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N° 185 |
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Director: Jorge Serpa Erazo • Editor: TFES(r) Francisco Rodríguez Aguilera
LOS DESTRUCTORES QUE ARMARON A COLOMBIA
Por: Luis Eduardo Schroeder Soto.
ARC 20 de Julio y ARC 7 de Agosto, construidos en Suecia.
EN ARAS DE RECTIFICAR LA HISTORIA DE NUESTRA ARMADA NACIONAL
Estudio histórico,
EXORDIO
Los destructores, sobre los que trata este estudio, fueron en su tiempo razón y objeto del más efusivo orgullo de todos nosotros que, por aquellos días, vestíamos el uniforme de nuestra querida Armada, y con mayor razón para quienes en alguna forma acompañamos, vivimos, y hasta fuimos
protagonistas en la propia historia de aquellos plausibles hechos. Como he venido compartiendo por conducto de nuestra formidable Cyber Corredera, los destructores “suecos”, como se les llamaba, fueron la razón para que, junto con nueve (9) compañeros más, fuera seleccionado a cumplir con la honrosa misión de graduarme de Oficial en la Real Escuela de Guerra Naval en Suecia. Es entendible entonces que se convirtieran en el tópico que ha ocupado un puesto preferencial en el cofre de mis experiencias y predilecciones, más aun, tratándose de un tema que desafortunadamente, no ha sido lo suficiente y correctamente evaluado y divulgado en la Historia de nuestra Armada. En realidad, confieso, que escribir sobre estos buques era una inquietud que me naciera hace muchos años.
Quisieron los altos mandos de la Armada, y no meramente el destino, prescindir de mis servicios a bordo de los nuevos destructores. Sin embargo, tuve la oportunidad de poner mi pie en la cubierta del ARC 20 de Julio, a mediados de noviembre de 1958 sólo de visita, encontrándome entonces haciendo parte de la insigne tripulación de la fragata ARC Capitán Tono como Teniente de Corbeta. La razón de esta “audiencia” era coordinar la misión extraordinaria que se me solicitaba, de traducir del sueco al castellano, algunos manuales, tanto del armamento como de algunos equipos de sus máquinas. La tarea en sí, aunque larga y complicada, interfiriendo además en mi servicio a bordo de la Tono, me daba sin embargo cierto grado de satisfacción al reconocérseme, por lo menos, mis luces en la lengua
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sueca que en verdad dominaba. No obstante, debo reconocer, que la ocasión de empaparme acerca de la realidad del destructor en aguas de la Bahía de Cartagena, infelizmente fue una experiencia poco grata, llenándome de preguntas e inquietudes que me confundían un tanto. Sencillamente estaba presenciando, y constatando por primera vez que, en el concepto
Mi espontánea reacción ante esta desconsoladora particularidad, después de quitarme la gorra y frotarme la cabeza, fue la de mirar en mi rededor en busca de un colega, con quien comentar lo que estaba maquinando en mis adentros, pero, por fortuna no lo encontré, prefiriendo entonces guardarme mis cavilaciones en espera de una ocasión más adecuada cuando, con el transcurrir de los año, se hubiesen acumulado en el odómetro de mi servicio, unas cuantas millas náuticas que lograran darle a mis palas, aquella pátina tan representativa del fogueo en el mar. Como vemos, aun alejado del azul de nuestra bandera durante cincuenta y ocho (58) años, por fin me llegó la esperada oportunidad de hacerlo, por este magnífico foro Cybercorredero. Este delicado, interesante e importantísimo tema, encantado lo dejo debidamente reseñado y solventado, valiéndome de mi valiosa experiencia como Ingeniero Constructor Naval, graduado en Suecia una vez retirado de la Armada, acumulando “millaje profesional” en diseño, cálculo, selección de materiales, construcción, equipamiento, pruebas de clasificación y entrega, de buques para diversos propósitos, en astilleros suecos, entre ellos Götaverken, cuna del HMS Halland y del ARC 7 de Agosto, alias “13 de Junio”, a lo que se suman años de destreza en Mercadeo, Ventas y coordinación de transferencia tecnológica.
