Informativo virtual para integrar la familia naval colombiana
Unidos por el mar y exhaustos por el último poste
2022 - N° 255
Director: Dr. Jorge Serpa Erazo • Editor: TFES(ra) Dr. Francisco Rodríguez Aguilera mailto:enfermero@cybercorredera.com
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PERFIL DEL NUEVO COMANDANTE DE LA ARMADA NACIONAL
CEREMONIA DE RECONOCIMIENTO DE ALTOS MANDOS MILITARES ANTE EL SEÑOR PRESIDENTE
NUEVA LÍNEA DE MANDO NAVAL LOS QUE SALEN Y LOS QUE LLEGAN SEGURIDAD HUMANA
ACTIVIDADES DEL GRUPO ARRECIFES A FINALES DE JULIO Y AGOSTO DE ESTE BENDITO AÑO DEL SEÑOR
AVIACIÓN NAVAL CELEBRA 78 AÑOS SIENDO PARTE DEL PODER NAVAL COLOMBIANO
BUQUE ESCUELA ARC “GLORIA” CULMINÓ CRUCERO DE ENTRENAMIENTO DE CADETES 2022
EL INODORO DE ALTA TECNOLOGÍA QUE HUNDIÓ UN SUBMARINO ALEMÁN
ESCALA DE BEAUFORT / ESCALA DOUGLAS ZAFRRANCHO GRÁFICO
INFORMACIÓN COMERCIAL PARA LA PROMOCIÓN DE EMPRESAS, NEGOCIOS Y ACTIVIDADES DE LA FAMILIA NAVAL
Es profesional en ingeniera naval y tiene una maestría en seguridad y defensa Nacional de la Escuela Superior de Guerra.
El vicealmirante Francisco Hernando Cubides Granados es el nuevo comandante de la Armada Nacional de Colombia. Cubides nació en Bogotá en el año 1966 e ingresó a la Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padilla” en 1985.
Es profesional en ingeniera naval y ciencias navales, tiene una maestría en Seguridad y Defensa Nacional de la Escuela Superior de Guerra y también, una en relaciones internacionales y resolución de conflictos de la Universidad Militar Americana.
Durante su trayectoria en la institución se ha desempeñado como director de la Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padilla”, Jefe de la Comisión Inspectora del Proyecto Submarinos en Alemania, Jefatura de Formación, Institución y Educación Naval, entre otros.
El alto oficial se destaca también por tener varios cursos militares como el Curso Avanzado de Seguridad y Cooperación del Centro de Estudios de Seguridad de Asia del Pacífico y Táctica Submarina de la Armada de Estados Unidos.
El señor Vicealmirante Francisco Hernando Cubides Granados, Comandante de la Armada de Colombia nombró el día de hoy la nueva estructura del Mando Naval, para liderar las Jefaturas y Fuerzas Navales a lo largo y ancho de la geografía nacional.
En cumplimiento de las políticas del Gobierno Nacional, el señor Comandante hizo un reconocimiento al personal nombrado, al tiempo que deseó los mejores éxitos para estas Unidades que desarrollan los retos operacionales en la jurisdicción de la Institución Naval.
Nuevas designaciones en la Estructura Naval:
Vicealmirante John Fabio Giraldo Gallo | Director General Marítimo- DIMAR. |
Vicealmirante Juan Ricardo Rozo Obregón | Segundo Comandante y Jefe de Estado Mayor Naval. |
Vicealmirante Harry Ernesto Reyna Niño | Jefe de Estado Mayor de Apoyo a la Fuerza. |
Vicealmirante Orlando Enrique Grisales Franceschi | Jefe de Estado Mayor de Operaciones Navales. |
Contralmirante Hernando Enrique Mattos Dager | Comandante de la Fuerza Naval del Caribe. |
Contralmirante Luis Fernando Márquez Velosa | Presidente de la Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval, Marítima y Fluvial – COTECMAR. |
Contralmirante Carlos Alberto Serrano Guzmán | Comandante de la Fuerza Naval del Pacífico. |
Contralmirante León Ernesto Espinosa Torres | Jefe de Estado Mayor de Personal. |
Contralmirante Orlando Alberto Cubillos Chacón | Inspector General de la Armada de Colombia. |
Brigadier General de Infantería de Marina Jorge Federico Torres Mora | Comandante de Infantería de Marina. |
Contralmirante Javier Alfonso Jaimes Pinilla | Director de la Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padilla”. |
Contralmirante Rafael Arturo Aranguren Devia | Director de la Escuela Naval de Suboficiales ARC “Barranquilla”. |
Contralmirante Camilo Ernesto Segovia Forero | Comandante del Comando Naval. |
Contralmirante Carlos Andrés Escobar Silva | Jefe de Planeación Naval. |
Brigadier General de Infantería de Marina Rafael Olaya Quintero | Oficina asesora permanente Campaña Naval Orión. |
Contralmirante Norman Iván Cabrera Martínez | Jefe de Inteligencia Naval. |
Contralmirante Carlos Hernando Oramas Maldonado | Jefe de Operaciones Navales. |
Contralmirante Camilo Mauricio Gutiérrez Olano | Jefe de Desarrollo Humano. |
Por David Escobar Gómez, NA 42-044
La historia de la humanidad es un intenso ir y venir de personas de un lugar a otro. Migran unos inmigran otros. Sea que no es lo mismo; todo depende si se va para quedarse en otro lugar o viene para probar suerte o ha salido por alguna causa.
