Informativo virtual para integrar la familia naval colombiana

Unidos por el mar y exhaustos por el último poste

2022 - N° 256

www.cyber-corredera.de

Director: Dr. Jorge Serpa Erazo • Editor: TFES(ra) Dr. Francisco Rodríguez Aguilera mailto:enfermero@cybercorredera.com


DR. JORGE SERPA ERAZO

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CN MARIO RUBIANOGROOT R.

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DR. FRANCISCO RODRÍGUEZ A.

74-065

Director

Corresponsal

Editor / Corresponsal Europa

EN ESTA EDICIÓN:


ARMADA DE COLOMBIA REALIZA RECONOCIMIENTO A SU NUEVO COMANDANTE

ASUME NUEVO COMANDANTE DE LA FUERZA NAVAL DEL PACÍFICO

ASTILLERO “DAMEN” APOYARÁ A COTECMAR EN LA CONSTRUCCIÓN DE 5 FRAGATAS (PES)

UN CACHACO EN PLATO HISTORIA NAVAL

UN DIA COMO HOY

HISTORIA MILITAR – BUENO ALGO ASI

CAPÍTULO SEIS: ¿CÒMO FUI A PARAR A CARTAGENA?

ZAFARRANCHO GRÁFICO SOCIALES

INFORMACIÓN COMERCIAL PARA LA PROMOCIÓN DE EMPRESAS, NEGOCIOS Y ACTIVIDADES DE LA FAMILIA NAVAL

MASCARÓN DE PROA


ARMADA DE COLOMBIA REALIZA RECONOCIMIENTO A SU NUEVO COMANDANTE


En la ciudad de Cartagena se llevó a cabo la ceremonia de reconocimiento del señor Vicealmirante Francisco Hernando Cubides Granados como Comandante de la Armada de Colombia.

El reconocimiento inició con una imponente Revista Naval, en la que 12 unidades estratégicas de la Flotilla de Superficie y de la Flotilla de Submarinos, más dos Aeronaves de la Fuerza Naval del Caribe,


demostraron las capacidades con las que cuenta la Institución Naval, engalanando las aguas de la Bahía, para rendir honores a su nuevo Comandante.


Posteriormente, en la Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padilla” se desarrolló una solemne ceremonia, en la que se realizó la izada y entrega de la Insignia del Comandante, seguido de los honores de pito y 15 salvas de cañón. Ese mismo escenario fue testigo de un desfile naval y militar que con gallardía y marcialidad, rindió honores y reconocimiento al señor Vicealmirante Francisco Cubides.


Este tipo de ceremonia hace parte de las tradiciones navales que se llevan a cabo cuando un nuevo Comandante de la Armada de Colombia asume el mando, para que los hombres y mujeres de mar y río den la bienvenida a su Comandante para que inicie con éxito su nuevo derrotero de seguir construyendo un país libre, democrático y desarrollado, llevando el estandarte de defender la vida y proteger al azul de la bandera.

Con emotivas palabras, el señor Comandante de la Armada de Colombia resaltó la importancia del talento humano capacitado y entrenado para el logro de la misión constitucional y los objetivos institucionales. Así mismo, enfatizó su compromiso de continuar con el desarrollo efectivo de operaciones que contribuyan a la defensa y soberanía de la nación.

Somos una Armada Bicentenaria para la gente.


ASUME NUEVO COMANDANTE DE LA FUERZA NAVAL DEL PACÍFICO


En ceremonia militar realizada en el muelle principal de la Base Naval Logística No. 2 ARC “Málaga”, se llevó a cabo la ceremonia de reconocimiento del señor Contralmirante Carlos Alberto Serrano Guzmán como nuevo Comandante de la Fuerza Naval del Pacífico, cargo que durante un año y medio ocupó el señor Vicealmirante Francisco Cubides Granados, actual Comandante de la Armada de Colombia.

Con la presencia de autoridades militares y civiles, el señor Comandante de la Armada de Colombia efectuó el reconocimiento del Contralmirante Carlos Alberto Serrano Guzmán, quien venía de desempeñarse como Comandante de la Fuerza Naval del Oriente, y quien a partir de la fecha asume como Comandante de la Fuerza Naval del Pacífico, importante Unidad estratégica de la Armada de Colombia que tiene como área de responsabilidad más de 339.000 km2 en el Océano Pacífico, 1.300 km de línea de costa entre Punta Ardita - Chocó y Candelilla de la Mar - Nariño y 26.000 km2 de área terrestre en los departamentos de Cauca, Chocó, Nariño y Valle del Cauca.