Si en algo puede bruñir este pedacito de mi “CV” que expongo, tengo el gusto en agregar mi experiencia adquirida sirviendo a bordo de varias unidades a flote de la Real Flota de Suecia, de las que destaco los destructores HMS Uppland, HMS Småland, y HMS Östergötland, pertenecientes a las tres diferentes clases que se relevan en un concurso de potencia bélica, resultante de la dinámica modernización implementada por aquella, en el trascurso de una década, como quedará reseñado más adelante. Todo esto lo traigo a colación con la intención de, desvergonzadamente, vanagloriarme de haber llegado a una privilegiada posición desde la cual, con erudición e imparcialidad, se me facilita contribuir a la revisión de un interesante capítulo de nuestra historia naval.
INTRODUCCIÓN
Para entrar a evaluar a plenitud, las características, cualidades técnicas, rendimiento, dotación y eficiencia bélica de los destructores ARC 20 de Julio y ARC 7 de Agosto, es imprescindible conocer con anterioridad, a cabalidad y minuciosidad profesional, lo correspondiente para su prototipo, el HMS Halland de la Real Flota de aquel país. Consecuentemente, es imperioso estar debidamente empapado de las razones y finalidades, que llevaron a la Marina sueca, a definirse por construir naves de guerra con las características y poderío de la mencionada clase, incluyendo las alternativas que se tenían a mano, a la vez que se debe conocer las circunstancias externas imperantes que regían en el hemisferio europeo de la postguerra, la idiosincrasia sueca, sus tradiciones y prioridades. Agréguese a esto, las valiosas experiencias que la Real Flota registrara con la costosa inversión en una “Clase” que fueran objeto de especial reconocimiento en los círculos de la construcción
Queda obvio entonces, conocer recíprocamente, lo pertinente a nuestro país, las circunstancias que imperaban en la Nación, a razón de la descabellada rivalidad política que todo lo confundía, las necesidades, proyectos y posibilidades de una Marina en construcción, la preparación y experiencia de sus dirigentes, las alternativas que se estudiaron, y los conductos que se adoptaron para poner en marcha una urgente potencialización de ésta y, en definitiva, lo que llevara a la naciente Armada a definirse por adquirir unidades de guerra de una case que resultaría “Halland Modificada”, con un detallado estudio de sus substanciales divergencias con la clase original.
Con este escueto esquema de prioridades, abordaré este interesante tema acuerdo a la siguiente agenda, resumida en títulos:
1.La Flota de Suecia y sus poderosos destructores. Los Destructores Provinciales. Corta presentación de la
“Clase Öland”. Amplia presentación de la “Clase Halland”. Corta presentación de la “Clase Östergötland.”
2.El alborear de la Marina de Colombia. Los primeros destructores construidos en Inglaterra. Las fragatas “Clase Tacoma” adquiridas de los EE.UU. La insólita marginación del Caribe colombiano.
3.Cronología de una «...ocasión única y… ¿feliz? ...» Reseña con preferencia en los hechos más importantes y relevantes en el proceso de adquisición de los dos destructores construidos en Suecia.
4.La oferta sueca y la reacción colombiana. Fortaleza en la “Clase”, flaqueza en la “Clase Modificada”. La mutilación de un coloso.
5.Corolario.
6.Epílogo.
Para facilitar el sorteo y la asimilación de numerosos nombres, fechas y datos de diferente naturaleza, incluyo cuadros sinópticos, más extensos los menos, y menos extendidos los más.
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1 - LA FLOTA DE SUECIA Y SUS PODEROSOS DESTRUCTORES
Terminándose la Segunda Guerra Mundial, Suecia contaba con la Armada más poderosa en el Mar Báltico. Sin embargo, la mayoría de sus buques ya alcanzaban sus buenos años de servicio y, naturalmente, no cumplían con las exigencias que se les planteaba, en caso de tener que utilizarlos en un nuevo conflicto mundial que, en efecto, tuvo lugar travistiendo su agresividad en una Guerra Fría, con el acoso del empleo de armas nucleares.
Durante la misma Guerra Mundial, las potencias habían iniciado la construcción de destructores más grandes y potentes, alcanzando un desplazamiento de 1500 a 2000 toneladas, formando flotillas con un buque líder entre 3000 y 4000 toneladas. En 1942 el Parlamento sueco determinó que la Real Flota, debería estructurarse de la misma forma, empleando un crucero como unidad líder, para lo que se ordenó la potencialización de los cruceros HMS Gotland, HMS Tre Kronor y su mellizo HMS Göta Leyon, junto con la construcción de modernos destructores. En esta forma se puso en marcha, comenzando en 1943, la innovación de la Flota con destructores de una nueva “Clase Öland”, que resultaron con excelentes cualidades en el mar, pero que, relativamente pronto se consideraron insuficientes en términos de potencia y propiedades para afrontar el peligro que se veía venir allende el horizonte al Este, lo que condujo a la costosa inversión en otra “Clase Halland” superior que, con su lanzado diseño y potencia de combate, impresionaría al mundo de la construcción de naves para la guerra en el mar.