Ya está claro la definición en todas partes del término inmigrante: el que viene con ganas de quedarse. Y no le pregunten más a qué se debe su determinación si tiene el que se mueve un idioma diferente. Pues motivos hay muchos como ilusiones, que van desde la huida a la carrera por metida de pata, o puede ser por persecución política y, lo de siempre: que su país de origen no le brinda oportunidades para ser parte de la
producción. También emprenden la retirada intempestiva los que se les vino el cerro encima y les tapó la vivienda porque el rio crecido no tiene que ver con nada. Pero ya en este caso es una movida humana, demográficamente hablando, del tipo de migración interna en el mismo país. Y de eso si pueden hablar con el agua al cuello los habitantes de las orillas de nuestros grandes ríos: Magdalena y el Cauca. Aunque la mayoría hablan con el agua a la rodilla que les da tiempo de salir con sus pertenencias más importantes. La mayoría, de esta clase de seres, es de la pobreza deprimente que dicen que lo pierden todo. Pero la creciente la convierten otros en una fiesta con ron corrido y hasta se van al pueblo a ser solidario con los parientes inundados. Casos se han visto.
Ya cuando se trata de salir para establecerse en otro país, le dicen migración externa. Entonces, el sujeto movible tiene necesariamente que tener en cuenta las leyes migratorias de cada país. Bueno, eso es ahora, en nuestros tiempos, porque antes, la historia no dice nada de despojos ni cosa de la violencia de acabar con el nativo. Eso es tabú, y dejemos las cosas así. Que, si reclaman, vamos a ver el tratamiento que se le da en cada continente. Y en esto sí hay de qué hablar. No es más ver las noticias de las miles de personas que salen de África y se arriesgan a meterse al Mar Mediterráneo en barquitos de mala muerte. Dado el desespero por encontrar una nueva vida que les permita vivir con dignidad. Acá en entre nosotros, lo más común es ver los que salen por el Darién hacia los Estados Unidos. Que se atreven a meterse por la selva espesa expuestos a variados peligros y, uno de ellos, la acción de los llamados “coyotes” que no son más que pícaros que viven de la necesidad de trasladarse de muchos congéneres necesitados. Porque las autoridades de las fronteras nacionales, no todas las veces, dan un tratamiento decente y solidario.
Es menester remontarnos al pasado para imaginarnos como fue la movida humana en nuestro continente con su columna vertebral montañosa llamado los Andes. El argentino Florentino Ameghino afina que el hombre americano inmigró de Asia. Y yo le digo que no fue como tan “fuímonos” que, si bien se acepta que de allá venimos, más bien fue un desplazamiento de un pequeño grupo encareciendo de nada, pero fue creciendo lentamente con el paso de los siglos y milenios. Fueron ocupando espacios en la medida que se reproducían porque tierra era lo que había. Corrobora este planteamiento el hecho de tener los indígenas de todo el continente americano rasgos físicos muy parecidos. En otras palabras, se fueron acomodando, y tanto, que todavía hay grupos que viven en la espesura vegetal sin contacto con la llamada civilización. A otros, nativos ellos, los sacan a bala y candela viva para robarles las tierras los que sabemos. A esos les dicen desplazados, no migración violenta. No salen para quedarse en otra parte y siempre tienen la intención de regresar a su terruño.