Bajo el liderazgo del señor Vicealmirante Francisco Cubides, la Fuerza Naval del Pacífico alcanzó importantes logros en la lucha frontal contra el narcotráfico, la minería ilegal, la disrupción de Grupos Armados Organizados y Grupos Delincuenciales Organizados, la migración irregular, la extorsión y el secuestro, así como adelantó importantes acciones en pro de la protección de agua, la biodiversidad y el medioambiente. Estos resultados contribuyeron de manera directa al fortalecimiento de la democracia, la consolidación de la gobernabilidad y la protección de la vida, aportando a la seguridad y al desarrollo integral de las comunidades de esta zona del país.

En cuanto al desarrollo de las comunidades, trabajó por fortalecer la seguridad humana y la protección a los derechos humanos y el tejido social de todos los habitantes del litoral Pacífico, siempre teniendo como principio que el mayor éxito operacional de la Fuerzas Militares es la tranquilidad de la población, disponiendo de todas las capacidades diferenciales y talento humano de la Institución Naval en aras de procurar el bienestar y la sostenibilidad de los habitantes de la región.

COMANDANTE FUERZA NAVAL DEL PACÍFICO


El señor Contralmirante Carlos Alberto Serrano Guzmán nació el 8 de diciembre de 1970, en la ciudad de Bucaramanga - Santander, e ingresó a la Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padilla” el 11 enero 1988, graduándose como Teniente de Corbeta el 1 de diciembre de 1991, en la especialidad de Ejecutivo Superficie. Ascendió al grado de Contralmirante mediante Decreto No. 2094, del 21 de noviembre de 2019.

Durante su servicio a la Armada de Colombia se ha desempeñado como Comandante de la Estación Guardacostas de “Cartagena”, Comandante de la Fragata ARC “Almirante Padilla”, Director de Operaciones Navales Armada de Colombia, Comandante del Comando Naval, Comandante de la Fuerza Naval del Oriente, entre otros. Es Ingeniero Naval con Especialidad en Electrónica y Profesional en Ciencias Navales de la Escuela Naval de la Cadetes “Almirante Padilla”, Especialista en Estado Mayor de la Escuela Superior de Guerra, Magíster en Seguridad y Defensa Nacionales de la Escuela Superior de


Guerra y fue Representante permanente de Colombia ante la Organización Marítima Internacional en Londres durante el año 2016.


Durante la ceremonia militar, el nuevo Comandante de la Fuerza Naval del Pacífico manifestó: “Mi programa es la gente, tanto de nuestra Institución como de la sociedad, que es, y seguirá siendo, nuestra prioridad, acercar el desarrollo a las zonas ribereñas y apartadas, trabajando no solo para la gente si no con la gente”.

La Armada de Colombia desea éxitos al comandante entrante en su nuevo cargo, al tiempo que continuará fortaleciendo el compromiso con la nación, desarrollando operaciones marítimas y fluviales para continuar contrarrestando el uso ilegal del mar y las economías ilícitas en esta zona del país.




ASTILLERO “DAMEN” APOYARÁ A COTECMAR EN LA CONSTRUCCIÓN DE 5 FRAGATAS (PES)


Colombia vuelve a apostar por el astillero neerlandés Damen Schelde Naval Shipbuilding para el desarrollo de su programa naval más importante en décadas.


Imagen ilustrativa de la nueva PES. Autor Armada Colombiana

El Ministerio de la Defensa de Colombia ha anunciado que la firma Damen será el socio tecnológico dentro del proceso de diseño y construcción, en colaboración con el astillero local Cotecmar, de las cinco fragatas del programa Plataformas Estratégicas de Superficie (PES) de la Armada Colombiana.

La elección de la empresa contratista de este largamente extendido proyecto se da meses después de la visita, el pasado febrero, del ahora expresidente Iván Duque a las instalaciones que Damen posee en Países Bajos. Visita que ya hacía suponer que la empresa neerlandesa se haría con el contrato.


Sigma 10514 de Damen. Foto: Damen

Colombia reafirma con esta decisión su confianza en Damen y sus embarcaciones, dado que el país caribeño también seleccionó, en 2019, el modelo OSRV 8316 como base para su Buque Oceanográfico colombiano. De esta manera, quedan descartadas las propuestas de otras empresas que estaban interesadas en el programa naval colombiano, entre ellas, la francesa Naval Group, la española Navantia, la coreana Daewoo y la turca STM.