Así nacía una Flota de Costa, pensada para ataques defensivos, constituyendo una fuerza con un indiscutible efecto de intimación. Ésta estaría compuesta por:
1.Los nuevos destructores de la “Clase Halland” dotados de veloz artillería antiaérea y de superficie, misiles y torpedos contra poderosos blancos sobre las olas, morteros de bombas direccionales a proa, junto con rieles de cargas de profundidad a popa, para ataque antisubmarino, todo integrado con un modernísimo sistema de vigilancia aérea, de superficie y submarina, con respectivos radares, sonares y antenas para variados propósitos, a su vez en conexión con los correspondientes para control de tiro, monitoreo de misiles y torpedos, y colocación de bombas y cargas de profundidad, altamente automatizados.
2.Escuadras de veloces torpederos, destinados a escabullirse zigzagueándose libres por la maraña de buques en el área, y el bombardeo de la artillería enemiga, hasta alcanzar prudente distancia para el disparo de sus poderosas cargas destructivas con propulsión y precisión de impacto autónomos (torpedos) contra los blancos principales.
3.Ágiles submarinos de silenciosa propulsión en cacería a la vanguardia, dotados a proa y popa de tubos para torpedos, de características similares a los anteriores.
4.Una novísima aviación de ataque, dotada de avanzados misiles, tanto para blancos aéreos como de superficie.
Obviamente, la mejor parte activa durante la guerra, seguiría en servicio siendo modernizada, como eran el par de cruceros de la “Clase Tre Kronor” (Tres coronas), sirviendo hasta fines de la década de los 60, siendo uno de ellos, el “HMS Göta Lejon” vendido a la marina de Chile (1970.07.01) que, con el nombre de “Almirante Latorre”, lo mantendría en servicio hasta 1987. Se sumaba a éstos los destructores de la antes mencionada “Clase Öland”, numerosos torpederos, cañoneros, barreminas, submarinos, y claro está, la Artillería de Costa con modernas piezas, de diferentes calibres contra blancos de superficie y aéreos, en lugares estratégicos a lo largo de la costa, a lo que se sumaba una verdadera telaraña de minas, y cargas de profundidad, con los más sofisticados sistemas de detonación.
Los Destructores Provinciales
De la “Clase Halland” se ordenó la construcción de cuatro (4) unidades, que en corto tiempo reemplazarían los demasiado grandes y costosos cruceros, e inclusive se llegó a estudiar (1951) la posibilidad de aumentarla con cuatro (4) más, para que fueran ocho (8) destructores. Sin embargo, el aumento del correspondiente presupuesto, marchaba a menor velocidad de la aplicada en los dinámicos planes de la Flota, por lo que, resultando éstos demasiado costosos, se hizo imperante un reajuste de las prioridades, dando preferencia a la construcción de los cuatro (4) adicionales en una clase más liviana, y por ende más económica, pero a la vez más potente que la primera “Clase Öland”. Así se daba a luz una tercera “Clase Östergötland” (1953), cuando la “Clase Halland” se encontraba en plena construcción, convirtiéndose en una exitosa experiencia con la
mayor cantidad de destructores contratados, aunque llegaron a ser los últimos que, definitivamente, se construirían en Suecia con las características tradicionales para éstos. Con la denominación de “Destructores Provinciales”
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pasaron a la historia los destructores de las clases Öland, Halland y Östergötland, bautizados todos con nombres de las provincias de Suecia. Un bonito y justo título para hermosos ejemplares en construcción naval, que quedan listados en orden de entrega, en el cuadro número (1) que sigue a continuación.
Los provistos con esta pequeña bandera, son los cabecillas que le dan nombre a su respectiva clase. La letra “J”, que acompaña el número de la nave, representa la palabra Jagare significando Cazador alias Destructor. Los datos dados para “Dimensiones” corresponden a “eslora/ manga/ calado”. Para el “Desplazamiento” se da primero el “standard” seguido del que corresponde “a capacidad”. El “Radio de acción” está dado en “millas marinas/ a velocidad de 20 nudos”.