Y ya en nuestras aguas institucionales de la Armada, pues no hay que decir mucho porque cada individuo, de los nuestros, tiene la común historia de haber llegado a Cartagena proveniente de casa del carajo y entrando por la Escuela Naval. Unos se quedaron para armas sus familias y sus hijos se volvieron costeños, gran parte regresó a su natal pueblo, sea, cada cual a su recuerdo y provecho propio. Que cada cual le cuente al que se deje. Porque unas son historias tristes y otras muy exitosas.
Hablando de los que llegan hablando otro idioma, me voy a referir a los viajeros europeos que llegaron en el siglo XIX a Colombia y escribieron de lo que vieron en nuestra América del Sur. Que no vinieron en desespero incluido sino con ánimos de explorar posibilidades económicas. Esos señores eran intelectuales con buen billete en las alforjas, o bien financiados. Sabían de un subcontinente que entrañaba muchos misterios y del que se sabía muy poco. O si se sabía, los motivaba la fantasía que había oro como para empedrar toda la casa. Me referiré a Eliseo Reclus y a Luis Estriffer. Ambos de nacionalidad francesa que tiene, además, en común, que su objetivo era ver las posibilidades de minería en la Sierra Nevada de Santa Marta. Entre otros detalles, agregó yo, atraídos por el proyecto de su compatriota Lesepp, cuyo objetivo era construir el Canal de Panamá. La gran inversión de aquellos tiempos en la que Colombia perdió su capital y gran parte del solar lejano; sin meter los miles de muertos de los nuestros que se llevó la malaria. De vainas nos quedó el Archipiélago de San Andrés y unos cayos que cuida nuestra Armada. Como bien lo saben los lectores de la Cyber-Corredera. De estos señores escribiré en otra entrega: de Reclus y de Estriffer.
Los viajeros esos, aprovechaban su intelecto para mostrarle al mundo lo que habían visto; a falta de medios de comunicación expeditos se lucraban con la venta de los libros. Aunque el caso de Humboldt es ya de una naturaleza científica, que ni para que les cuento más su importancia para el desarrollo de las ciencias; pero de los otros…
Por supuesto vinieron más europeos, y de eso hay bastante literatura: Humboldt, Mollien, Hamilton, Le Moyne, Holton, Saffray, André, Cané, D'Espagnat. Y el hijo de míster no sé qué y el de doña Josefa. Para no mencionar a las damas que vinieron a alegrar los corazones. Vaya y nos llegue un llamado de atención del nuevo Ministerio de la Igualdad y la convivencia pacífica a ritmo de bolero.
Nunca se habla ni se dice nada de los europeos que, sin querer, se quedaron viviendo en las aldeas indígenas. Me refiero a los piratas, bucaneros, a los que las autoridades españolas perseguían por el mar Caribe y los capturaban. Muchos se evadían del calabozo y se internaban a vivir en lo más profundo de la Ciénaga Grande de Santa Marta a convivir con las familias nativas. Les cuento, porque me tropecé con sus descendencias.
Resulta, que, en uno de mis trabajos con las comunidades vulnerables, en la Ciénaga Grande, me correspondía pagarles a los pescadores de jaiba. Era tan bueno el proyecto de ayuda, - financiado por la agencia alemana de ayuda Misereor- que se vivieron pobladores de los pueblos lacustres atraídos por la bonanza de la jaiba. Y cual mi sorpresa: Me encontré con varios con los ojos claros y cabellos que habían sido rubios. Desde luego no tenían estos amigos la menor idea de su ancestro vikingo pues o son personas a las que no les interesa saber ni siquiera quien fue su abuelo. Infortunadamente, no contamos con investigadores en el campo de la antropología que nos aclare algo al respecto pues priman otras necesidades más hambrientas. No obstante, es menester tener en cuenta que la meneada de ir para un lado, del hombre y sus caprichos, y por el mundo, tiene diferentes matices como les estoy contado. De alguna parte venimos y acá nos encontramos. Lo importante es ponernos de acuerdo:
Coge tú la morenita que yo agarro a la flaquita y vamos a bailar hasta el amanecer. Pero tú pagas hoy…
TN RVA VALENCA B JAIMNE F, Magister en Seguridad y Defensa, Risk Manager ISO 31000 PECB
Buenaventura distrito especial, con una población flotante de 407.539 habitantes es uno de los 10 puertos más importantes de América, por allí se registra el 53% de las transacciones internacionales del país; es la segunda ciudad después de la capital, con la mayor cantidad de habitantes, está situada a 121 kilómetros de Cali y a 526 kilómetros de la capital del país (Bogotá). Se encuentra localizada en las estribaciones de la cordillera occidental y el mar pacifico, entre los límites del departamento de Chocó hasta el rio Naya (Alcaldía de Buenaventura, 2021).