CINCO UNIDADES

La firma oficial del contrato se llevará a cabo la próxima semana en Bogotá. Cotecmar quiere implicarse en el diseño final de las fragatas por dos motivos: garantizar que se cumplan con las necesidades operacionales de la Armada y adquirir capacidades tecnológicas. El diseño base de los buques será el Sigma 10514 de Damen (Las Sigma 10514 son navíos de 107 metros de eslora, por 14 metros de manga, con velocidades máximas de hasta 27 nudos gracias a sus motores (diésel/eléctrico) que generan 13.410 caballos de fuerza, con una autonomía de hasta 30 días o 9.200 kilómetros y con una tripulación de hasta 122 personas). Las negociaciones se centrarán ahora en pactar un precio por unidad que no supere los 400.000.000 dólares. Además, Colombia quiere ampliar el tonelaje del modelo de partida para que se ubique entre las 2.800 a 2.900 toneladas.


Sigma 10514 de Damen. Foto: Damen

La intención de la Armada y del astillero Cotecmar es contar con una plataforma multimisión, que pueda operar en cualquier océano, pero particularmente en la costa atlántica y pacífica, y con la que pueda constituir una efectiva Fuerza Defensiva Oceánica (FDO) en base al Plan Estratégico del Sector de la Defensa y Seguridad (2018-2022) y al Plan Estratégico Militar y de Transformación (PEMT) 2042.

De acuerdo a los requerimientos de la ARC, las nuevas embarcación contarían con un mástil integrado, con un arma principal de 76/62 milímetros, con sistemas antibuque (SSM-700K HAE SUNG-I), sistemas de defensa aérea de mediano alcance, desde lanzadores verticales (VLS de entre 12 a 16 celdas) y de corto alcance (CIWS), así como con sistemas de guerra antisubmarina (AWS) –sonares de casco y de profundidad variable- con una muy baja firma de radar, infrarroja, acústica y magnética, con sistemas ART/UAV, modernos sistemas de guerra electrónica (EW), tanto activos como pasivos, y sistemas de gestión de combate también de última generación, además de flexibilidades para su configuración, una tripulación reducida, con alcances de entre las 4.000 a 7.000 millas náuticas, con autonomía de 30 días aproximadamente y velocidades de entre los 27 a 30 nudos, proporcionada por un sistema de propulsión híbrido de dos motores.


UN CACHACO EN PLATO


Por David Escobar Gómez, NA 42044

Cuenta la leyenda, que una vez a Plato llegaron un par de cachacos tan pronto se acabó la civil Guerra de los Mil Días. Sin que se hubiese sabido con certeza cuál era el motivo que los atraía a ese pueblo escondido entre lo playones y la montaña; pero se puede deducir, sin lugar a equívocos, que venían esos forasteros a explorar la compra y venta de ganado, pues sus indagaciones eran pertinentes a esa actividad propia de la región, como se supo después en los comentarios post morten nihil est que uno de los dos cayera muerto por un machetazo que le entró por el hombro y le destrozó la clavícula derecha y luego, del cachaco descuartizado por la muchedumbre enfurecida, no quedó del desconocido sino un pellejo pegado a unos huesos, restos que fueron lanzados al

caño de Plato, y por donde huyó su compañero.

¡PUEBLO ENARDECIDO EN LA VIDA NO EMBROME!

En la región de Plato, los campesinos, solían hacer alarde de su fuerza y valentía, sobre todo en las peleas a los puños además de las faenas de vaquería; pero hasta ahí, al arma blanca le tenían respeto o pavor, y las peleas a machete las evitaban al máximo. Cuando llegaba un forastero, lo más seguro era que los peleadores famosos le buscaran la pelea, y siempre los de afuera llevaban las de perder. No había decidido el extraño si aceptaba el reto, cuando la patada sorpresiva de entrada la recibían en el caracol de la oreja dejándolos aturdidos y luego venía un puño certero en el pegue de las cejas, el que los dejaba inconscientes en el suelo después de una semivuelta de un cuerpo que cae indeciso sin equilibrio.

En una oportunidad de tantas en su vida, Fermín Acuña, famoso por ser bueno a los puños y patadas, encontró su gallo. Ante la sorpresa de no haber podido vencer al extraño, y por ser la primera vez en su vida que le desencajaron la mandíbula con una trompada bien dada; le regaló a su agresor un toro, en homenaje a su distinción de hombre fuerte.


Volviendo al cachaco muerto por la multitud…un fuereño no fue retado como era la costumbre, sino objeto de una invitación a tomarse un trago de ron que le hizo un plateño, en una cantina del puerto. Como no lo aceptó en tres ofertas consecutivas de buena gana, el oferente se sintió despreciado y ofendido.