Resumiendo tenemos que, en el curso de diez (10) años y tres (3) meses, contados entre las fechas de entrega (puesta en servicio) del primer buque de la primera “Clase Öland”, y el primero de la tercera “Clase Östergötland”, o sea entre (1947.12.05) y (1958.03.03), la Real Armada puso al servicio ocho (8) destructores, decidida en mantenerse a la vanguardia en el arte de la construcción naval, con el objetivo de cumplir eficazmente, su misión de defender las amplias costas de Suecia, proveyéndose de las unidades de la más alta tecnología y rendimiento, dotadas de armamento moderno de características “convencionales”.
En éste cuadro también se puede apreciar claramente, la cantidad proyectada de unidades “Clase Halland”, resultando a fin de cuentas en la adquisición de tan sólo dos (2) unidades, el Halland (J18) y el Småland (J19), a la vez
que salta a la vista la concesión a Colombia de los turnos del Lappland (J24) y Värmland (J25), aplazados por la Real Flota que, infelizmente, resultaron en una “Clase Halland Modificada”. Estas valiosas revelaciones las desarrollo paso a paso, a medida que avanzamos en este Estudio.
Una vez entregados los buques de la última “Clase Östergötland”, los potentes de la “Clase Halland” se convirtieron en líderes de sus correspondientes divisiones de destructores, normalmente compuestas por dos (2) unidades de la mencionada “Clase Östergötland”, junto con seis (6) torpederos. Y deshaciéndose luego la Real Flota de sus dos (2) cruceros “Clase Tre Kronor” a principios de la década de 1970, los destructores Halland y Småland ascendieron en importancia, siendo reconocidos como las unidades más potentes en servicio.
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Corta presentación de la “Clase Öland”
HMS Öland - Construido en Kockums Mek. - Botado 1945.12.15 -
Entregado 1947.12. 05
Apoyándose en estudios sobre unidades extranjeras de la más alta relevancia, se elaboraron diseños y especificaciones para la construcción de esta nueva clase de destructores, y se pidieron cotizaciones a varios astilleros, pero, dado que los grandes de Gotemburgo, se encontraban ocupados en la construcción de los cruceros HMS Tre Kronor (1945) y HMS Göta Lejon (1947), las mayores unidades a flote en la historia moderna de la Real Flota, apenas se logró escribir contrato con los astilleros de Kockums para la fabricación del HMS Öland, y Karlskrona para su gemelo HMS Uppland.
El diseño inicial, dándole a las naves una elevación de la cubierta principal a proa, a forma de castillo integrado con el casco, tuvo que eliminarse persiguiendo reducción en costos. De todas maneras, el casco fue construido con doble borda completamente soldada, a excepción de la parte acorazada en los exteriores de los compartimientos para máquinas. Gracias a su tamaño y excelente diseño, los destructores de esta nueva clase resultaron excepcionalmente estables en marejadas.
Sus datos de construcción y servicio, quedaron registrados en el cuadro número (1) y un resumen de su armamento de dotación inicial, se presenta en el cuadro número (2), que sigue.
Amplia presentación de la “Clase Halland”
Apenas iniciándose la Guerra Fría, se consideró necesaria la repotenciación de la Real Flota con buques rápidos, de alto grado de autosuficiencia y radio de acción, con un diseño de casco y superestructuras que brindara protección contra exposición radioactiva, en caso de detonaciones atómicas. Portando armamento convencional, estarían artillados con cañones para proyectiles en veloces ráfagas, misiles navales y poderosos torpedos de largo alcance, contra blancos de superficie, y a la vez dotados con numerosas piezas automáticas y livianas para defensa antiaérea, y para la antisubmarina, con modernos morteros lanzabombas ampliamente direccionales, junto con un ágil
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dispositivo para la expulsión de cargas de profundidad, por compuertas en el espejo de popa, todo instalado bajo cubierta.
HMS Halland - Construido en Götaverken - Botado 1952.07.16 - Entregado 1955.06.08
Contándose con los magníficos destructores de la conocida clase del “HMS Öland,” se pensó inicialmente utilizar su diseño efectuando las correspondientes modificaciones, pero enfrentándose la necesidad de maquinarias más potentes y mayor espacio para numeroso y pesado equipo auxiliar, mayores
Sin embargo, persiguiendo al máximo la reducción de su peso, las estructuras sobre cubierta que con anterioridad se venían construyendo en metal liviano, con las experiencias de la guerra, constatando que éstas presentaban mayores problemas en caso de incendio a bordo, se optó por el empleo del acero, con la formidable innovación de “corrugar” los mamparos, en vez de fortificarlos con pesados perfiles del mismo material, eludiendo así, igualmente, los miles de kilos que implicaban su soldadura o remachada.