Es punto de partida para el Asia Pacífico, Panamá, Ecuador, Centro América y América del Norte. En términos geoestratégicos su ubicación y actividad portuaria la hacen una de las ciudades del Pacífico más importante en América Latina ya que en cuanto su posición estratégica sería comparable con el puerto de Hong Kong en cuanto a movimiento de camiones y buques atendidos por minuto (Valencia, Silva Chica, & Moreno Moreno, 2016).
La violencia, la corrupción, el desarraigo, la falta de garantías, la falta de esperanza, una ciudad que no es respetada desde el sentido más mínimo del humanismo esa es Buenaventura. Esta generación de jóvenes se está perdiendo, donde hay mafia, paramilitares, guerrilla, falta de gobernanza, donde no hay incentivo para estudiar por falta de planteles, educadores gracias al robo del presupuesto de la educación en el puerto. Donde la mayor motivación es cargar un fusil que vale 5 veces más que una humilde casa donde se han criado estos muchachos, o dedicarse al contrabando, la minería ilegal como alternativos. El empleo informal es otra alternativa, quien tiene la fortuna de tener un capital pequeño para colocar una venta ambulante, un micro negocio donde trabajan un máximo de dos personas, afronta el riesgo de la extorsión, la amenaza ya que hay grupos que se dedican a vivir de los pequeños medianos y grandes empresarios, quienes les colocan un impuesto de venta a sus productos y ese sobreprecio es para estas bandas criminales quienes las recaudan semanalmente (De Roux, 2021).
En una entrevista realizada a un joven de Buenaventura acerca de la situación que viven los jóvenes, este habló de las causas que llevan a los jóvenes a enfrentar esta situación agonística (Medina Abad, 2021).
Considera que los jóvenes de Buenaventura no tienen opciones para ocupar su tiempo libre, no hay casi oportunidades de empleo, menos de educación superior, lo cual los lleva a acercarse a los grupos armados de toda naturaleza (guerrilla, autodefensas, bacrim, y demás). Los jóvenes entre los 14 y los 17 años se convierten en victimarios desde un rol de víctimas; lo hacen porque no hay opción. Afirma que por décadas los bonaverenses se han enfrenado a la violencia, lo cual condiciona su conducta; no se han propiciado espacios para resignificar dicha violencia ni para llevar a los jóvenes a pensar
diferente. Para ellos la violencia es un factor común en el contexto, el Estado no les proporciona apoya, les promete y no les cumple y los grupos armados les arrebatan lo que tienen.
Las disputas territoriales, son ejercicios de control del territorio que se dan en el marco de una ausencia estatal que lamentablemente causa que los más vulnerables, como los jóvenes y adolescentes, alimenten esa violencia. Ese problema siempre termina girando alrededor de lo mismo: en un territorio de muchas vulnerabilidades y de pobreza, la violencia se adueña de todo (Medina Abad, 2021).
Algunos jóvenes son conscientes de lo que han perdido con esta guerra y con apoyo pueden lograr procesos de transformación. No obstante, hay que reconocer que llevan décadas luchando, resistiendo y ganando espacios. Por ejemplo, la política pública que hoy existe en Buenaventura, que, aunque no se ha implementado, corresponde a diez años de luchas de las juventudes para que existiera. No obstante, la falta de voluntad por parte del gobierno afecta el cumplimiento de cualquier propósito de mejorar. Ellos priorizan otras cosas en el presupuesto. Dilatan, proponen diálogos que no terminan en nada. Incluso, cuando hay ese diálogo, ni siquiera hay espacio para que se haga desde las perspectivas de los jóvenes, no quieren llevar los procesos como los ha exigido el pueblo.
Considera también que a los jóvenes les falta tener más empuje y decisión, porque no se trata de sentarse a negociar y después olvidarse de exigir por lo negociado. No podemos darle la flexibilidad a un Estado que nos ha incumplido por tantos años. “Las condiciones no las puede imponer el Gobierno, las debemos establecer en conjunto, debe ser algo concertado, que no desconozca nuestras luchas. Ahí la única salida es hacer lo que hemos hecho tantas veces: tomarnos las vías de hecho” (Medina Abad, 2021).