El ataúd cayó al suelo levantando una polvareda de muerto, y en diez segundos no había ser viviente ni asomado por las ventanas en todo el pueblo. Cuando los que corrían despavoridos querían contar el motivo por el cual huían, no notaron que el grito había llegado primero y las puertas se iba cerrando como por encanto. Si no es por unos hombres que entraron al pueblo a caballo por el lado de las plazoletas y se encontraron con la caja en la mitad de la calle del medio, abandonada a su suerte eterna, el muerto hubiera quedado ahí hasta quien sabe cuándo tirado en su abandono en espera del juicio final.

Sin ser decretado, después del linchamiento, hubo un toque de queda después de las ocho de la noche en el pueblo de Plato que duraba hasta tres minutos antes de la madrugada. El temor de que llegaran los cachacos a vengarse cogiendo a la gente por la espalda cuando se estuviera caminando por los callejones oscuros, los encerraba temprano.

Pasaron los años y se fue acabando el temor de un ataque de los cachacos; pero, no quiere decir que el incidente violento se hubiera desvanecido, ahora el muerto aparecía en el callejón del arroyo con relativa frecuencia. Penaba o cobraba a su manera su muerte infausta, a falta del oficio de sicario en ese pueblo sano.

“Me salió el cachaco, me salió el cachaco”. Gritaban los que lo veían. Casi siempre mujeres y niños. Los hombres se tragaban el pánico sin muchos comentarios. Lo describían como un hombre alto, vestido de saco de paño negro, con sombrero de copa, con corbata negra también y camisa blanca. Siempre recostado a las tablas de la cerca y debajo de un árbol de naranjuelo frondoso que cubría con sus ramas el callejón. Su mirada era fría, las manos siempre atrás, como si escondiera un arma, y le brillaba la cara medio tapada con el sombrero.

Lo que la gente de Plato no asociaba era un silbido antes de que apareciera el espanto aparato, y que siempre estaba en la esquina Efraín Peña, primo de mi padre.

La gente, al escuchar comentarios de persona adultas que gozaban de mucho respeto en el pueblo, y que habían sido víctimas, daban por cierto el suceso.

- Sale, compa, sale, al señor Nicanor le salió, y ese señor no se va a poner a inventar.

Mi abuela notó un día, después de uno de tantos comentarios del aparecido cachaco, que el baúl que había dejado el tío Jeremías guardado en el cuarto de los hombres huéspedes, estaba abierto y que una gallina anidaba plácidamente adentro. Cuando la sacó, pudo ver el traje negro con el sombrero que estaba encima y le entró la malicia. Varias noches estuvo al acecho, pero nada que pudiera decir que había dado con el cuento del difunto cachaco. Hasta que una noche, llegó mi papá de la calle y se despidió de Efraín con tanto alboroto si apenas empezaba la oscuridad. La sospecha recayó en el par de jóvenes, los que debían tener ya más de veinte años. Mi abuela, con mucho sigilo, vigiló los pasos de su hijo Alejandro José quien entró a la alcoba y se untó miel de abejas en la cara y después alcohol. Luego se puso el vestido negro, agarró una vela y salió al patio en espera del silbido para salir por el portón que daba al callejón solitario y prender la vela para que le alumbrara el resplandor en la cara no más y dejarse ver. Y así, llegó la única víctima de esa noche. Silbaron, y se hizo el operativo de siempre. Contaba después mi padre, riéndose, ya anciano: “nadie miraba más de un segundo mi figura fantasmal”, lo que les daba confianza para no ser detectados. Esa última noche de terror, su madre lo


siguió hasta la habitación en donde se cambiaba, y lo encontró de espaldas desvistiéndose después de gozar otra aparición del cachaco.

“¡Aquí está el cachaco!”. Gritó mi abuela riéndose. El, muy aturdido y sorprendido, con la mirada que le dio a mi abuela, ella comprendió la súplica que no lo fuera a delatar. Cuando ella le dijo: “Que no te vuela a ver en estas”, sonrío tímidamente y terminó de cambiarse.

Después, cuando ella quería que mi papá le hiciera un mandado, no más era decir la palabra mágica: “cachaco, ¿me compras unas calillas? Y mi padre corría muy obediente a donde lo mandaran, sin chistar.


HISTORIA NAVAL


El vaporero de pasajeros SS Warrimoo estaba silenciosamente abriéndose paso a través de las aguas del medio Pacífico en su camino de Vancouver a Australia. El navegante acababa de terminar de trabajar en una solución estrella y trajo al Capitán John DS. Phillips, el resultado. La posición del Warrimoo fue LAT 0o 31’ N y LONG 179 30’ O. La fecha era el 31 de diciembre de 1899.

