera pensar en la fatiga,
pues
la ruta es larga todavía
Hasta
llegar al mar que la mitiga
Hay
muchos sueños en la mente mía.
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Asimismo contribuir a la política exterior de la Nación representando a la República Argentina al difundir las bondades de su realidad geográfica, cultural y productiva. Por otro lado fomentar las relaciones navales internacionales, estrechando los vínculos profesionales y de amistad con todas las Armadas que pudieran favorecer los intereses argentinos.
La Fragata A.R.A. "Libertad" ha obtenido el trofeo "Boston Teapot" por séptima vez y el "Sail Training Association" que se otorga anualmente al velero que tripulado, por más del 50% del personal en instrucción, recorra la máxima distancia solamente a vela, en un período de 124 horas de navegación.
El Esmeralda en los cruceros de instrucción, alberga en sus cubiertas una dotación de 23 oficiales, 49 cadetes de la Escuela Naval Militar, 39 aspirantes de la Escuela de Mecánica de la Armada y 239 tripulantes. En sus treinta y tres viajes realizados ha visitado 58 países y más de 400 puertos extranjeros.
Aparejo
Fragata de 3
palos
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Motor
2 diesel Sulzer de 1.200
CV
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Puerto base: | Buenos Aires | Propietario: | Marina argentina |
ZAFARRANCHO GRAFICO
Visita del Vicealmirante
Sergio Oliveros a Cartagena
La familia del Coronel IM Chepe Calderón
CN 38-004, estuvo feliz atendiendo a la familia del Vicealmirante
Sergio Oliveros. Las dos familias navales con hijos,
yernos , nietos y consuegros pasaron una velada muy agradable
donde abundaron, en grado superlativo, el licor y las viandas.
Matrimonio Useche-
Castillo
Se casó el hijo de Héctor Useche
CN 37-062 y Julita Vivero de Useche, en Cartagena el 31 de mayo. En la
foto aparecen los novios JAIRO Y JHOANA, sus hermanos Juan Carlos, Roberto
Mauricio y Héctor Julián Useche Viveros con sus
padres.
Imposición de
bandas
Durante cena ofrecida en el Club
Naval, el pasado jueves 26 de junio, Acore designó a Nelly Leaño de Díaz
como su representante al concurso de señora Cartagena (esposa
del Capitán de Navío Ernesto Díaz) y a Leonor Morales de
Giraldo al concurso de Abuela Cartagena. En la foto aparecen Nancy de
Uribe el ALM. Guillermo Uribe y Lucy de
Portillo.
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GRADO DE BACHILLER
El pasado 20 de junio, Laurita Cardona Mora, hija del Contralmirante Jairo Cardona Forero CN 37-018 y de Regina Mora de Cardona, concluyó formalmente el bachillerato en el Gimnasio Cartagena de Indias, donde felizmente tuvo ocasión de cursar cinco años, después de recorrer diez colegios, de 7 ciudades, en diferentes etapas de su vida donde su padre estuvo vinculado a las distintas guarniciones navales y en el exterior. Laurita, ha sido aceptada en la Pontificia Universidad Javeriana donde iniciará estudios en Ciencias de la Comunicación y Periodismo.
Con especial
deferencia Cyber-corredera se une a este regocijo familiar
y le envía a Laurita, la nueva bachiller, un fuerte aplauso y a
sus padres muchas felicitaciones.
35 AÑOS DEL
VICEALMIRANTE MAURICIO SOTO
El Vicealmirante Mauricio Soto Gómez CN 38-019, quien cumplió, el pasado 1 de junio, 35 años de haber recibido su espada de Teniente de Corbeta (según decreto Nº 999 de 1968), fue condecorado por el señor Presidente de la Republica, en la ceremonia de graduación de oficiales, realizada en la Escuela Naval. El Presidente Uribe Vélez elogió la trayectoria del Comandante de la Armada y reseñó sus virtudes militares y profesionales.
Cyber-corredera se une de corazón a esta celebración y le envía a Mauricio un fuerte abrazo de felicitación expresando al compañero y amigo los mayores deseos para que continúe al mando de nuestra querida Armada Nacional donde ha desarrollado importante y meritoria labor. También enviamos nuestra voz de aplauso para Carmencita, Darío y Mauricio Jr.
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Después de acompañar en Miami a la familia de su hermano Leonel, fallecido el mes pasado, regresó el conti Sigifredo Velandia Rocha CN 38-053. En su estadía en Miami fue visitado por Jairo Quiñones CN 38-080 y Gustavo Suárez CN 36-069, quienes le acompañaron en tan tristes momentos.
En ceremonia presidida por el presidente de la Republica Álvaro Uribe Vélez, en la Escuela Naval de Cadetes, recibieron su ascenso a Contralmirantes los Capitanes de Navío: Gilberto Rengifo Sánchez, Álvaro Echandía Durán, y José Joaquín Sanabria Fonseca. Sinceras felicitaciones para todos ellos.
EN CALI PREPARAN "ROMANADA"
Con el fin de
organizar la gran reunión de la familia Román (Romanada),
que tendrá lugar en el Regimiento de Caballería San Jorge, el próximo 16
de agosto, viajaron a la ciudad de Cali algunos miembros de esa distinguida
y castrense familia. En la capital del Valle se dieron cita los Osorio
Román, los Parra Román, los Noriega Román, los Velásquez Román y los
Rubiano-Groot Román. Se rumora que la agenda para la
Romanada que se aprobará en Cali, contempla varios puntos del ceremonial
militar que se resume así:
Orlando Lemaitre Torres CN 01-004
Luis Carlos Jaramillo Peña CN
21-070
Edgar Garay Rubio CN 21-038
Jimeno Manrique Medina CN 35-044
José Ramón Calderón Zambrano CN 38-004
"TURCO" ELÍAS NUEVO SUSCRIPTOR
Hay un conti que desea
recibir la Cyber corredera y que por mi conducto me permito presentarlo, se
trata del querido "Turco Elías" CN 39 014, cuya
dirección electrónica es "weliasp@yahoo.com
".
Cordialmente,
Antonio J. Pinzón S. CN 39
066
Mario Rubiano-Groot Román CN
45-045
Quiero agradecerles el que me tengan en cuenta dentro de sus
suscriptores, he recibido con mucha alegría dos cybercorrederas.
Gracias
al Conti Jorge Serpa quien me indujo a entrar en este
océano de anécdotas y recuerdos de los que en alguna forma hacemos parte todos
los que tuvimos orgullosamente puesto el uniforme.
Me alegra saber que
el Conti Ricardo Izquierdo también está haciendo
parte de este grupo, pues fue mi guía para entrar a la ENAP.
Nuevamente
mil gracias
Luis Miguel Camargo IM 25-001
Rodolfo Rodríguez Castro CN 53-025
Un conocido amigo
cambió de e-mail. Por favor enviar a Roberto Spicker "la
Cyber-corredera" al siguiente E-Mail: spicker@epm.net.co
Cordial saludo
Fernando Molano Dueñas MC
31-022
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