Buenaventura tiene altas potencialidades frente a unas realidades que causan decepción. Lo paradójico es que, aunque posee una gran riqueza hídrica no tiene un adecuado servicio de agua y alcantarillado ni cobertura a toda la población, es la zona de mayor captura de la pesca de Colombia, pero solo una baja proporción se procesa allí, la madera que consume en el país se obtiene del Pacífico y no se le agrega valor en Buenaventura, solo es una ruta de tránsito de los troncos. Por allí ingresa el 60% del comercio exterior de Colombia Ante esta situación, se puede afirmar que el desempleo, el subempleo y la informalidad del trabajo son los más altos. Además, se ha caracterizado por su debilidad institucional, con poca gobernabilidad, pero con “un alto grado de organización de la comunidad, agrupada en los consejos comunitarios que se concentran en la zona rural” (FEDESARROLLO-CERAC, 2013). Todo esto afecta la situación de los jóvenes de Buenaventura, que no ven un futuro en la región, viéndose obligados a migrar, convertirse en delincuentes, alzarse en armas, ser reclutados, entre otras. La vulneración de los derechos de los jóvenes es una constante en Buenaventura, se enfrentan a una situación agonística frente a la problemática de seguridad humana local que con el tiempo puede convertirse en una gran “bomba” con estallidos sociales incalculables.
Por: Cronista Golfistico.
Antes de empezar el escrito, surge la anécdota protagonizada por el “Cronista Golfístico” como se le conoce a quién acuciosamente escribe las crónicas del grupo, que, como el capitán araña, no viajo en esta ocasión, dizque por el dolor crónico de los codos, las rodillas, el pelo y no sabe qué cosa más y al “Comodoro” se le dice el <Acomodoro >, pues logra “acomodar” a los jugadores en grupos homogéneos y nunca dispares. ¡Válgame Dios!!
El jueves 28 de julio, como se había programado, los 21 jugadores (17 caballeros y 4 damas) inscritos se hicieron presentes de forma puntual en el club Militar de Golf, se cargaron equipos en el bus contratado, se embarcaron los jugadores, para iniciar el viaje a las cercanías de Tunja. Arribaron tipo 7:45 de la mañana y degustaron como desayuno la deliciosa “Changua con huevo” acompañados de arepas de choclo boyacenses y chocolate en leche y para terminar de postre un envuelto de mazorca con queso ubateño. Nadie se quejó y por el contario pensaron que no era necesario el “tente en pie” de media mañana e iniciaron la jugarreta en el terreno donde hace varios lustros pernoctó Bolívar
Libertador y no se supo nunca si estaba con Manuelita. Es un campo que tiene 20 hoyos, pero eso si la distancia en yardas es reconocida por la Federación de Golf Boyacense (“Comfaboy”).
Todo parece indicar que el Festival gastronomico u “comilona”, que se avecinaba era mayuscula. Me explico: al terminar el desayuno, pasaron la carta para escoger el refrigerio, despues de jugar los 10 primeros hoyos, para los siete “treesomme”. El menu establecido eran: ensalada de frutas, piquete boyacense o sanduich de queso y jamón. Creo que la mayoria escogió el tal “piquete”. Dios mio!!!
Terminado el juego, vino el pantagruélico almuerzo. “Cuchuco de trigo con espinazo de copartidario”, esa sopa espesa, con papa, arracacha, habas, cubios, hubias y otros granos de la tierrita y con ese hueso de cerdo carnudo, que solo nos recuerda la deliciosa sopa de hueso preparado en los buques de la marina colombiana, y después, a manera de remate un plato con morcillas, chorizos y papa criolla. Ya lo había advertido nuestro Secretario General que aumentarían dos kilos como mínimo en la masa corporal. Anoto que todo eso se bajó con guarapo, cerveza normal y/o artesanal y agua de panela.
Los ganadores de esa jornada, y para quienes van las felicitaciones, fueron:
PREMIO | NOMBRE | GOLPES |
Gross | Benjamín Gamarra | 92 |
Primer Neto | Juan Carlos Castro | 67 |
Segundo Neto | Hugo Bermúdez | 71 |
Tercer Neto | Saulo Tamayo | 72 (2v) |
Espíritu Deportivo | Rafael Llinas | 133 |
Igual se supo que hubo un personaje masculino que no pasó en cuatro ocasiones las “Rojas” y su resultado final fueron 99 golpes neto y otro que superó no solo los diez dígitos, más de cuatro putts y un puntaje que no se ven sino en mini torneos de dos días, es decir cerca de los 140 golpes en gross. A buen observador véase el ganador del premio “Espíritu Deportivo”.