"¿Sabes lo que esto significa? "El primer oficial Payton irrumpió, "Estamos a sólo unas pocas millas de la intersección del Ecuador y la línea internacional de fecha". El Capitán Phillips fue lo suficientemente broma como para aprovechar al máximo la oportunidad de lograr el monstruo de la navegación de toda una vida.

Llamó a sus navegantes al puente para comprobar y verificar dos veces la posición de la nave. Cambió ligeramente de rumbo para llevar directamente su marca. Entonces ajustó la velocidad del motor.

El clima tranquilo y la noche despejada trabajaron a su favor. A medianoche, el SS Warrimoo yacía en el Ecuador exactamente el punto donde cruzó la línea internacional de fecha. Las consecuencias de esta extraña posición fueron muchas:

La proa del barco estaba en el hemisferio sur y en pleno verano. La popa estaba en el hemisferio norte y en pleno invierno.

La fecha en la parte de popa del barco era el 31 de diciembre de 1899. La fecha en la parte delantera del barco era el 1 de enero de 1900.

Por lo tanto, el buque estaba simultáneamente en:

dos días diferentes, dos meses diferentes, dos años diferentes,

Dos temporadas diferentes y en dos siglos diferentes.

Euller, John (Sept. 1953). "Un monstruo de la navegación". Los barcos y el mar. 3. P. 18




UN DIA COMO HOY




HISTORIA MILITAR – BUENO ALGO ASI 😊😊




CAPÍTULO SEIS: ¿CÒMO FUI A PARAR A CARTAGENA?



HOME, SWEET HOME

Por Capitán Miguel Ángel Florentín


La llegada al hogar trae siempre un bálsamo al alma.

Las heridas producidas por la distancia van cicatrizando con los abrazos.

El hombre maduro, se vuelve rama verde que se inclina al viento de los afectos.

Y el tiempo, que tan lentamente pasó durante el año, se te escapa, en diciembre, como arena entre los dedos.


Las vidrieras teñidas de navidad acompañarán a la sonrisa eterna de los transeúntes.

Me cansé de contar a los amigos, las peripecias en Colombia, con el agregado de aquel viaje tan extraño del avión militar.

Algunos, creyeron que inventaba. Me preguntaron todo y todo conté.

Es cierto que salteé la clase magistral de metafísica, que mi amigo Camargo me había regalado porque quería guardar eso para mí.

Les causó risa en cambio, la imitación que improvisé del cartagenero Lemaitre, habida cuenta del uso de palabras tan costeñas y diferentes.

El costeño, puede ser de Cartagena, Santa Marta o Barranquilla - les decía a mis amigos paraguayos-. Hay más, como el de Buenaventura, en el otro océano, en el Pacífico.

La cuestión es que ellos tienen una forma simpatiquísima de hablar.

¿Dónde está mi novia?

Encontré a mi novia intacta, si bien, ese término nunca se puede usar con una mujer. Tenemos que admitir que el que ama, lo utiliza.

Nuestro encuentro fue romántico y necesario. La confianza que nos teníamos asfaltaba nuevamente los caminos al cielo.

Recuerdo que fuimos a un baile. Una fiesta. La música me transportó a otro nivel.

No era yo cuando sentí que la pareja que giraba cerca nuestro nos chocó sin querer. Al voltear para pedir disculpas encuentro a Ian Bosch, el gerente de quien me tenía que ocultar, es decir: la única persona que no me tenía que ver, pues estaba yo “escapado” de incógnito. El mismo que me había dicho que mi regreso se haría recién al terminar los años de estudio.

Quedamos blancos ambos. Salimos a un costado para que yo le pudiera explicar que solamente estaba de vacaciones y que en unos días ya regresaba.

- ¡Mas te vale soldado! - dijo con gracia mal actuada.

Mis vacaciones de un mes se desvanecieron mucho antes de lo que hubiera querido. El descanso terminó abruptamente y me fui por donde vine.

Por Buenos Aires.

El mismo avión con otra gente, me dio la bienvenida en Ezeiza. Que rápido se recorre el camino conocido.

Esta vez, entré a mi cárcel con soltura.

Una segunda estrella me esperaba, un nuevo uniforme, nueva vida.

Con qué poco se contenta un soldado, me decía mientras buscaba con la vista a mis amigos.

Después de presentar mis respetos a las autoridades, nos abrazamos con Octavio Parra, Luis Pinzón y enseguida encontré al bueno de Javier Camargo. También allá lejos llegaba William López, el caleño, que estuvo con permiso.