Tocando el tema de innovaciones, en la “Clase Halland” se aplicó, por fin, el deseado diseño pensado originalmente para la “Clase Öland,” con una cubierta general hacia popa, o sea con una pronunciada parte de ésta a proa, a forma de castillo integrado con el casco. A lo largo de la cubierta general, se dispuso una
superestructura central, por la que se permitía a la tripulación el acceso a todas las secciones estancas de la nave, dado que todos los mamparos estancos de ésta, estaban herméticamente soldados por debajo de la mencionada cubierta. Con esta solución se garantizaba a la tripulación, la posibilidad de trasladarse a lo largo del buque, brindándosele protección contra exposiciones radioactivas. Las bordas, y la cubierta general del casco del buque, estaban acorazadas en los exteriores de los compartimentos de máquinas, y a fin de aumentar la protección de la tripulación, a diferencia de la “Clase Öland”, se abolieron todas las claraboyas en el casco.
Sus datos de construcción y servicio, quedaron registrados en el cuadro número “1”, y a continuación sigue generosa descripción de su propulsión, y armamento de dotación.
Propulsión del HMS Halland
Para la propulsión de los nuevos destructores, se determinó el empleo de un par de turbinas de vapor “de Laval” de 58000 hp, y correspondiente par de calderas “Penhoet” generadoras de vapor a 40 barios, buscando la más alta presión, y máxima temperatura de recalentamiento, nunca antes empleadas en unidades de la Real Flota. Además, tanto turbinas como calderas se podían acoplar independientemente, en sistemas individuales para accionamiento
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de dos hélices de propulsión. No obstante, conocidos los problemas que los americanos y alemanes, tuvieran con las extremas temperaturas, y la resistencia de los materiales en casos semejantes, las normas suecas fueron revisadas y actualizadas, para el manejo de las nuevas tecnologías, permitiendo el óptimo dimensionamiento y tolerancia de las unidades de propulsión, sin menoscabar la mayor prudencia, limitando en lo máximo posible, tener que llegar a los extremos calculados para sus propias maquinarias. Como norma general, se recomendaba utilizar material que fácilmente pudiera soldarse.
Velocidad y autonomía: Velocidad máxima de 35 nudos, con una autonomía de 445 millas náuticas a esta velocidad, y 3000 millas náuticas a 20 nudos.
Armamento de dotación del HMS Halland
Artillería principal.
Estaba comprendida por dos (2) torres dobles (4 cañones) Bofors, Suecia, completamente automáticas de 120 mm M/50, calibre L/46, para fuego de superficie y antiaéreo hasta máximo 80º de elevación, con proyectiles de 23,5 kg de peso, alcanzando una velocidad de disparo 40 proyectiles por minuto, dirigido de una central de tiro controlada por radar. Contando las torres con dobles ascensores para cargar cada cañón, se podía fácilmente alternar el fuego de superficie, con el fuego antiaéreo.
Estos cañones alcanzaron a tener treinta y tres (33) años de servicio
La “Clase Friesland” holandesa (D812), merece participar en el mismo escenario de la “Clase Halland”, especialmente a razón de su armamento que, además de llevar las torres Bofors de 120 mm, también estaba dotada con la misma cantidad de morteros lanzabombas a proa, para ataques contra submarinos. Infelizmente no tenemos cupo para su presentación.
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Artillería secundaria
Torre doble de 57 mm M/50, para fuego de superficie y antiaéreo, controlado digitalmente desde una central instalada en la característica cúpula esférica a popa del puente de comando. Para futuras unidades de la misma clase, y consecuente potencialización del Halland y Småland, se proyectó cambiar esta torre por dos (2) piezas dobles de 40 mm.
Artillería antiaérea
Integrada por seis (6) piezas sencillas de 40 mm M/48E, para fuego antiaéreo. Instaladas dos (2) a cada costado de la superestructura (suman 4), y dos (2) en un nido común inmediatamente a proa de la torre de 120 mm a popa, alcanzando un radio de 360º de fuego protector. Todas las piezas protegidas por cabinas herméticas en acero, para garantizar la no contaminación radioactiva de sus operadores.