Sinceras felicitaciones al CN Héctor J. Porras, secretario general del grupo, además de haber alcanzado el ansiado octavo piso, por esa impecable organización y al Ca Benjamín Manzanera su colaborador al conformar los grupos y jugar de forma entusiasta. Ya para terminar, al regreso se hizo la parada respectiva en Ventaquemada (“La ville du fromage et autres”), donde, por aquello del hambre, compraron quesos blancos, amarillos y de todos los colores y combinaciones posibles, arepas de la región y bocadillos; todo esto me recuerda la hambruna de los cadetes de la época.
El presidente del grupo “Arrecifes” tuvo la atinada idea de que el jugador, conferencista y miembro correspondiente de la Academia de Historia Militar, el CN Mario Rubianogroot, conocido como “El Papayo” nos dictara sobre el tema enunciado arriba. Fue una charla de
solo media hora, pero los asistentes quedaron enterados y agradecidos, de esos navegantes del siglo XV y XVI, empezando por el chino explorador Zheng He (1421), el portugués Bartolomé Díaz (1488), el genovés Cristóbal Colon (1492), el florentino Américo Vespucio (1497), el portugués
Vasco de Gama (1498) quien abrió la Ruta de las Especias, Alonso de Ojeda (1499),
el portugués Pedro Álvarez Cabral (1500) quien descubrió Brasil para los Lusitanos, Juan Díaz de Solís (1516), el portugués Fernando de Magallanes (1519) y su relevo el “Marino de Guetaria” Juan Sebastián Elcano (1522) el primero que completa la Vuelta al Mundo, el castellano García Jofre de Loaisa (1525) y finalmente el guipuzcoano Andrés de Urdaneta (1565).
Ya para terminar, se le entregaron a nuestro socio el Comander de la US Navy (Capitán de Fragata) John Dosta, los obsequios que se le tenían guardados al celebrar las “Bodas de Plata” del Grupo Arrecifes, al encontrarse en el país del Norte cuando vino la pandemia y no había podido regresar a Colombia….. “Un botón basta de muestra, los demás a la camisa”.
Nos leemos el derrotero del próximo mes.
MISIONES SOBREVOLANDO MÁS DE TRES MIL HORAS.
La Armada de Colombia celebra hoy los 78 años de la Aviación Naval, un componente conformado por un selecto grupo de hombres y mujeres altamente capacitados y entrenados, que con sus operaciones sirven de apoyo y extensión de capacidades para las unidades de Superficie, Submarinas, Guardacostas e Infantería de Marina, contribuyendo en la interdicción de actividades ilícitas en mares y ríos, salvaguardando la vida humana en el mar y la protección de los recursos naturales.
Por más de siete décadas la Aviación Naval con la aplicación de principios de iniciativa, sorpresa y economía de fuerza, ha permitido mantener, mejorar y proyectar las capacidades de la Armada de Colombia para proteger los intereses del país.
Es así como durante este 2022, han contribuido en más de 1.500 misiones de interdicción marítima, reconocimiento, vigilancia y supervisión, búsqueda y rescate en el mar, evacuaciones aéreo-médicas, recuperación de personal, transporte aeronaval y apoyo de fuego; sobrevolando cerca de tres mil horas en las que se han logrado importantes resultados de interdicción marítima de lanchas tipo go-fast y semisumergibles dedicados al narcotráfico; acciones que aportan al desarrollo social de las regiones más remotas del territorio nacional.
Actualmente la Armada de Colombia, cuenta con 32 aeronaves de ala fija y rotatoria, así como una unidad constituida por aeronaves remotamente pilotadas, lanzadas desde las unidades de superficie, para la vigilancia y control en el mar.
La Aviación Naval a través de sus capacidades diferenciales realiza rescate en alta mar, mediante el lanzamiento de paracaidistas y carga - Rampac -, que permite salvaguardar la vida humana en cualquier rincón de nuestros espacios marítimos, al conjugar la perspectiva aérea, velocidad y sensores de los patrulleros marítimos, sumado a la destreza de los rescatistas para descender con precisión en el agua, logrando de esta manera realizar la atención inmediata a náufragos.
La Armada de Colombia a través de la Aviación Naval continuará contribuyendo al desarrollo de operaciones navales que permitan aportar a la defensa y seguridad, así como salvaguardar la vida humana en el territorio marítimo.