-Kiubo man. Que más. Saludó Pedro, en su otro castellano.

-Aquí. Con este calor tan berraco y esta vaina que ya empieza de nuevo. Utilizaba yo, el slang colombiano por dos motivos muy humanos.

El primero estaba basado en un instinto de conservación que dice: “Cuanto más te destaques del montón, más te llamarán para castigos”.

Dicho de otra forma, si lograba yo mimetizarme entre ellos, iba a formar “cardumen”, y así, los antiguos no te buscan.

El segundo motivo de usar el dialecto se basaba en que, si hablas como ellos, no te dicen cada rato:

¿Como? ¿Qué ha dicho usted?

Ahh sí, porque allá todos se tratan de usted, salvo en Cali.

Pasé el primer semestre (2-1) nuevamente, rozando la copa de los árboles.

No sé cómo es ahora, pero antes en cada semestre, se arrancaba con un listado donde figuraba el número con que estabas registrado en el sistema.

Una especie de ranking.

Ese número no es otra cosa que tu posición en la carrera de los cuatro años.

Queda claro que, si eres el mejor alumno de tu remesa, estás en la lista en el puesto uno.


Pues yo terminé el primer semestre con este código: 2-1-150-. Alumno 150, haciendo el segundo curso, primer semestre.

Al enterarme de esa posición, había mirado al suelo, avergonzado-.

Envidiaría siempre unas plaquitas metálicas que la Jefatura de Estudios coloca a los 10 mejores de cada semestre.

Son plateadas, hermosas, brillantes. En ellas se lee, -si uno se acerca lo suficiente-, “Alumno Distinguido”.

Cuando el portador de tan excelso homenaje camina por el sol, cruzando los enormes patios, la plaquita envía destellos a los cuatro puntos cardinales, de tal forma que a la distancia tú sabes que un distinguido, se acerca.

Soñaba con una de esas. Estaba a años luz de conseguirla.

¿Cuál era mi número en la lista? ¿150?

Javier, mi personal trainer, me retaba mientras Pedro (que era buen estudiante) se reía de nosotros. Tendrás una de esas paragua, tendrás una de esas. Mentaliza...mentaliza.

-Lo único que mentalizo es mi 150, -respondía yo, con tristeza-.

Entramos al segundo semestre del segundo año (2-2), con aires renovados.

El álgebra había quedado atrás y ahora deberíamos enfrentarnos a Electrostática.

Las demás materias no implicaban una lucha desmedida y ya nos estábamos encariñando con los libros.

Para el desarrollo de Electrostática dejaron sin efecto el nombramiento de un profesor conocido, porque llegaba de Francia uno mejor. Eso dijeron. Y el dato nos alegró.

Pero nos esperaba una sorpresa. Una gran sorpresa.

LE PROFESSEUR

Marcel Mercier llegó en una mañana de lluvia. Ya era... toda una premonición.

Con diez minutos de atraso entró en una curva del corredor, y nos descubrió espiando su llegada. Por el pasillo largo, se deslizaba como un personaje escapado de Harry Potter.

Recién entrando a la madurez, pelo enrulado y de estatura baja.

Lentes redondos a lo Lennon y gestos rápidos y continuos, como si quisiera espantar las moscas, una a una.

Después del saludo de rigor, se dio cuenta que vino diez lecciones antes de aprender bien castellano. No obstante, hizo la introducción con que, tanto gozan los profesores.

Queridos alumnos. Mi nombre es el que tienen en ese papel, en donde se olvidaron de poner que soy Físico Nuclear. PHD en Ciencias.

Mi trabajo actual es la supervisión en la construcción de cohetes. La materia que me dieron para dictar aquí es un juguete. Merde.

Si ustedes conocen de carreras de autos, les puedo decir que soy piloto de Fórmula uno y me acaban de dar un Volkswagen.

Eso es... Electrostática para mí. Un escarabajo.

-A veg... ¿Qué libro tienen asignado?

-Allen Tipler… profesor...

-Ese ...mogolic? Ale...ale...

-Tírenlo. Vamos, sin miedo...tírenlo...TÍRENLOOOOOOO Como quedamos asustados. No quiso entrar a hacer cálculos todavía, sino que nos contó por que vino. A modo de disculpa, contó su historia.

En Francia -dijo con orgullo-. Si un joven no quiere ir al servicio militar, debe, en compensación, firmar un documento al gobierno, en el cual especifica que va a pagar su falta al ejército con la enseñanza en el extranjero, de materias de su profesión.