Torpedos
Dos (2) torres, de las cuales la No.1 con cinco (5) tubos, y la No.2 a popa de la anterior con tres (3) tubos, para torpedos M/30, total ocho (8) torpedos modelo 61 de fabricación sueca, contra blancos de superficie, longitud 7 m, diámetro 53 cm, peso 1800 kg, de los cuales 300 kg de la cabeza de guerra. Para la propulsión el empleo de vapor, utilizando peróxido de hidrógeno en vez de aire, logrando así aumentar el alcance de 15 a 20 km a máxima velocidad. Además, los gases de la combustión se disolvían en el agua, disminuyendo así la detección del torpedo en el agua.
Misiles
Una (1) rampla para dos (2) Robots 08 Saab, alias “torpedos aéreos”, contra blancos de superficie, instala sobre la torre de torpedos No.2. Medidas del Robot: longitud 5,72 m, altura 1,33 m, envergadura 3,01 m, y 900 kg de peso,
más 315 kg de las raquetas de inicio que se desprendían a los 2 segundos, una vez consumidas, alcanzando el Robot una velocidad de 500 km/hora. Para su propulsión utilizaba una turbina Turbomeca de 400 kp. logrando un alcance de 70 km a velocidad subsónica de algo más de 900 km/hora. Dotado con buscador de blancos que se activaba llegando a 15 km del blanco.
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Morteros cuádruples antisubmarinos
Lanzadores de bombas de 375 mm M50 Bofors, contra submarinos, de fabricación sueca, peso de la bomba 100 kg, con un alcance de lanzamiento de 300 a 1200 m, cubriendo 360º de asesto. Para lograr mejor resultado sobre el objetivo, se recomendaba instalar dos (2) morteros cuádruples a proa sobre cubierta, alineados uno de tras de otro, o paralelos sobre primera cubierta a cada costado, con horizonte libre, pero siempre persiguiendo el disparo de las bombas hacia adelante, en ángulos libres fuera de borda.
Estos morteros fueron instalados en destructores de las siguientes clases, entre otras:
Cargas de profundidad, y minas marinas
Habiéndose convertido los submarinos, en una de las armas más efectivas en la guerra en el mar, durante la Segunda Guerra Mundial, y entrada la Guerra Fría, gran atención se puso en la modernización del equipo electrónico para su detección, y consecuentemente para su destrucción se concibieron armas más efectivas, como son los morteros lanza bombas descritos anteriormente, con los que se cubría el fuego de ataque por proa, sin tener necesidad de surcar sobre el submarino. No obstante, las tradicionales cargas de profundidad también se repotenciaron, haciendo más efectivo su lanzamiento por la popa de la unidad. En esta forma, en la “Clase Halland” se implementaron ramplas de deslizamiento a ambos costados, albergadas en el casco, con una inclinación y longitud calculadas para acelerar la velocidad de posición de las cargas, garantizando mayor exactitud en el ataque.
Rieles, ramplas y compuertas a popa, para la deposición de minas y cargas de profundidad. Nótese la amplia plataforma para helicópteros, y el nido antiaéreo de 40 mm a proa de la torre doble de 120 mm
Dado que las minas marinas, igualmente habían demostrado un alto grado de fuerza y efectividad defensivas, los rieles de las cargas sobre cubierta, se acondicionaron para la siembra de las minas, y viceversa. Además, recordando que la “Clase Halland” se caracterizaba en garantizar a la tripulación, protección contra la radioactividad, en caso de explosiones atómicas, en los compartimientos a popa, bajo cubierta, se diseñó y construyó, un sofisticado sistema de rieles para la deposición de cargas de profundidad, siendo expulsadas por compuertas especialmente construidas a ambos costados de la unidad, en el espejo de su popa. En esta forma se había conseguido convertir, las cubiertas y compartimientos del casco a popa, en una poderosa concentración de armas antisubmarinas.
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Corta presentación de la “Clase Östergötland”
Esta clase estaba integrada por cuatro (4) destructores construidos entre 1958 y 1959, siguiendo en gran parte las especificaciones de la “Clase Öland”, utilizando especialmente el mismo casco. El Östergötland fue el primer buque de guerra construido por secciones, que se preparaban en plataformas planas adyacentes, para ser luego ensambladas en la rampla inclinada, disminuyendo así, tanto el tiempo empleado en la fase inicial de construcción en tierra, como considerables costos en el flujo de materiales, mediciones, soldadura en posiciones más difíciles, empleo de grúas, etc.
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