El gobierno, por su parte, se compromete a no apurar a ese joven a que cumpla su palabra, y no lo llamará en tanto y en cuanto él, siga estudiando.

¿Qué quiere decir esto?

Que mientras uno es estudiante, pueden pasar siglos sin que te llamen. Yo, pronto lo entendí así.


Como detesto enseñar, cada vez que terminaba una carrera, empezaba otra.

¿Resultado? Soy Licenciado, doctor, astronauta, master, Phd.

Y ahora, ya no puedo inventar más excusas y tengo que trabajar por ese “honor”, y por eso...estoy aquí, para comérmelos crudos.

Miré de reojo a César Diago y noté que comenzó a sudar un poco antes que yo. Vamos a ver esta materia desde un ángulo nuevo, diferente.

La vamos a estudiar desde el punto de vista vectorial.

¿Me siguen?

A ver. Y tomó por su cuenta el pizarrón, que era de eso largos.

Aun así, a los 15 minutos, tuvo que parar de escribir fórmulas porque ya no quedaba un centímetro de pizarra. Miré de reojo a mis escoltas y sólo quedaban sus sombras.

El semestre transcurrió así.

Con Marcel explicando vectores que no veíamos y fórmulas que parecían estar hechas en su idioma. Era ya, a finales de noviembre.

Mis previas fueron un desastre. Nunca entendí a Marcel.

Una tarde se rió, cuando me vio pelear con mi serie preferida de Schaum.

Esos libros de los que ya hablamos. No te explican nada, pero te entrenan para resolver problemas. Se rió burlonamente y me llamó subdesarrollado.

El examen final se me vino encima y entré a la guillotina con los ojos vendados. Escuchaba La Marsellesa en un espejismo sonoro.

Mi examen final lo entregué en blanco. Mis sueños se hicieron trizas.

A propósito, salí rápido de ese examen funesto.

Busqué aire en aquellos patios. Llevé una silla al lugar más lejano del patio. Me acomodé debajo de un hermoso árbol que siempre me recordó a mi tierra.

Mi lejana tierra. Mas lejana ahora, que la bandera de mi dignidad estaba rasgada. Estaba todo perdido. Y lloré. Lloré toda la rabia acumulada en el destierro.

En la cristalería metafísica, que había construido en mi mente, escuché el ruido del trofeo a mi amigo barranquillero, cuando torpemente se desplomaba, rompiendo todo en caída libre.

¿Dónde acomodar ahora, las teorías del que todo se puede?

-No era yo -acaso- un mosaico del mural de Dios?

-No somos perfectos entonces?

-O tal vez sí, lo son aquellos, que allá lejos, alegremente charlan en el recreo y solamente yo, por ser extranjero, fui excluido de los favores celestiales.

Me sentí de la misma forma, que en un choque de autos.

El sentimiento de inocencia del yo-chofer, lo embarga a uno, también surge la urgente necesidad de sacudirse la modorra trágica y hacer los papeles que la ley exige. Todos te reconocen el shock del choque, pero todos te piden que llenes los formularios de tu accidente.

-Tengo que escribirle a Bosch, el dueño de la plata.

¡Tengo que legalizar mi fracaso!

Y preparé una carta. Ahí tendría que explicarle al dueño de la beca, el porqué de mi fracaso. Hice todo bien. Nunca conocí los vicios, he sido disciplinado y para garantizar mi triunfo me acoplé al compañero que más sabe.

Nada funcionó y acá estoy, al borde del camino, lejos de la meta y llorando encima. Urgentemente, escribí esta carta.

Estimado señor Bosch:

Usted sabe que soy un joven responsable. Me educaron para serlo.

Puse al servicio de su empresa y al servicio de mi futuro, la pasión por el estudio.

Tengo que confesarle que mis alforjas no venían muy llenas de conocimientos en los comienzos del año pasado.


Pero con tesón y buena conducta, me gané el respeto de los profesores y logré nivelar las notas.

Hoy, he chocado contra el muro de la verdad y aunque me cueste reconocerlo, me dicen que no sirvo para esto.

Dios sabe que mi fracaso no se debe a la falta de estudio. ¡No!!

He llenado todos mis cuadernos y mis horas libres con fórmulas que antes no conocía.

He prestado de otros, la inteligencia que a mí me falta y, entregando mi buen humor, que es mi único patrimonio, he conseguido a cambio la limosna de más clases en las horas de descanso.

Y con tal frágil lanza, he atacado a los molinos.

Y con tal desigual trueque, avancé en mis promedios.

Unas pocas horas antes de este examen tormentoso, yo estaba feliz.

Me habían comunicado- a mi pedido, es cierto- que mi posición en la tabla, ¡había mejorado muchos lugares!

Estaba terminando el año en posición 98.

Y pensar, que, con tan buen pronóstico, igual, tengo que abandonar. Muchos se fueron, señor, y sólo algunos quedan.

Pero mi caso no se parece al de los otros. Ya que mi retorno le costará a usted mucho dinero.

Una vez en Asunción coordinaremos la forma del reintegro de su inversión, para que ni usted ni su empresa salgan perdiendo en el trato.

Lamento haberle fallado.

Solo espero que la vida, me dé en algún otro lado, otra oportunidad. Atentamente

MF

Aproveché el camión del correo, que justo pasaba en ese momento, y envié la carta, con mucho dolor. Como eso fue un viernes, los que dudaban, tuvieron que esperar tres días para saber sus notas.

Los que no dudábamos estábamos en el suelo. Los cerebros debatían acerca del examen.

Pedro Redondo estaba inquieto porque todos tenían resultados diferentes. Yo, ya no discutía.

Solo pensaba en mi carta. Mi valija. Mi avión. Mi prestigio.

El domingo de tarde le reclamé a Javier el mural fallado, el mosaico fallido. La teoría fayuta de la mente y sus arandelas.

-Javier Camargo: escúchame bien...Al diablo la poesía, la prosa, la retórica, el folleto, la esperanza, la templanza.

- ¿Qué?

-Al diablo los amigos, las tertulias, las promesas.

-...

-No me hables de la luz al final del túnel, ya que la vida entera es un túnel.

-...

-Con que cara ahora yo, cruzo todo el Amazonas, para ir a Paraguay a decir que todo lo que hicieron por mí, no existe.

-...

-Que hago con Julio César y mi pobre, pobrísima imitación del cruce del río ese.

-Mike, por favor...

-Déjenme solo muchachos.

-Miguel...paraguaio. No es el final de tu vida.

-Si. ES EL FINAL DE MI VIDA. CLARO QUE LO ES.

..........................

(Continuará)



ZAFARRANCHO GRÁFICO


NOTAS PARA LA CYBERCORREDERA

El ARC “Gloria”, arribo a Barranquilla, con el fin de embarcar a 73 Grumetes del curso 2022 y zarpó para iniciar crucero por los Puertos de Santa Marta, Riohacha, San Andrés, Providencia y terminar en Barranquilla:




CENA EN EL HOTEL TEQUEDAMA EN HONOR A COARC



El pasado sábado 10 de septiembre del año 2022, los compañeros del crucero del año 1988 por la “Polinesia”, ofrecieron una cena al nuevo Comandante de la Armada Valm Francisco Hernando Cubides Granados, en el salón rojo del Hotel Tequendama.



SOCIALES


El pasado Viernes 2 de septiembre, se reunieron en el Salón “Cabrestante” del Club Naval en Cartagena, para su almuerzo mensual los compañeros de la Promoción 47:


De izquierda a derecha: CF Fernando Camacho, CN Ignacio Rios, TF William Spicker, TK Luis Jabba, MYIM Jorge Méndez y BGIM Rodrigo Quiñones.


El día sábado 03 de julio se celebró el concierto “La Noche de Plancha y más” en el club naval Antares de Bogotá. Algunos aspectos de la noche divertida:



Sonia López, Albita Gómez, Sonia García, María Isabel Gutiérrez y Linda Chacón, esposas de oficiales de la Armada Nacional, con su propia coreografía.



ALMUERZO DE COMPAÑEROS

Almuerzo en casa de TN (r) Luis Bernardo Castro Villegas NR 66.

Asistentes: CN (r) Fabio Cuello NR 68, CF (r) Álvaro Duarte NR 67, CF (r) Kaor Doku PF 15, CF (r) Carlos Ortiz Rangel NA 75, CF (r) Javier Suescun NA 80 y Ex CDNA Jesús Jurado NR 73.





REUNIÓN DE COMPAÑEROS

En casa del Sr TN (r) Luis Bernardo Castro Villegas con compañeros de la ARC.

Rafael Steer, Humberto Faccini, Francisco Pardo Cárdenas, Roberto Noriega, Jesús Morales Rivera, Edwin B. Herrera Anaya, Rito Ernesto Gómez Sarmiento, Álvaro Duarte y Luis Bernardo Castro Villegas.





REUNIÓN DE EXILIADOS

Jorge Borda y Francisco Rodriguez en España (Contis del 74)




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